Charlar con Ariel Brínguez supone sentir la pasión por la música. Y conectar con la vibración. Me convence su personalidad cercana, su acento, su capacidad para transmitir. Su carrera desde que vive aquí ha sido meteórica: siempre activo en sus propios proyectos personales o ajenos (sea con el quinteto de Javier Colina, con Chucho Valdés, con Ketama o con Pablo Martín Caminero). Su música es capaz de traspasarte. Foto de cabecera por Soledad González.
">