La ruta del Ramen

María Lozano

Sabemos que te apetece tomarte un cuenco de ramen, y te lo vamos a poner fácil.

Foto: Ramen tradicional de Okinawa
Aunque es un símbolo de la gastronomía japonesa, el origen del ramen es chino. Llegó a Japón como una sopa de fideos sencilla, y la cultura nipona lo modificó, haciéndolo suyo. Manteniendo la parte esencial de la receta, el caldo y los fideos, la receta japonesa cambió el sencillo caldo chino por uno más denso y de cocción mucho más lenta -puede llegar a estar en el fuego hasta 12 horas-, fideos de elaboración artesanal, un acompañamiento que aporta las proteínas y un aderezo para darle un toque de sabor final.

El ramen aparenta sencillez, pero guarda lo mejor de la tradición gastronómica artesanal japonesa. Y quizás ese sea el secreto de que triunfe ya por todo el mundo. Desde que en 2015 la Guía Michelín empezó a incluir locales japoneses especializados en ramen, su popularidad ha sido imparable. Te dejamos aquí una selección de los lugares de la capital donde encontrarás el mejor ramen.

Hattori Hanzo

Si vamos a hablar de ramen tenemos que hablar del Hattori Hanzo, una auténtica taberna japonesa, a la que no le falta detalle, ubicada detrás de Gran Vía.
 

Desde 15€

Su apertura hace años revolucionó la oferta de ramen en la capital: nos acercaron el recetario clásico japonés, sus materias primas y mejores elaboraciones de la mano y la experiencia de su chef jefe, Borja Gracia. Si lo que buscas es entrar el calor tomando el ramen más típico como si estuvieses en una auténtica taberna nipona, ve hacia Mesoneros Romanos.

Ramen Kagura

En Ramen Kagura lo que mejor y más hacen es ramen. Y lo hacen muy bien. Tienen una carta sencilla, con cuatro tipos de menú y hasta 7 variedades de este plato japonés a base de caldo y fideos.

Desde 10€

Tienen ramen clásico, lo tienen sin caldo (mazesoba), y tienen diferentes especialidades según la temporada. Si te acercas a su local en verano podrás probar Hiyashichuka y Tenzaru Ramen, y en invierno Tantanmen, (el más picante). Eso sí, ve con tiempo porque es probable que vayas cuando vayas, te toque hacer cola.

Chuka ramen bar

La apuesta de Chuka Ramen se basa en acercar la comida popular japonesa al street food.
 

Desde 15€

La base de su carta se sustenta en baos, gyozas y ramen, que además cambian cada temporada para adaptarse a las materias primas y a los cambios de temperaturas. Y aunque no elaboran sus propios fideos, sus densos caldos sí que se elaboran siguiendo la receta tradicional del caldo de ramen: 8 horas de cocción y otras 8 de reposo para que en cada bocado se pueda apreciar cada condimento.

Ninja ramen

El espíritu de las izakaya, las tabernas tradicionales japonesas en las que comer de tapas, lo puedes encontrar también en Malasaña.

Desde 10€

En su carta tienen también gyozas y baos, pero la estrella de la casa es su ramen. La clave de su secreto está en que ellos mismos elaboran y amasan sus fideos artesanalmente. Si vas a su local podrás probar hasta 8 variedades diferentes de ramen.

Yokaloka

Yakaloka es un pequeño puesto en el corazón del Mercado de Antón Martín donde podrás encontrar platos tradicionales japoneses, cursos de sushi y algunos artículos específicos relacionados con la cultura y la gastronomía nipona.

Desde 12€

Pero lo que todo el mundo busca en su puesto es el ramen. Y eso que solo disponen de dos variedades. Si los visitas un martes o un miércoles podrás probar su ramen Tonkotsu, el clásico; pero si vas cualquier otro día encontrarás su Hyashi Ramen, una preparación mucho menos habitual y más desconocida, a base de bonito y algas y que se sirve frio).

Oishii sushi&ramen

Oishii es la palabra japonesa para referirse a algo delicioso.

Desde 8€

Y deliciosas son cada una de las 12 variedades diferentes de ramen que podrás encontrar en su espacio y que elaboran a diario. Es de hecho el lugar de todo Madrid donde más variedades de ramen vas a encontrar. Los tienen de tres clases y los hay tanto fríos como calientes. Pero no sólo encontrarás ramen, de su kaiten sushi, la barra giratoria, podrás probar también sushi, gyozas, y varios entrantes japoneses.

Morikaen

En Morikaen hay pocas florituras, y la verdad es que no las necesitan. Su local es discreto y sobrio. No hay farolillos o tatamis.

Desde 8€

Aquí lo único que nos mete de lleno en la cultura nipona es su comida. En su carta, entrantes y acompañamientos como sushi o brochetas, y hasta 16 tipos de ramen. Un local sin pretensiones donde encontrarás uno de los mejores platos de ramen de la ciudad.