Kunsthaus
El Museo de Arte, alberga una de las colecciones de arte más importantes de Suiza y de Europa.
Museo de arte
El original es de 1910 pero ha ido ampliando sus instalaciones a lo largo del tiempo. Uno de sus grandes tesoros es la colección de esculturas de Alberto Giacometti. La impresionante Puerta del infierno, de Rodin, nos da la bienvenida. En octubre de 2021 se inauguró la ampliación realizada por el arquitecto David Chipperfield que posibilitó que sea el mayor museo de arte del país.
Pabellón Le Corbusier
Fue construido entre 1963 y 1967 en el parque Zurichhorn por encargo de la galerista Heidi Weber.
Obra póstuma de Le Corbusier conocida también como Maison de l’homme
No fue planteado como una vivienda, aunque contiene lo necesario para serlo, sino para poder exponer y crear sus obras. Abre de mayo a noviembre y programa exposiciones, conciertos, talleres y conferencias, con la obra del genial arquitecto y artista como trasfondo.
Museo del Diseño
Allá donde mires todo tiene un porqué y está pensado para que sea útil, además de bello.
Zúrich es sinónimo de diseño
El icónico pelador de patatas creado por Alfred Neweczerzal (1931) es solo un ejemplo. Tipografías usadas a diario como la Helvética, la Frutiger o la sans-serif, provienen de aquí. Las dos sedes de su Museo del Diseño (Museum für Gestaltung) merecen una visita, especialmente la principal, de 1933, que expone diseño industrial, comunicación visual, arquitectura y artesanía. No te pierdas su increíble colección de carteles.
Arte público
Mecenazgo artístico
El mecenazgo artístico es habitual aquí, es una forma de dar gracias a la ciudad. La que ilustra este icono es Towers, en Escher-Wyss-Platz, una obra de los prestigiosos artistas cubanos Los Carpinteros. Algunos quieren ver los controles de una mesa de sonido (la ciudad alberga un importante festival de música electrónica en verano) pero se inspiran en brocas de taladro y herramientas, como homenaje al pasado industrial de la zona.
Agua / Lago Zúrich
Su lago se llama como la ciudad y tiene una extensión de 90 km2.
Un elemento primordial
Rodeado de parques, es una delicia en cualquier estación del año. La ciudad es atravesada por los ríos Limago y Sihl, y posee más de 1200 bellas fuentes, la inmensa mayoría, potables. La escultura de agua en el lago, Aquaretum, es obra del artista Andres Bosshard y cambia de aspecto en función de la actividad sísmica en La Tierra.
Lindenhof
Desde aquí tienes unas de las mejores vistas de la ciudad histórica.
Significa, literalmente, “patio de los tilos”.
En este parque y mirador donde crecen cerca de ochenta de estos hermosos arboles se hallaron los restos del primer asentamiento romano en la ciudad. Junto a la escalera de acceso hay una réplica de la lápida cuyo texto en latín permitió averiguar cómo era denominada en aquel tiempo la ciudad: Turicum. La original está en el Museo Nacional (5). En sus mesas-tablero puedes jugar una partida de ajedrez.
Grossmünster (Catedral)
Se dice que Carlomagno mandó construir aquí en el siglo VIII una iglesia en honor a los mártires Félix y Régula, patronos de la ciudad.
Iglesia románica
La iglesia románica fue construida entre los siglos XI y XII. Después se añadieron elementos góticos. Sus dos icónicas torres eran de finales del XV, pero un incendio las destruyó en 1763 y fueron reconstruidas. Su interior es austero, pues la Reforma vació de iconografía las iglesias protestantes, que fue a parar a los museos. Las vidrieras de Augusto Giacometti son de 1933.
Böögg
El Festival de Sechseläuten (literalmente “suenan las seis”) marca el inicio de la primavera.
Inicio de la primavera
El protagonista es el Böögg. Con su aspecto de fantasmal muñeco de nieve da más ternura que miedo. Arderá sobre una pira de madera a las 18:00 de la tarde del tercer lunes de abril. La tradición dice que cuanto más rápido llegue el fuego a la figura del muñeco y explote su cabeza, repleta de petardos, más caluroso será el verano. Puedes comprar una reproducción como souvenir. ¡Su cabeza también explota!
Reloj de St Peter
St. Peter es la única iglesia barroca de la ciudad. El reloj en la torre es el más grande de Europa.
