Diseño sostenible

Por EDM

El mundo del diseño está muy concienciado en la búsqueda de soluciones para que cualquier producto sea más sostenible, al igual que el packaging necesario para comercializarlo y transportarlo.

La reutilización de materiales y el mercado de segunda mano, para dar vida a objetos de calidad que perduran en el tiempo, resulta clave en este campo. Nos acercamos a algunos de los muchos locales con la conciencia más tranquila

ACdO

A los mandos del estudio de diseño ACdO, se encuentra Álvaro Catalán de Ocón.

PET Lamp, un proyecto que combina cestería y reutilización de botellas de plástico de PET para diseñar y crear lámparas de la mano de diferentes colectivos desfavorecidos.

“Pensamos en el diseño desde una perspectiva holística desde que surge la idea hasta su descomposición en el medio ambiente, pasando por la experiencia de uso y, sobre todo, qué historia nos cuenta a lo largo de su vida útil”, explica. Esta propuesta, que surgió como respuesta a un encargo para una exposición en el Museo de Arte Moderno de Bogotá en el que se buscaba trabajar la reutilización de botellas PET al tiempo que se concienciaba en torno a los residuos plásticos en el Amazonas colombiano, ha dado lugar a una colección de lámparas fabricadas con botellas de plástico y tejidos naturales desarrolladas en diferentes países en donde se puede profundizar en su cultura a través de sus materiales, texturas, colores, técnicas o patrones. Cada una de ellas ha sido confeccionada por artesanos locales con los que se alían para crear, concienciar y trabajar dando a los objetos una segunda vida y mejorando su uso. “La sostenibilidad está en manos de todos. Las empresas deben responder a esas demandas de manera honesta y comprometida y los gobiernos regular que lo que se diga, se haga y ser los primeros en actuar de manera ejemplar, que dista mucho de la realidad. Necesitamos un cambio radical en los hábitos de consumo”.

González y González

Dos amigos de la infancia, María Rosa y Javier, fundaron este proyecto que abrió sus puertas hace algo más de seis años.

Productos atemporales, genuinos y funcionales

Buscan diferenciarse: su cuidada selección de objetos proviene de países europeos, pero también de Japón o Corea. “Cuando comenzamos a pensar el concepto ya existían en España proyectos dedicados por entero a productos y objetos nacionales; sin embargo, existía un nicho en la selección de producto cotidiano de fuera de nuestras fronteras, muy apreciado en sus respectivos países y que apenas se conocía en nuestro país. Apostamos por ello y decidimos hacer nuestra propia selección basada en nuestra forma de entender la cotidianidad del objeto”.
 Le pedimos que nos destaque alguno de sus productos más especiales: «Todos tienen algo de especial, pero quizás nuestro jabón de Aleppo, que es fantástico para el cuidado de la piel, nuestros jabones de Marsella con aceites esenciales y nuestras tazas de cristal francesas que se remontan a una fábrica del siglo XV».

De vez en cuando sorprenden con un producto nuevo o una selección vintage, pero no pretenden ir ofreciendo novedades continuamente: “Nuestra filosofía es más slow, somos un comercio pequeño”.

Andreu World

Andreu World fue la primera empresa del mundo en tener una oferta completa con certificación FSC® al completo.

Solo utilizan madera sostenible obtenida de bosques reforestados (y la cuidan durante toda la cadena de custodia).

Esta feliz historia comienza en 1955, cuando Francisco Andreu Martí, del municipio valenciano de Alaquás, con 17 años decide seguir los pasos de su familia en el trabajo de la madera, y transforma el pequeño taller de ebanistería en una empresa que, desde hace décadas, es un referente internacional en la fabricación de mobiliario y, además, de forma sostenible. 

). “Desde el árbol hasta el producto final”. Su compromiso es el de lograr el 100% de los materiales y procesos en la economía circular para el 2025. Pero es que, además, sus productos son magníficos y están realizados por diseñadores de primer orden. Por ejemplo, acaban de lanzar Forest Club, con Philippe Stark, un sofá modulable que emplea madera sostenible FSC®100%, fabricado sin herrajes ni artificios.

La lista de premios acumulados es casi inabarcable. Un ejemplo: la silla Calma diseñada por Benjamin Hubert, acaba de recibir un premio Red Dot Design “Best of the Best”.

Es apabullante el compromiso con el que trabajan. Definen su proceso de trabajo como el de “industrializar la artesanía, sin perder la esencia”. Con las personas “siempre en el centro”, e invirtiendo en I +D + i “para ser más versátiles y eficientes”. Por ejemplo, han desarrollado tejidos propios a partir de plásticos de botellas PET y residuos textiles.

Promueven la Responsabilidad Social y el cuidado del medio ambiente, y sus valores les motivan a tener un comportamiento responsable basado en los más altos estándares, certificaciones y normas de calidad y seguridad a nivel internacional. Cada vez que compras uno de sus productos, estos vienen con sus correspondientes certificaciones. Entre otras, la certificación Greenhealth, que recomienda específicamente su uso en entornos sanitarios o residencias, por estar libres de químicos potencialmente peligrosos que pueden llegar a ser cancerígenos. 

Desde 2001, promueven el talento emergente con su Concurso Internacional de Diseño Andreu World, abierto a todas las edades, estudiantes y profesionales del diseño, la arquitectura y la creación.

Kelly Deco

El proyecto de Cristina Ros nació como pop-up en 2013 aunque la apertura de su tienda, en una antigua herrería del barrio de Numancia, es más reciente.

