Foto de cabecera. Hermanos Villalón
Desde que abrió en 2009, Angelita Madrid ha recibido numerosos reconocimientos que han premiado su innovador concepto apoyado en el movimiento del farm to table (en este caso, farm to glass) y el trabajo e investigación que hay detrás de cada una de las creaciones de la carta. Todo este esfuerzo y creatividad le ha valido para aparecer en The World’s 50 Best Bars, el listado más importante de la industria.
Lo cierto es que 2024 está siendo un año de cambios y de hitos para Angelita, que a principios de año decidía cerrar mes y medio para reformar y repensar los espacios, el concepto y el personal. Entre las novedades, se producía un cambio de horario, pasando a abrir de lunes a viernes desde las 17:30h a las 02:00h. También presentaron hace poco una línea propia de destilados y mocktails embotellados ideados por Mario Villalón que forman parte de Simbiosis, su nuevo menú. En esta propuesta, cada trago representa la asociación de dos o más plantas, teniendo en cuenta la estacionalidad y el control al 100% del producto.
Madrid como ciudad anfitriona de The World’s 50 Best Bars
La presencia de Angelita Madrid en The World’s 50 Best Bars, junto a otras reconocidas españolas como Salmon Guru, Sips o Paradiso reflejan la consolidación de nuestro país como referente en la industria mundial del hospitality. Además, la 16ª edición de los premios se celebra el próximo 22 de octubre en el recinto Madrid Arena, acogiendo a los bartenders y coctelerías más prestigiosas del mundo.
Sobre Angelita Madrid. Sostenibilidad y (r)evolución
Regentado por los hermanos Villalón, David y Mario y ubicado en pleno centro de la ciudad, Angelita Madrid aborda las recetas desde el punto de vista de la cocina más vanguardista, logrando incorporar a sus creaciones líquidas procesos técnicos como esferificaciones o fermentaciones, e ingredientes menos ortodoxos como verduras, hortalizas y vinos.
Las elaboraciones de la carta incluyen productos procedentes de su huerta ubicada en Zamora y del microhuerto que tienen en su propia barra. Tanto en el restaurante como en la coctelería, se apuesta por el desperdicio cero, el aprovechamiento total del producto y el uso de ingredientes locales y de temporada. No sirven café, por no ser producto de proximidad y prescinden del hielo, ahorrando 70.000 kilos de agua al año.