Foto de cabecera © Andrés Castaño
Cuando Javier Liñán me dijo que fuera a ver a los británicos Henge, que les había visto en la Fun House y que le dejaron alucinado, no me lo pensé ni un segundo. Así que apunté como cita obligatoria el concierto en Madrid del cuarteto. Y lo que me encontré fue a la banda más divertida en directo que he visto en mucho tiempo. Primero por su vestuario y su poder performativo. Y luego por la originalidad entre analógica y marciana de su propuesta. Liderados por un maestro de ceremonias sin igual como Matthew Whitaker (bajo el personaje de Zpor, voz y guitarra). Su rock crossover es de una originalidad única, recoge matices del prog rock, del krautrock hasta ínfulas de The B’52, Devo o Frank Zappa. Ellos lo llaman ‘basura cósmica’ (Cosmic Dross en inglés).
Así Zpor resulta una especie de hechicero con su galas y su luz galáctica encima de su cabeza. Informa a los espectadores, terrícolas, que nos disponemos a viajar al espacio. Y menudo viaje musical más divertido. Mi amigo Marcos decía que creía que estaba en un local de recreativos. Sonidos y pulsos musicales que tienen algo de desconexión estelar y recuerdan a videojuegos y al universo más imaginativo. Es la segunda banda, la primera los portugueses Capitão Fausto, que veo colocar la mesa de sonido a la altura del público y no en el altillo habitual de la sala, y sonar brillante. Repasaron canciones de sus cuatro álbumes hasta la fecha: Journey to Voltus B (2025), Alpha Test 4 (2023), ExoKosm (2020) y Attention Earth! (2018).
El público bailó, saltó y fue hechizado por el magnetismo del ‘amado líder’ Zpor. Música que se instala como melodías pegadizas, con un mensaje de hermandad, diversidad hasta de antimilitarismo. Genial ese cierre con Demilitarise en la que ensañando los versos en una grandes cartulinas consiguieron que el público coreáramos los versos. Una canción además que recurre al likembé, un instrumento percusivo que popularizó la banda Konono nº1. Su vestuario no deja indiferente y le da empaque a su puesta escénica. El vestuario al servicio del espectáculo, las incomodidades no son inconveniente. Con Henge el espectáculo es total. Luego en su puesto de merchandising puedes encontrar camisetas, sus álbumes en CD y vinilo, una cinta de pelo o hasta los tres cómics publicados junto a los artistas Tom Eglington y Boo Cook y editados por la revista de ciencia ficción y cómic 2000AD.
Mucho peso tiene la parte electrónica con toda la parafernalia de sintes de Roy Medhurst (bajo el alias de Grok). Completan el cuarteto ataviados de extraterrestres Goo (de nombre Pete Turner, bajo y sintes) y Nom (de nombre Sam Draper, batería). Súper original las bases de Get Outta Ma House y es que la música tiene ese punto libre de la improvisación pero también combina elementos sintéticos y melódicos. Exo es una canción expansiva, que apela al poder catártico del rock. O la saltarina y espídica In Praise of Water, que elogia los elementos como el agua y la luz. Esos ritmos alocados de Altered State despiertan el lado festivo y juguetón que posee la música, que nos lleva a otros lugares. Y vaya si lo consigue esta música ensoñadora, marciana que suena a clásicos del rock y a un cruce de estilos de lo más original y creativo. No apto para mentes poco heterodoxas. La fiesta fue total. La música tuvo ese punto o lugar de encuentro, de evasión y de diversión. Zpor acabó el concierto y no paró de hacerse fotos con todo el mundo. Más majo que las pesetas.
