Foto de cabecera © Los Ilusos Films 2024
Para este filme, el director de La virgen de agosto (2019), Jonás Trueba, renueva la colaboración con sus actores predilectos Itsaso Arana (su pareja) y Vito Sanz. Ellos dan vida a Ale y a Alex quienes, después de catorce años de amor, deciden separarse organizando una fiesta con sus seres queridos.
Y ojo, que la película fue la ganadora en la pasada de edición del Festival de Cannes del premio Europa Cinemas Cannes Label Prize a la Mejor Película Europea de la Quincena de realizadores.
Durante el proceso de organización de la tan esperada celebración se generan situaciones tensas a la par que cómicas, pero sobre todo se incrementan las dudas sobre si realmente la ruptura se trata de una separación amistosa aparentemente indolora o, como bien señala el título, si la reconciliación y la vuelta a la normalidad en pareja es lo que mejor define sus caminos.
A parte del tono cercano e intimista de diversas secuencias filmadas en interiores modestos que muestran un duelo atravesado por la monotonía de una pareja que ha perdido el amor, y el realismo en el tratamiento psicológico de la misma que pone a flor de piel los sentimientos del espectador, esta película también se caracteriza por fusionar la realidad y la ficción al presentar a Ale como una directora de cine y a Alex como un actor con ciertos altibajos, posiciones profesionales que encarnan en la vida real.
Al fin y al cabo, los protagonistas pretenden festejar que la vida no se acaba y que aún tienen muchas películas que rodar. El director, por tanto, pretende transmitir una moraleja bastante nihilista en la que la clausura de una fase vital no es razón para ahogarse en la tristeza.
“Un poco repetitiva” es la opinión de uno de los personajes -amigo íntimo de la casi expareja- durante la escena de la proyección del primer montaje de una de las películas de Ale y que, efectivamente, es una autocrítica intencionada sobre la propia película de Trueba.
A grandes rasgos, el trabajo de Jonás Trueba nunca falla gracias a la frescura y vitalidad de sus personajes y a la constante incertidumbre que caracteriza sus obras abiertas y de final no definido. Aunque se haya presentado en el Festival de Cannes, de una manera u otra, Volveréis no trascenderá más allá de sus antiguos filmes, pues toca un tema universal que puede llegar a transmitir un intenso sentimiento a aquel público que esté pasando por el mismo duelo.