No se sabe si es más fácil poner un par de notas musicales a un texto clásico de Valle-Inclán, Tirso de Molina o Shakespeare; rescatar la tradición musical de las fábricas textiles o la de los peregrinos del Camino de Santiago. Este otoño se presenta con banda sonora propia: Un equilibrio inconstante del pasado con proyección futura.

Foto: La cabeza del dragón © Bárbara Sánchez Palomero

">

    Newsletter

    Al pulsar al botón de “enviar” estás aceptando nuestra Política de Privacidad