El australiano Philip Noyce lleva cinco décadas, que se dice pronto, haciendo cine. Capaz de lo mejor (El americano impasible) y de lo peor (El coleccionista de huesos). Autor de mucho cine palomitero (eso que algunos llaman blockbuster), como Juego de patriotas, Peligro Inminente… Digamos que no es mi cine favorito.
La historia está basada en la novela de acción La jaula de los monos, de Victor Gischler. OK.
En esta ocasión nos ofrece otra de acción en la que Pierce Brosnan recupera su rol de asesino, pero esta vez, en lugar de tener licencia para matar y servir a su graciosa majestad, lo hace al servicio de un mafioso malísimo (no esperábamos esto de usted, señor Brosnan). Su sanguinario personaje (Charlie Swift) se ve envuelto en una trama de venganzas. Como pasa siempre que está la mafia de por medio…
Nos dicen que tenemos la ocasión de ver la última aparición en pantalla del gran James Caan (bueno, podemos ver todas las veces que queramos la saga de El padrino, por ejemplo, entre muchas otras). Pero en realidad hay un thriller pendiente de terminar para el que el norteamericano ya había rodado sus secuencias en el que interpretaba a un sheriff en la América profunda).
Que si “le gustará a los fans del género”, que es “entretenida” y “Brosnan ofrece su habitual carisma”… A ver. Estamos en verano. A la fresca, estas cosas hasta se disfrutan.
Tras su notable debut como directora y guionista con Falcon Lake (en Filmin, por cierto), y Babysitter, ambas estrenadas en el mismo año (2022), llega esta comedia con tintes románticos. Y es que el verano es el mes del amour…
“Sencilla”, “sin complejos”, “divertida”, “irreverente”, “sexy” (¿?), son algunas de las cosas que leo sobre ella. Recibió el César al Mejor Film extranjero en 2023, por cierto.
La semana pasada ya comenté que Hong Sang-soo tiene varios estrenos este año. Y ahora toca el de In water. Es imposible no pensar en Woody Allen y su genial Deconstructing Harry, que mostraba siempre al personaje que interpretaba Robin Williams desenfocado. Y es que In water está, por completo, desenfocada. Si no me creen vean el tráiler. Y para un miope como yo esto es “casa”, el día a día cuando no encuentras las gafas.
Resumo las opiniones leídas: una obra de arte. No me la pierdo, vaya.
Nota: Gracias a todas las personas que trabajan en Atalante Films por hacernos llegar las maravillas de este coreano. Bueno, lo hago extensivo a muchas otras distribuidoras que aman el buen cine. Chin-chin.
Otro canadiense, Chris Nash, que debuta con su primer largometraje. Nos la venden como uno de los fenómenos de terror del año. Y lo cierto es que el aspecto del monstruo da pavor. La sinopsis no puede ser más austera y directa: “Una voraz criatura zombi se abre paso a través de un bosque aislado”. Es un slasher** de manual, pero que por lo visto le da una vueltecita al género. Ya imaginamos visceras y miembros amputados y toneladas de sangre por doquier). Dicen que es: “Brutal”, “horripilante”, “espeluznante”, “gore”, “sugerente”, “absorbente baño de sangre”. ¡Toma ya!
Descrita como “comedia francesa (esas dos palabras seguidas, para mí, por norma general, forman un oxímoron) de engaños con algo de intriga”. La trama nos lleva de viaje en gabarra por el canal de Nivernais con una banda de pajarracos en apuros que quieren saldar sus deudas o enriquecerse extorsionando a su jefe.
En el reparto están, entre otros, Sandrine Kiberlain, Daniel Auteuil (sí, está en todas las películas francesas que llegan a nuestro país) y los hermanos Denis y Bruno Podalydès. Para alguno incluso es “brillante, sorprendente, hilarante”.
Habrá que ir a verla para opinar. Sí, bueno, ya veremos.
*Presidente de la Asociación Española de la Prensa Cinematográfica) de quien se cuenta que hacía sus reseñas analizando el cartel de la película. Nosotros damos un paso más: nos leemos sus sinopsis y lo que otros han dicho de ellas.
**Slash es cuchillada en inglés. Slasher es un subgénero del cine de terror en el que sabes que lo que vas a ver va a ser muy desagradable. Mucho tomate.
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