Porque divertirse es más importante que ganar
Ganar siempre es agradable pero perder puede ser mucho más divertido. En 2001, el equipo de fútbol de la Samoa Americana fue derrotado por 31-0 en la Copa Mundial. Fue la peor derrota de la historia de ese campeonato. En nuestro país, decimos de alguien que tiene “más moral que el alcoyano” cuando no se rinde nunca. El origen de esta expresión está en 1948, cuando los del Alcoy, que iban perdiendo por una goleada, se enfadaron con el árbitro porque pitó el final del partido un minuto antes. Alcoyanos aunque sean de Samoa, el equipo reclutó a un prestigioso entrenador (al que interpreta Michael Fassbender) para poder remontar en el siguiente torneo. Eso sí, quizá no contaban con que el pobre hombre tampoco estaba en su mejor momento. ¿Y es que quién no ha perdido la esperanza después de un contratiempo?
Ganador del Oscar al mejor guión adaptado y nominado también en el apartado de mejor película, Taika Waititi arrasó en todo el mundo con 2019 con Jojo Rabbit, en la que realizaba una ácida sátira del nazismo que también reflejaba toda su crueldad. Poco antes, con Thor: Ragnarok (2017), de la que también dirigiría su secuela, Thor: Love and Thunder (2022), ya quedó claro que el también actor Waititi, que es neozelandés maorí, tiene un talento especial para la carcajada. En El peor equipo del mundo, brilla la comedia para toda la familia por todo lo alto en una película sobre el valor de la amistad y el espíritu de equipo que realiza un apasionado canto a no rendirse nunca. Porque tuvieron que pasar algunos años desde aquella épica derrota pero finalmente, en 2011, los de Samoa ganaron un partido.
Inspirada en un documental que ya contó esta clásica historia de caída, redención y triunfo del espíritu humano, Michael Fassbender, nominado al Oscar, que interpreta al entrenador Thomas Rongen en la película, tiene claro que Waititi era el director ideal detrás de la cámara: “Taika tiene un talento muy especial. Cuando estás creando historias humanas y quieres que el público experimente una aventura emocional, la risa siempre es la mejor herramienta. Él entiende muy bien esto y también a las personas y le apasiona lo que hace”. En el reparto también encontramos a otra gran estrella como Elizabeth Moss, célebre por las series como Mad Men o El cuento de la criada y de películas tan conocidas como Nosotros (Jordan Peele, 2019).
Y es que además de su talento como cineasta, Waititi conoce bien la cultura de la Samoa Americana, que para los occidentales puede resultar tan exótica y lejana. Los valores fundamentales de la vida de Samoa Americana son el altruismo y las prioridades de la fe, la familia y la aceptación. Son un contrapunto directo a la ignorancia y a la ira que el entrenador Thomas Rongen (el personaje de Fassbender) arrastra cuando llega por primera vez al país al comienzo de la película. A medida que Rongen se abre al estilo de vida de Samoa Americana, su corazón también se abre. Conocemos de esta manera una cultura mucho menos centrada en el ego que la nuestra en la que la familia, y la comunidad, son un elemento esencial de la convivencia. Un espíritu, claro está, que enlaza con los verdaderos valores deportivos.
Por razones logísticas, no fue posible rodar la película en la Samoa Americana, con lo cual fue rodada en Hawai, con unos paisajes y una cultura similares. El propio Waititi explica por qué tras haber ambientada en la Alemania nazi Jojo rabbit o en un mundo de fantasía la saga Thor, esta es una historia que le sirve para conectar con sus raíces: ““Esta película es la más personal que he hecho hasta la fecha», dice Waititi. “Estar en Hawai, rodeado y apoyado por esta gran familia hawaiana y polinesia, fue maravilloso. He vivido intermitentemente en Hawai durante muchos años; Allí nació mi segunda hija. Tengo profundos vínculos personales con la isla y rodar allí también significa dar a conocer esa comunidad más amplia de las islas polinesias del Pacífico”.
A partir del 27 de diciembre solo en cines