Casi 9 metros de diámetro
Su esfera tiene un diámetro de 8,7 metros. Programan conciertos con frecuencia. Cuando entres, es probable que esté sonando su órgano. La instalación artística que encontramos en el patio de la entrada es todo un símbolo de cómo funciona esta ciudad: dos sillas frente a frente para favorecer el diálogo. Cualquier cambio y mejora se discute y consensúa.
Jardín botánico
Zúrich es un vergel de parques y vegetación. Jardines Botánicos, en realidad, hay dos.
El antiguo y el moderno
El antiguo (1837), es un remanso de paz situado en un antiguo baluarte defensivo de la ciudad, en el centro. El moderno está en el barrio de Seefeld y data de los años 70. Es reconocible por sus futuristas cúpulas con microclimas extremos, ya sean el de una frondosa selva tropical o un desértico jardín de cactus. Contiene alrededor de 7000 especies. Ambos son de acceso gratuito. Mejor deja la ropa de abrigo fuera…
Uetliberg
A 20 minutos del centro en tren desde la Estación Central se halla una sucesión de suaves montes de los que destaca Uetliberg.
Senderismo
Desde la estación homónima puedes acceder a la cima. Una vez allí puedes subir a la torre de observación (y antena), de acero, construida en 1990, que sustituyó a la de 1894. O comer en su restaurante. En invierno los paseos los puedes dar en trineo. También puedes hacer senderismo por la didáctica senda de los planetas.
Zürich-West / Europaallee
Zonas de afterwork y compras por antonomasia.
De compras
En Zürich-West, en las naves donde antaño se construían barcos o se ponían a punto motores en la última década ha surgido una gran zona de ocio y comercio. La reutilización de espacios industriales es tendencia en toda Suiza. Restaurantes y cafés locales se alternan con franquicias internacionales, así como tiendas montadas por jóvenes emprendedores, start-ups… En Europaallee puedes probar cervezas artesanales locales en la microcervecera Bierwerk Züri. Saluda a Max, Lidia y Valeria de nuestra parte.
Freitag
En 1993, los hermanos Freitag, diseñadores gráficos, querían evitar que yendo en bici se mojasen sus trabajos.
Más de 300 tiendas
Como no encontraron un bolso adecuado, lo crearon, tras fijarse en cómo impermeabilizaba la lona de un camión, que reutilizaron. Su primer bolso, cosido en casa, también empleaba un cinturón de seguridad y cámara de rueda de bici. Ahora está expuesto en el MoMA. Tienen más de 300 tiendas en todo el mundo y simbolizan un estilo de vida. Esta, la principal, es una espectacular torre de contenedores, readaptados.
Im Viadukt
El centro comercial más original de la ciudad.
Productos locales
Al noroeste de la ciudad, a lo largo de unos 600 metros bajo cada arco que soporta la vía del tren, encontramos cuidadas tiendas de productos de diseño, restaurantes, bares…
Puedes encontrar todo tipo de productos locales y artesanales de calidad, ropa y complementos, etc. Desde almorzar comida sana en el restaurante Markthalle a escuchar un concierto en Bogen F (73), en el extremo opuesto del viaducto.
Chocolate
En Zúrich los adictos al chocolate están en el paraíso.
Placer dulce
Las tiendas lo ofrecen en todos los formatos posibles como si de una joya se tratase. Tienes rutas con guía (también en español) para descubrir exquisitas marcas y locales como Dieter Meier, Max Chocolatier, Teuscher, La Flor o Sprüngli, entre otros muchos. La familia detrás de este último fundó en 1845 la primera fábrica en la Suiza de habla alemana. Desde 2020, coincidiendo con el 175 aniversario de la firma Lindt & Sprüngli, abrió sus puertas Lindt Home of Chocolate, un dulce templo que hasta tiene una fuente de la que mana chocolate
Tranvía
El primer tranvía de Zúrich, de 1880, era tirado por caballos. El electrificado arrancó en 1890.
Cómo moverse
En la actualidad es una de las columnas vertebrales del transporte público de la ciudad. Es puntual, cómodo, eficiente, ¡y bonito!; especialmente si nos subimos a los tranvías históricos de la línea 21, que funcionan el último fin de semana del mes (excepto en diciembre). La tarjeta de transporte Zürich Card te permite usar el transporte público de forma ilimitada (24 horas por 27 CHF; 72 horas, por 53 CHF).