Ruda Café
Desde el primer día que abrió sus puertas, Ruda Café se ha definido por el mismo objetivo: acercar el producto a todo tipo de clientes, tanto a los especializados como a los iniciados.
A un paso de El Rastro
Ubicado en pleno barrio de la Latina, este acogedor local se convierte en el lugar perfecto para interactuar con sus baristas y aprender más del amplísimo campo del café de especialidad. Cuentan además con una interesante selección de tés y dulces caseros, como el pan de plátano o la tarta de violeta.
Faraday
Rebosa de creatividad e invita a dejar pasar el tiempo mientras se observa el movimiento del barrio de Chueca a través de sus amplísimos ventanales.
Discos, diseños y café
Michelle y Rodrigo, sus propietarios, han logrado crear un proyecto a su gusto en el que cada detalle está cuidado al máximo: desde la butaca en la que sentarse, la reproducción analógica de la música o, por supuesto, la selección y preparación del café.
HanSo Café
Se podría decir que el Hanso Café actual se ha ido moldeando a través de la experiencia.
Desde 2013
Abrió siendo una cafetería común pero cuando sus propietarios se comenzaron a adentrar en el mundo del café de especialidad, no hubo marcha atrás. En HanSo se tienen en cuenta factores como la temporada, el origen, la variedad, el proceso, la altura o el tueste del café, para que el resultado en la taza sea inmejorable. Y no dudan en aportar un toque asiático a su propuesta como en el matcha o en su repostería.
Rebel Café
En esta cafetería de especialidad ubicada en el barrio de Chamberí se respira cariño por los cuatro costados.
Desde 2017
Tanto sus propietarios, Pablo y Marta, como el resto del equipo se encargan de que el cliente se sienta como en casa y lo demuestran adaptándose a sus gustos, invitándole a que pruebe nuevos productos y explicándole las particularidades de cada grano. Sus tartas caseras merecen una mención aparte, así como sus Pletzalej, rosquillas de pan judío que se elaboran siguiendo la receta de la abuela de Pablo.
Cafés Tornasol
Como leitmotiv llevan que el café se disfruta mejor sin prisas.
Entre Lavapiés y Las Letras
El mercado de Antón Martín se merecía un lugar como Cafés Tornasol, donde poder tomarse un rico café de especialidad con orígenes elegidos por tostadores artesanos, y acompañarlo de una tostada “Tirso” o unos huevos con aguacate “Cascorro”. Y si el tiempo apremia, sus preparados to go como el Cold Brew o el Cold Brew Negroni son la elección más acertada, tragos perfectos para lidiar con las altas temperaturas del verano madrileño.
Bianchi Kiosco Café
Un café sin más pretensiones que las de convertirse en el lugar seguro para compartir un buen café y una conversación entre vecinos.
'Specialty coffee house'
A pesar de dedicarse durante muchos años al mundo de la noche y de la música, Sandro Bianchi nunca perdió de vista las ganas de montar un negocio en el que el café y el buen ambiente fueran los protagonistas absolutos. Bianchi Kiosko Caffé es la materialización de ese deseo, un rincón de la calle San Joaquín y a dos pasos de la plaza de San Ildefonso, en el que una Marzocco, una Chemex o una V60 trabajan al ritmo de una buena banda sonora. Imprescindibles sus dulces ecológicos.
Café Angélica
En mitad del bullicio de la calle San Bernardo se encuentra este lugar de paz que es como una tregua del mundo que hay ahí fuera.
Café con nombre y apellidos
En Café Angelica trabajan solo con café de comercio justo y tostado a mano por ellos, con tes, hierbas y especias cuidadosamente seleccionadas y con bocadillos y tartas elaborados con productos de alta calidad y ecológicos. En este espacio se respira sensibilidad, cariño y un maravilloso aroma a café de verdad.
Feliz Coffee
Para ellos no se trata solo de café, sino de las personas que construyen barrio y comunidad en sus paredes.
Entre charlas cercanas y café
De Brooklyn al barrio de Las Letras. Allí se conocieron Zeis y Danica quienes fundaron este pequeño local, en el que las limitaciones de espacio fomentan crear comunidad a través de la conversación y la amistad que nacen de la cercanía. Además de vender el café que prepara a su medida una tostadora alemana “pensando en gustar a todos los paladares”, remarca Zeis, también venden productos artesanales y locales. Entre otros, su FELIZ taza o su FELIZ tote bag.
Café Madrid
Comparten señas de identidad que bien podrían ser las de nuestra ciudad misma: aperitivo y tertulia
'Tan madrileño, tan español'
En este caso, hacemos una excepción y nos salimos del territorio del café de especialidad para acercarnos al de la coctelería con café. En este local nos sumergimos en la atmósfera del café de tertulia al estilo del siglo XIX. Julio de la Torre, su coctelero de cabecera, prepara delicias como el vermú infusionado con café, que resulta ser una bebida amarga, dulce y con notas afrutadas; o el cafetronic, un trago fresco elaborado con tónica, ginebra y café, muy típico de países como Alemania o Polonia.
Dot Café
Su cercanía con el centro cultural Matadero (“el espacio más increíble de Madrid”) va en consonancia con su diseño y contemporaneidad.
Café, birras y comida rica
“No somos únicos, pero estamos convencidos de que lo hacemos de la mejor manera posible y con muchísimo cariño”, comenta María Formoso quien, junto a José Cifuentes montaron hace poco más de un año este bonito local (donde se asentaba Jupiter Drama). Además de tomar un café de especialidad de tueste barcelonés, Nomad Coffee (de hecho, fue Jordi Mestre, su fundador, “quien nos descubrió este bonito mundo”) puedes comer; por ejemplo, su bikini, hecho con pan de brioche (su producto más demandado), bowls, hummus, etc.