Foto de cabecera. Fotograma 'Segundo Premio'
Isaki Lacuesta venía de recoger el testigo de Jonás Trueba que desfalleció en el intento. Sabía que hacer una película al gusto de la insondable banda granadina era un imposible. Su acierto es que la cinta transita alrededor del mito y su onírico en una versión imaginada que la hace si cabe más verdadera. Porque una leyenda es una manera de entender las cosas que no tienen explicación ni para sus disímiles protagonistas con cuyo arte se identificó toda una generación.
Si hablamos de una de las películas del año es porque transciende al biopic para hablarnos de arte, amistad, crisis y transformación, o lo que es lo mismo de vida.
Después de un proyecto tan abrupto ¿Te esperabas tanto éxito?
Nunca espero nada porque nada es lo que suele ocurrir. El estado natural de las películas es que no se hagan y una vez se hacen que las vea poca gente. Lo cual tampoco me parece mal si la gente que va sale tocada por ellas. Así que estamos muy contentos.
Todo esto lo empezó Jonás Trueba…
Jonás después de bastantes años con la película deja de creer en ella y me llama. Entonces es cuando hago un guion nuevo y distinto también con Fernando Navarro que había escrito el guion con Jonás- Hacemos un nuevo casting y ahí arranca el proyecto- la película en si es una resurrección, lo que me parece ideal para esta película de vampiros y fantasmas.
¿Quiénes eran para tí Los Planetas?
Cuando vas a Granada te das cuenta de que lo que se impone como en la película es el mito. Lo que te cuentan en la calle lo hacen en primera persona. Todo el mundo tiene alguna historia con ellos, desde el taxista, al panadero. Todos te cuentan su versión de Los Planetas.
¿Como se han tomado la película los miembros de Los Planetas?
Floren y May prefieren no verla. Eric la vio el otro día y nos mandó felicitaciones. Y Jota, ha hecho como Johnny Cash, que escribió “no hagáis nunca una película sobre mí, si lo hacéis la veré dos veces” Solo que en su caso nos dejó la libertad de hacerla. Hay varias cosas que a Jota le gustaron y otras que evidentemente le incomodan empezando porque no es la película que él hubiera hecho y continuando porque esta especie espejo deformante con parecidos y diferencias que es complicado de ver para ellos. Elogió a Cristalino en su papel de Floren y su trabajo como actor, como músico y como utiliza el andaluz oriental, pero le cuesta más verse en su personaje.
Pero en la propia película queda muy patente que “no es una película sobre los Planetas” ¿o sí?
Se contradicen unos a otros, como si fuera una tradición oral que va pasando de boca en boca y se distorsiona, se enriquece, se cambia. Lo que pasa con las canciones, que dejan de ser de quien las hace. Jota me decía “claro es que nosotros no hablamos tanto. Somos como los del bar, cuando se pelean sin hablar”. Es una relación muy parca en palabras como en la escena que se pelean, pero en su cabeza, sin moverse.
Trabajaste con actores y músicos. ¿Es fácil equilibrar la balanza?
La clave era buscar una semejanza sin caer en la caricatura, tanto en el casting, como en las actuaciones. No queríamos buscar a sus idénticos, ni que el maquillaje y peluquería buscaran la copia porque suele quedar fatal. Buscábamos que cerrando los ojos pudieras sentir el parecido, la esencia, pero con entidad propia. Habrá quién preferiría que sonaran Los Planetas, pero me dan mucha pereza las películas con coitus interruptus, cuando de repente les cambia la voz a todos. Me parece muy falso. La ventaja fue que eran una banda de verdad que se conocían todos. La clave era integrar a Daniel Ibáñez en el papel de Jota que era el único que venía de fuera y que además tenía que hacer de líder.
¿En algún momento del rodaje tuviste dudas sobre el propio proyecto?
La duda principal, que es una duda muy pequeñita, fue si conseguiríamos que fuera una película musical y narrativa a la vez. Andábamos preocupados de como funcionaría la voz de Daniel. Entonces apareció el productor musical, Jaime Beltrán, que ha trabajado con los Planetas. Y vimos que a través del sonido conseguíamos acercarnos más la esencia por lo que hicimos una deconstrucción para que Daniel cantara más natural.