Principalmente ofrecen muebles italianos de las décadas de los 50-70 y mueble francés y sueco del siglo XIX.

“Todo aquello que nos encanta y que tiene algo interesante que contar”. Los muebles vintage pueden estar en perfecto estado de conservación, aunque a veces es necesario restaurar, “respetando siempre su diseño original”. Se consideran privilegiadas “por poder rodearse de objetos únicos especiales y bellos”. En ocasiones hasta les cuesta desprenderse de alguno: “Nos pasa a menudo. Tuvimos unos apliques de gigantes de Goffredo Reggiani que nos costó mucho poner a la venta. Eran únicos”.

Mosaista

Iván Alvarado, diseñador y artesano, decidió fundar Mosaista en 2002.

Tener bien asentados los pies en el suelo es básico para cualquier proyecto o negocio.

Siguiendo métodos tradicionales y el sistema de producción del artesano menorquín Miguel Adrover, la principal peculiaridad que ofrece es la posibilidad de restaurar suelos de baldosas antiguos, algo que consigue con una perfección que iguala o mejora el original. Es un proceso lento, creando cada baldosa, una a una, en Madrid, en Arganda del Rey. Sus colecciones, de formas geométricas más o menos complejas y con alegres colores, están pensadas para adaptarse a todo tipo de espacios, gustos y miradas.

Triple Ferraz

Considerado el primer coworking y espacio de eventos ecológico de España (con un certificado CO2 nulo que lo avala)

Triple Ferraz nace en un viejo edificio industrial, que había quedado abandonado.

Tras varias rehabilitaciones con prácticas arquitectónicas ecológicas, a día de hoy se ha convertirlo en un espacio sano para el planeta y las personas que lo habitan. “Es un lugar donde la construcción no agrede, no emite electromagnetismo, ni COV (compuestos orgánicos volátiles) y posee luz natural y aire filtrado. Eso, además, crea una sensación de bienestar intangible que se traduce en mejores condiciones para trabajar, genera mayor creatividad y productividad”, explica Raquel. Esta idea, que surgió también junto a Rocío Traba, es parte de una filosofía de trabajo que busca “enfocar la transformación de la sociedad hacia culturas regenerativas”. Por estos motivos, Triple Ferraz se considera una “empresa de triple balance que mide su desempeño económico, medioambiental y social y que se mueve con objetivos alineados con estos vectores de actividad”. Sobre esta filosofía de trabajo se puede saber más en las II Jornadas REGEN, sobre vivienda ecológica y culturas regenerativas que están organizando junto a Distrito Natural y en las que ponen de manifiesto la urgencia real del cambio”. Porque, “el momento de actuar es ahora”.

Raquel Traba

La Recova

La Recova del El Rastro fue la primera que abrieron África y Luis en 2009 y hace cinco años llegó MidCentury-LaRecova en Chueca.

Su leitmotiv es que la calidad no tiene por qué ir reñida con un precio razonable.

“Para nosotros, la segunda mano supone un factor principal en nuestra inspiración: consideramos que este tipo de muebles midcentury, por su diseño y calidad, deben ser rescatados para aprovecharnos de sus cualidades y para que no se olviden”, nos comenta África. Siempre consultan libros y documentación para que esas piezas respeten al original.

Todos recordamos los muebles de casa de nuestros abuelos… “En España había poco diseño en los 50-60 y por eso solemos viajar bastante por Europa ya que es la estética que ofrecemos”. De los particulares que les ofrecen sus herencias, rara vez encuentran algo que les valga: “Buscamos tesoros en subastas y ferias internacionales”.

Los más demandados quizá sean los de almacenaje, como “los aparadores de tamaños medianos. Son muy prácticos porque tienen mucha capacidad para guardar y a la vez se pueden usar para colocar la tele encima”, argumenta.

Cuando restauran un mueble en mal estado “es un placer para la vista y el tacto. Y el cliente reconoce ese acabado que le damos acariciándolo y luego lo ves en su casa es algo que nos llena de alegría, casi más que la venta en sí”.

Friggantik

Martina Akesson, hija de anticuarios de Malmö y Alberto Muñoz, hijo de un ebanista de Madrid, fundaron FriggAntik,

“para poder ofrecer una nueva vida al mobiliario nórdico"

Apostamos por un consumo moderado de nuevos materiales en la decoración y creemos que el consumo de este estilo de mueble en el hogar marca una diferencia en la sensación de confort en la decoración”, nos comenta Alberto.

Dentro de esta corriente trabajan el midcentury (mediados del siglo XX) y dentro de este estilo, les apasiona ”la línea de diseño de los años 50; sus detalles, acabados y la combinación del color que ésta sea una época inconfundible”. También, piezas en madera natural procedentes de casas de campo, de las que nos destaca “las piezas de estilo Gustaviano, auténticas antigüedades”. 

La restauración o tapizado la encargan a profesionales “siendo fieles al origen de la pieza”. En algunos casos, como en los muebles de granja, lijan la pintura para dejar de la madera vista. “También actualizamos la cuestión eléctrica de las piezas por seguridad”. 

Si tuviesen que escoger la pieza más especial que ofrecen actualmente sería “un conjunto completo de sillón y dos butacas de Kerstin Hörlin-Holmquist. El sofá se llama Paradise, y las butacas Adán y Eva”. Y un mueble del siglo XVII de farmacia, donde se almacenaban pócimas y fórmulas magistrales”.