Sin noticias del artista desde 2021, tras su último single publicado Eduardo, Ed Maverick vuelve de su largo retiro de la industria, no solo a los escenarios de su país, sino a los europeos con una pequeña gira que ha parado en Londres, Berlín, Madrid y acaba hoy en Paris.
Quien me iba a decir mientras escribía sobre cantautores mexicanos hace casi un año, que ayer por la noche iba a vivir uno de los conciertos más bonitos a los que he asistido. Después de un tiempo esperando este momento, que parecía que no iba a llegar -al menos en el corto plazo-, he podido disfrutar del directo del mexicano en las butacas del Teatro Lope de Vega. Y no podía ser de otra manera que en la intimidad y con la acústica de este tipo de espacio. La voz de Ed sin duda lo merece. Ha sido uno de esos conciertos en los que no hace falta ponerse en primera fila. Se vive igual de intenso -o incluso más- cerrando los ojos y poniendo todos los esfuerzos en uno de nuestros sentidos: el oído.
Mientras algunos artistas necesitan una puesta en escena sobrecargada con un grupo de bailarines, una banda completa y un volumen de música desmedido para conseguir un show de aprobado, otros como Ed solo precisan de una guitarra, un foco, un micrófono, del dominio y la destreza de la voz y de la maestría para interpretar los versos de sus poesías.
Una noche emotiva y mágica con un público emocionado y más que entregado.
Ed Maverick presenta su nuevo disco en Europa y pasa por Madrid
A finales del 2024, Ed Maverick publicaba su cuarto álbum de estudio La Nube en el Jardín, con un formato innovador y distinto a lo habitual. 53 minutos y 49 segundos es lo que dura este track continuo que contiene doce canciones. Cantadas de seguido, entre una y otra se escucha al artista pasando partituras o el sonido que hacen las cuerdas de la guitarra al rozarlas con los dedos. Toda una experiencia auditiva ininterrumpida muy parecida –imagino– a la de la grabación de un disco.
La puesta en escena era austera; desnuda. Un foco que iluminaba desde atrás o desde arriba, haciendo que gran parte de la cara del mexicano estuviera en sombra durante la mayor parte del tiempo. Quien siga a Maverick desde el principio sabe que lo más importante para él es que su música destaque sobre la figura pública. El escenario estaba dividido en tres estaciones entre las cuales el artista se iba moviendo. Una alfombra en el suelo con el cableado, las partituras y el afinador. Al fondo tres lonas en las que de vez en cuando se proyectaban lo que parecían nubes en movimiento combinadas con la sombra del artista. El acompañamiento ideal para los temas que sonaban a través de las cuerdas vocales con una precisión tan fascinante, que parecía que se estaba reproduciendo el disco tal cual. Ni una sola nota fuera de su sitio.
La noche arrancaba con el folk de Valor de Más, la primera del disco. La interpretación de Vuelve, amor fue de otro universo. Los aplausos posteriores parecían no acabar nunca. La historia seguía con otros temas como Arcoíris o No Hay Problema hasta llegar a la preciosa Nadie va a pensar en ti mejor que yo, donde Maverick hizo una demostración de su habilidad para jugar con los silencios y con los cambios de intensidad. Otro de los momentazos del concierto.
Cuando la música es artesanía (mexicana)
Maverick cerraba la presentación del disco con el último tema, Sueños. Más de cinco minutos a un ritmo lento, suave y con unos agudos que recorrieron todos los rincones del teatro. