Foto de cabecer. Jessie Chaton (izquierda) y Jean-Philippe Freu (derecha) © Rubén Sanz
Rinôçérôse inició su carrera en la colección de electrónica del sello madrileño Elefant Records a finales de los 90, con Retrospective (Stereophonic Elefant Dance Recordings, 1997) adentrándose en la estela de la French Touch, en una combinación de indie pop con el house y el electro. Para su concierto en Madrid recuperaron seis canciones del clásico Installation Sonore (V2, 1999), y cinco del último álbum, más un apunte de su debut, otro de Music Kills Me (V2, 2002) y dos de Schizophonia (V2, 2005).
Salieron a por todas y enseguida el público madrileño se entregó a la fiesta musical que despliega Rinôçérôse con todo su esplendor. Radiocapte y Psychoanalysis sirvieron de arranque ideal para calentar la atmósfera. Acompañan al dúo formado por Jean-Philippe Freu (voz y guitarra) y Patrice ‘Patou’ (bajo) dos guitarras y un batería. Cuentan con las colaboraciones vocales estelares de Bnann (en Sunny Disposition y Cubicle) y de Jessie Chaton (en Bitch y Addiction). Ambos vocalistas son puros animales escénicos: Bnann aporta una voz salvaje e impotente, y Jessie Chaton, con esas pintas entre heavies y glam, es puro espectáculo e ímpetu a través de su voz aguerrida. Las dos canciones de Schizophonia son dos clásicos de la banda: Bitch ofrece la cara más punk y Cubicle la parte más electro.

Addiction apunta un electrofunk bien sabroso. Temas instrumentales como My Heroes and my Ego o Teenage Hormonal Revolution tienen chicha, frescura y ritmo. Se desata la locura con el clásico Le Guitaristic House Organisation, con el electrorock de Bloodspot o la rockera Music Kills Me. En algunos momentos pierden el fuego, la llama, con canciones menos convincentes, como Mes Vacances a Rio o 323 Secondes de Musique Repetitive, pero lo recuperan con más hits como Le Mobilier. Un concierto en el que los franceses salieron triunfantes y agradecidos del público madrileño, animado y generoso. Rinôçérôse siguen animando la vida. Menudos conciertazos se gastan. Que combinación más infalible el de su rock, con funk, electro y house: éxito total.
