La llegada a Madrid del grupo peruano Embarcadero 41, con presencia en Perú, Estados Unidos, Chile y Ecuador, ha sido un éxito en la zona de Tetuán con su propuesta de alta cocina nikkei.
A cargo de Tito Bravo, chef limeño especializado en cocina nikkei, la propuesta del restaurante con apenas dos años de vida incluye no solo una gran variedad de platos crudos como nigiris, gunkan, sashimis y rolls, sino también platos calientes como los udon a la huancaína con lomo saltado. Los ingredientes que componen cada una de las creaciones de Lima Nikkei son de la mejor calidad: desde atún Balfegó, ostras Gillardeau nº 2 o productos japoneses de Cominport, hasta verduras y frutas de Frutas Eloy y pisco Sarcay (el mejor disponible en España). En cuanto a las bebidas, la carta ofrece vinos con etiquetas reconocidas nacionales e internacionales. De cócteles clásicos peruanos no podían faltar el pisco sour y el chilcano o la chicha morada como propuesta sin alcohol.
Mis favoritos: Obligatorio probar una de las estrellas de la casa, el maki acevichado (roll de langostino furai, queso crema y aguacate, cubierto con atún rojo, salsa acevichada y cebolleta). El nigiri de vieira trufada o el nigiri katso (con lámina de salmón, flameado con aceite de trufa blanca y coronado con ralladura de naranja y toque de lima) también son un acierto. Como plato caliente, recomiendo el pato crocante nikkei con arroz saltado al wok y verduras japonesas.
Referente de la gastronomía peruana en Madrid, su especialidad es todo aquello que proviene del mar (mariscos, pescados y derivados) y su emblema es el delicioso cebiche.
Piscomar nace hace más de diez años de la mano del reconocido Jhosef Arias, que ya ostenta siete restaurantes en la ciudad. El hilo conductor de su cebiche es la leche de tigre, hecha a base de zumo de lima, ají limo, rocoto, ajo, jengibre, apio, así como la merma del pescado, que se encuentra entre la cabeza, los cachetes y las espinas de la corvina. La carta incluye varios tipos de este plato, además del clásico, impregnados de color: Sabe Perú, amarillo por el ají; Verdoso, por el cilantro; y Tumbesino, también amarillento por el ají y los mariscos. Además de los productos marítimos, se pueden degustar otros típicos como la causa, el arroz chaufa o el lomo saltado.
Mis favoritos: Cualquiera de los cebiches, aunque me decanto por el Sabe Perú. Del apartado ‘Criollos’, el tentáculo de pulpo macerado en salsa anticuchera. La causa limeña, increíble; fresca y con mucho sabor.
He tenido la oportunidad de probar todos los restaurantes peruanos de Grupo Jhosef Arias y podría recomendar cualquiera de ellos para saborear la auténtica gastronomía peruana. / Piscomar (cebiche), Callao 24 (criolla), Hasaku (Nikkei), ADN Origen Perú (de mercado), Humo Goya y Humo Cuzco (pollos a la brasa) y su proyecto Bold Kitchen.
Este restaurante de cocina peruana contemporánea busca perfeccionar las recetas clásicas peruanas con el mejor producto disponible en el mercado español.
Abierto desde 2018, Quispe es el buque insignia de Grupo Quispe y un referente indiscutible de la cocina peruana en Madrid. Con una propuesta centrada en la cocina criolla, sin dejar de lado guiños a la nikkei y chifa, el restaurante destaca por su dominio de la técnica, el uso de productos de primera calidad y una estética, tanto de los platos como del espacio, que nos traslada al país andino. Cebiches, tiraditos o causas en la parte fría y desde arroces, ají de gallina, mariscos o pescados braseados hasta anticuchos, papas rellenas, pastel de choclo o empanadas en la parte caliente de la carta. La propuesta líquida no se queda atrás; el pisco bar ofrece distintas opciones para disfrutar del pisco sour y de los chilcanos.
Mis favoritos: El cebiche verde de corvina, el lomo saltado y el arroz chaufa. Tres de los platos más tradicionales peruanos con un producto excelente y toda la esencia del país.
Grupo Quispe: Quispe (criolla), Ponja Nikkei (nikkei) y Sillao (chifa).
Con cuatro ubicaciones en Madrid, este espacio combina la tradición china y la sazón peruana a través de platos auténticos repletos de sabor con ingredientes frescos.
Desde el arroz chaufa o los tallarines saltados hasta el pollo tipakay, estos clásicos de la chifa se preparan con técnicas al wok e ingredientes de calidad. A manos del chef Edwin Castro, Chifa Doromari nació del deseo de compartir una cocina única, respetando las raíces del chifa y dándole un toque actual a sus platos. “Bueno, bonito, barato y bravaso”, así es el menú del día según Edwin que incluye primero, seguro, bebida y postre. Además, las cantidades son muy generosas; si pedís a la carta, con uno o dos platos vais servidos.
Mis favoritos: El arroz chaufa, cualquiera de ellos (tienen más de diez variedades).
Desde Tripea, el chef madrileño Roberto Martínez Foronda apuesta por un concepto más informal de alta cocina fusión que homenajea Perú en el Mercado de la Paz.
Lo que empezó hace un año como una barra para ocho comensales, ya cuenta con otra mesa a parte con espacio para alguno más. Justo al lado del mítico Casa Dani, Triperito aterrizó con una propuesta callejera de alta cocina chifa que lleva la fusión entre Latinoamérica y Asia a otro nivel con platos como la ostra Poget con leche de tigre, la croqueta de ají de gallina o el wonton CharSiu “a la carbonara 5 especias chinas”. Todas las elaboraciones tienen ese twist tan personal de Foronda, como el arroz chaufa con abanico ibérico Joselito, nada que ver con la receta tradicional peruana. Todo un homenaje a un país que “me ha dado todo” y con el que creció profesionalmente. La carta, que consta de siete platos y un postre está pensada para que se pueda consumir en una hora aproximadamente. Cocina de mercado en estado puro.
Mis favoritos: El tiradito de salmón marinado con leche de tigre cremosa, jengibre y sésamo y el cebiche caliente de mejillones al wok con leche de tigre de ají amarillo y noodles “Tripea Represent”.
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