A los madrileños nos encanta irnos de fin de semana para conocer los lugares tan increíbles que tenemos justo al lado. Buscamos el mar, la playa, la aventura, la cultura y la gastronomía. El turismo gastronómico es cada vez más común entre los españoles, las ganas por conocer el producto local es una de las principales motivaciones para elegir destino a la hora de planear un viaje.
En Cantabria no solo se come estupendamente, sino que además se pueden encontrar vinos sorprendentes (sobre todo si sois más de blanco que de tinto). “Atraer el turismo el resto del año, no solo en verano”, es uno de los objetivos de la donostiarra Esther Olaizola, una de las gerentes de Bodegas Miradorio de Ruiloba. Se trata de “hacer zona” con un producto como es el vino de Cantabria que posee un valor añadido: el mar. Esta vocación por potenciar la costa occidental de Cantabria y sus posibilidades enoturísticas se ha ido expandiendo a medida que ha ido creciendo el proyecto.
El norte tiene ese algo que nos engancha, que nos hace volver y que nos enamora, sobre todo a los madrileños. Por eso, si sois amantes del verde del norte tan cautivador, del vino y de las experiencias ‘de paladar’, este es vuestro plan. Una escapada memorable cuyo souvenir será el recuerdo de un buen vino. Y es que los recuerdos que se generan a través del gusto y del olfato son más intensos y duraderos que las imágenes o los sonidos.
Visita a los viñedos y cata en bodega
Esta escapada de fin de semana comienza con la visita a los viñedos, localizados en la Finca Herbazoso, situada en una zona de Ruiloba con unas vistas privilegiadas, desde donde podréis admirar la belleza natural del entorno. Mientras, os explicarán mediante anécdotas e historias cómo se vive el proceso de la vendimia en unos viñedos con semejante pendiente. Para llegar hasta ellos se organizan coches todo terreno que harán del trayecto toda una aventura de lo más divertida.
Tras la visita, volveréis a las bodegas, un espacio familiar y muy acogedor donde todo lo que alcanza a la vista, está hecho a mano por el tolano Gabriel Bueno, el otro artífice del proyecto y marido de Esther. Y es que no solo los vinos son de elaboración propia, la decoración de la bodega también. Durante la visita, os narrarán cómo es la experiencia de traer el fruto y todo el proceso hasta empezar con el estrujado, cuando se rompe la piel de la uva, conocida como hollejo. Para los agricultores es sin duda el mejor momento del año, cuando el olor del mosto invade toda la bodega.
Llega el momento más esperado, el de probar los ‘vinos de la tierra’. Cuentan con tres referencias: dos blancos elaborados en Ruiloba y un tinto bajo la DO Rioja, hecho con las uvas procedentes de su finca en La Rioja Alavesa. El pasado sábado 10 de junio, Bodegas Miradorio organizó una fiesta para presentar las nuevas añadas, la 2022 de Mar de Fondo y Tussío 2022, que ya son reconocidos en la localidad y en la comunidad, y que ya están en el mercado.
Mar de Fondo nace de la combinación de las variedades Riesling, Hondarrabi Zuri, Albariño y Godello, un vino único, más complejo y aromático, perfecto para acompañar productos del mar; Tussío surge con la mezcla de Hondarrabi Zuri (75%) y Albariño (25%), un vino fresco y aromático con marcada personalidad y un color amarillo limón brillante. En boca desvela esencia de fruta combinada con una acidez controlada que inmediatamente te hace salivar y te proporciona una agradable frescura. ¿Notas de cata? Solo hay que decir que, por una cosa u otra, ambos saben a Cantabria.
Si queréis gozar de la experiencia al completo, tenéis la opción de probar el menú degustación compuesto de deliciosos platos en los que prima la calidad del producto local por encima de la elaboración, que es muy sencilla. Disfrutaréis de sus quesos y anchoas de la tierra, con embutidos ibéricos y un buen cocido montañés (no al que estamos acostumbrados los madrileños). Todo ello maridado con sus vinos y rematado con quesada y café de puchero.
También tenéis a vuestra disposición el Wine Bar sin necesidad de reserva previa, para degustar, además de los vinos, una gran variedad de productos gourmet de Cantabria, como las anchoas de Santoña, los sobaos o las mermeladas. [Disponibles en su tienda online]
Más planes por los alrededores
Para completar el resto del fin de semana, sugerimos la visita a Comillas, a tan solo cinco minutos en coche, una excursión a la playa de Oyambre y el atardecer en el restaurante El Remedio que se encuentra al lado de un mirador con unas vistas espectaculares. Las rabas están increíbles y maridan perfectamente con los blancos de Miradorio (disponibles en este espacio). También os animamos a comer en Restaurante La Pradera, ubicado en el barrio de Ruiseñada de Comillas, que ofrece platos tradicionales con un toque de creatividad, elaborados con materia prima de calidad.
Sobre Bodegas Miradorio
“¿Y por qué no recuperar la tradición vitivinícola?”. La idea de esta bodega familiar situada en un entorno privilegiado surgió en 2013 en Getaria cuando Esther y Gabriel se hicieron esta pregunta junto a dos botellas de Txakolí, “las más caras de la historia”. Para ello dieron con el enclave perfecto en Ruiloba, pueblo marinero con costas salvajes anclado entre las más turísticas villas de Comillas, San Vicente de la Barquera o Santillana del Mar. “Miradorio es el proyecto de cinco amantes del vino que quisieron rescatar una tradición perdida en Cantabria desde el siglo XIX”, explica Esther Olaizola.
Los viñedos de la bodega son únicos ya que se encuentran a menos de 1km del mar, orientación Norte y con pendientes de más de un 35%, algo que no va a pasar desapercibido en el sabor. Sus tres vinos tienen un toque salino, no solo por el salitre del agua que salpica la planta, sino por lo que aporta la salinidad y características de la tierra a la uva.
Tienen plantadas cuatro variedades de uva blanca: Hondarrabi Zuri, Albariño, Godello y Riesling. Como no tenían variedades autóctonas, utilizaron uva atlántica y mezclaron distintas variedades para conseguir un vino diferente a un Txakolí vasco o un Albariño de Galicia.
Actualmente los vinos de la empresa se encuentran al amparo de la IGP (Indicación Geográfica Protegida), como ‘Vino de la tierra Costa de Cantabria’, junto con otras 14 bodegas.
Información útil
Consultar horarios y disponibilidad de Lunes a Domingo
Duración aproximada de la visita: 1h30min
Visita al viñedo y bodega + cata de vinos: 18€/ persona
Reservas para grupos
Precio menú: 36€/persona
Precio menú + visita viñedos: 40€/persona
Reservas: (+34) 942 722 622 – 653 873 425 o en este enlace
PVP Vinos
Mar de Fondo 2022: 16 €
Tussío 2022: 11€