Foto de cabecera. TAIGA Delta de l'Ebre
TAIGA Campings Resorts es un nuevo modelo vacacional que revoluciona el concepto de camping elevando la calidad y la vivencia con nuevos alojamientos de calidad. Entre la variada oferta de los privilegiados enclaves están si elegimos el sur, TAIGA Conil, TAIGA Tarifa y TAIGA Almería Playa. Por otro lado, y con el río Ebro como protagonista tenemos TAIGA Lake Casper a orillas del Mar de Aragón y TAIGA Delta de l’Ebre ubicado en la l´Ampolla Tarragona. Elegí la última de las opciones en los albores de este verano y te aseguro que no me importaría alargarlo en algún otro de estos paraísos naturales.
Relato mi experiencia en TAIGA Delta de l’Ebre, aunque ya sabes que estás cosas de las vivencias conectadas con el ser y no con el estar son personales e intransferibles. Está ubicado frente al mar y la playa, muy cerquita del pueblo de l´Ampollá, un pueblo marinero donde dicen que todo es posible, donde se confunden el mar, la tierra y el rio. Un pueblo orgulloso que se erige como la puerta del Delta uno de los Parques Naturales más especiales de Cataluña. Y es que el Delta del Ebro es la mayor zona húmeda de Cataluña con una superficie de 320 km2. Recorrer unos cuantos en bicicleta (fuera del horario de los mosquitos) entre sus lagunas, aves, sonidos y los intensos colores de su maravilloso paisaje, es una de esas cosas que no se olvidan en la mochila vital. Me alojé en un cómodo y encantador bungalow perfecto para familias de hasta cinco personas con dos habitaciones, comedor con sofá, cocina, baño con ducha y terraza. Evito, a propósito, la palabra lujo porque creo que uno de los aciertos de este proyecto es el de hacerte vivir una experiencia muy confortable de forma natural sin perder el contacto con el campo y esos ecos y mensajes propios de la naturaleza. Otra posibilidad es su tienda “glamping” para hasta cuatro personas con un diseño muy particular. Opciones todas que se suman en una zona a las parcelas del propio camping tradicional. El complejo goza de un restaurante con una cuidada oferta gastronómica y precios sensatos donde poder degustar entre otras cosas buenos arroces y productos locales además de dos piscinas, instalaciones deportivas y distintas animaciones diurnas y nocturnas para adultos y niños.
Nada más entrar al lado de la recepción llama la atención un cartel de Salvemos el Delta. Y es que una de las bondades de Taiga y que me parece más sustancial es su apuesta por un turismo regenerativo promoviendo el respeto por el medio ambiente y favoreciendo el desarrollo económico y social del entorno. Una llamada de auxilio que se repetirá sin cesar en toda la zona con la esperanza de alentar a la administración a encontrar soluciones ante la paulatina desaparición de este paraíso único agudizado por el cambio climático y el retroceso incesante de las tierras. Para que te hagas una idea de cómo gana terreno el mar, los restos de la estructura del mítico Faro de Buda (que medía 53 metros), popularmente conocido como la torre Eiffel catalana, yacen sumergidos a más de diez metros bajo el nivel del mar a unos dos kilómetros de la costa. Pero es que hace un siglo, desde su base no se divisaba el mar, que estaba a más de un kilómetro de distancia de esta preciosa construcción elaborada en 1864 en Birmingham. Tras varios años sufriendo las inclemencias del mar un temporal lo termino de rematar en 1961.
Interesado por el asunto me apunté a una de las actividades promovidas por el resort; una visita en lancha hasta los caladeros de mejillones que contiene un restaurante sobre el mar para degustar mejillones y ostras cultivados en la misma batea y una visita a un acogedor museo del mar. Dejando al lado las bondades turísticas de la excursión, me impresionó la charla de Xavier Cabrera; un personaje curtido en el Delta y que ama su tierra con un conocimiento extremo del territorio y la problemática y que culpa a la dejadez de la administración paralizando los proyectos cada vez que hay elecciones y cambios, más que al cambio climático. Para Cabrera, que lucha con su hermano Rubén para concienciar desde el turismo; las altas temperaturas y la falta de oxígeno han provocado en una década un descenso en la producción de mejillones de 10 a 3 millones de toneladas. Un oficio, miticultor, que heredó de su abuelo y de su padre y que ahora quieren que sobreviva a sus hijos. Pero que tiene muy claro, que el Delta, uno de los hábitats de mayor riqueza y diversidad natural, sin ayuda y soluciones urgentes, tiene sus días contados.
Como reza su slogan fuimos naturalmente felices, si de eso se trataba.
Y sin duda septiembre es el mes perfecto para no decir adiós al verano y disfrutar de una experiencia y una alternativa vacacional de calidad y distinta en conexión con la naturaleza. Volar en Taiga Almería Playa (Cuevas del Almanzora) en parapente a motor de la mano del campeón mundial del parapente Cesar Maldonado, hacer Kitesurf o Windfoil en TAIGA Tarifa o Conil, o pescar en TAIGA Lake Caspe a orillas del Mar de Aragón, son algunos otros motivos para alargar la felicidad del verano.