Escalada en Patones
Este plan estrella para un (típico) domingo de verano madrileño, parte de diversos paisajes de roca caliza con vías de dificultad baja (quintos), ideal para los primeros avances en escalada deportiva. Después puedes continuar tus pasos desde Patones de Abajo, por la Senda del Barranco y paralelo al arroyo, hasta el pueblo medieval de Patones de Arriba, famoso por sus casas de pizarra negra atravesadas por calles sinuosas y sus restaurantes siempre esperándote con una cerveza fresquita. En esa subida se puede disfrutar de vistas al Canal de Isabel II y la Cueva del Aire. ¡Preparad los gatos!
Valsaín
A 75 kilómetros de Madrid, -por la A-6 y M-601 pasando por el puerto de Navacerrada-, esta ruta circular de 14 kilómetros puede hacerse en dos o tres horas y arranca en La Pradera de Navalhorno. Su camino destapa uno de los puntos fortificados más singulares de esta zona, dónde se localizan restos del frente de la guerra civil española con parapetos, fortines, trincheras, entre otras. Una combinación de montañismo, historia y deleite geológico.
Cascadas del Purgatorio
Recorrido de senderismo en plena Sierra de Guadarrama, -no circular de 6,30 kilómetros, que se completa en menos de dos horas-, es uno de los más emblemáticos del Valle del Paular de Rascafría. Sin prisa, pero sin pausa, se transita por dos cascadas, una atravesando el puente del Perdón; y el Monasterio de El Paular (este verano, por cierto, tienes en su interior la exposición de pinturas de Carmen Álvarez-Coto, hasta el 23 de julio), desde donde se dejan atrás las piscinas naturales de Las Presillas y el valle del río Aguillón. ¿La recompensa? Llegar al mirador de la cascada del Purgatorio, zona escarpada eso sí, que nos descubre uno de los paisajes más recomendables de la sierra madrileña.