Fotos. 'Vivir el momento'
El amor está (y sigue) en todos los géneros
Historias de amor hay muchas en el cine. Miles. Desde comedias románticas hasta amores imposibles. El género sigue cautivando a los espectadores. 2025 comienza con Vivir el momento, un título que revela la máxima de esta nueva love story: en ella, Tobias y Almut, Andrew Garfield y Florence Pugh respectivamente, desafiarán al destino exprimiendo todo el tiempo que les toca vivir como pareja. John Crowley, que dirigió a Garfield en 2007 en el primer protagonista de Garfield, ‘Boy A’, se pone detrás de la cámara con esta historia romántica (que no comedia).
Aunque quizá perdiera interés durante un tiempo, el romance siempre ha tenido adeptos, explica Crowley. «Creo que eso se debe en parte a que floreció mucho hace 30 años con Richard Curtis. Desde ‘Cuatro bodas y un funeral’ en adelante, hubo una manera increíble de contar historias de amor nuevas, con inventivas llenas de personalidad, alegría y emoción. Y como suele suceder con eventos como ese, muchos otros intentaron hacer lo mismo, pero en realidad imitaban lo incorrecto de esas tramas», afirma el director.
«Después, la idea del romance y del amor parecieron migrar hacia material de época, y la gente parecía menos interesada en historias sobre parejas contemporáneas, a menos que fuera una rom-com pura y dura. Últimamente han aparecido nuevos títulos. Pero no es que la gente haya dejado de enamorarse», dice. No hay que olvidar que la película, pese a la intención aliviadora de su moraleja, no toca precisamente el humor. «Yo no quería hacer una comedia romántica ni nada por el estilo», señala Crowley. «Me llamaba el hecho de que fuera una historia sobre el amor y la muerte, que se forjara una vida entre estas personas y que emanara un significado», considera. El hecho de que Andrew y Florence la hayan interpretado tan bien le da una particularidad romántica que es deslumbrante, confiesa el cineasta, feliz con la química arrolladora de sus protagonistas. «Todo es parte de una especie de complejidad, quizás esa sea la clave. No se trata solo de un romance, hay muchos otros ingredientes».
Química a prueba de experimentos
Garfield reconoce que fue una suerte que John tuviera el instinto de que ambos disfrutarían haciendo esta película juntos. «Fue un acto de fe, porque no nos conocíamos. Sabíamos del trabajo del otro y nos valorábamos profesionalmente. Después, descubrimos que realmente disfrutábamos de la compañía del otro, y comenzamos a crear un vínculo de amistad a través del trabajo que estábamos haciendo. Siempre quiero un buen entorno para mí y quiero ayudar a crearlo para todos. A la hora de trabajar, quiero que me traten como a un niño en una zona de juegos y cometer errores. Quiero explorar, experimentar, que la vergüenza no tenga cabida en un espacio creativo, a menos que se use para la escena. Así que cuando ambos descubrimos que no había peligro en hacer tonterías el uno con el otro, parecer idiotas o equivocarnos, los dos en nuestra desnudez, física y emocionalmente, ahí ya pudimos sentir la intimidad de manera adecuada y comunicar eso al espectador».
Emociones a contrarreloj
Ese vínculo se necesitaba para una historia de este ámbito, en el que el tiempo y el destino juega en su contra. ‘Vivir el momento’ ahonda en uno de los grandes tabúes de la sociedad, la muerte, y la trama indaga profundamente en las emociones de una pareja. El personaje del actor, Tobias, es capaz de sondear su madurez emocional y está muy apegado a sus emociones. «No sabía que iba a ser de esa forma porque no estaba en el guion», admite Garfield. «Sucedió cuando estábamos rodando. Y de alguna manera sucedió así debido a lo que se estaba creando entre John, Florence y yo, de forma natural. La llegada de esta mujer a su vida despierta su corazón a un nivel para el que no estaba preparado. Simplemente dota su vida de significado, especialmente cuando llega su hija, además del deseo que se construye a lo largo de la película. Eso es maravilloso. Creo que muchos de los problemas del mundo se resolverían si los hombres expresaran sus sentimientos entre sí y supieran que pueden hacerlo sin peligro. Es un problema cultural que tenemos, como algo colectivo. Estoy a favor de que los hombres se permitan sentir y revelar su fragilidad, sus miedos y sus inseguridades a otros hombres. Hay algo muy poderoso cuando eso sucede y no solemos animarnos a hacer. Y es parte de mi trabajo hacer eso tanto como sea posible. Este personaje es un ejemplo maravilloso de cómo se puede vivir una vida plena y significativa a través de una experiencia emocional completa. Y eso no significa que sea un cobarde o débil, en realidad tiene acceso debido a lo mucho que siente, a su fiereza, a su ira y a su establecimiento de límites.
Aprender a decir adiós
Hace unos meses, Garfield se hizo viral por hablar tan abiertamente con Elmo, el personaje de ‘Barrio Sésamo’, de cómo ha afrontado la muerte de su madre, toda una lección de gestión de las emociones para los más pequeños. En la ficción, vuelve a transitar por ese arduo duelo, enseñando cómo sobrellevar tal proceso a los mayores.
«No sé cómo te preparas para esas cosas. En mi vida personal, la pérdida se ha vuelto mucho más presente. Supongo que entre los 30 y los 40, es más frecuente empezar a perder a más personas, ya sean amigos o familiares. Cuando sucede, te das cuenta de lo mucho que supuso esa persona y por qué duele tanto. Es una señal extraña de una vida bien vivida. Hay algo muy tranquilizador que encuentro en eso de recapacitar en que estoy aquí, en que estoy conectando, no estoy huyendo del dolor de amar«, reconoce. Para el que ha sido también Spider-Man, contar con este papel ha supuesto una oportunidad muy bonita de mostrar eso en pantalla, para así «honrar esa experiencia por la que todos pasamos. Creo que es algo muy importante, particularmente para nuestra cultura actual, porque hacemos grandes esfuerzos al huir de esa verdad inevitable que nos une a todos. Así que siento que convertirlo en arte y celebrarlo es en realidad lo único que le da sentido a nuestras vidas. Me sentí agradecido de poder celebrar la pérdida de esa manera. Es un signo de una vida bien vivida y de personas muy queridas, que disfrutaron del tiempo anterior.
‘Vivir el momento’ llega a los cines el 1 de enero.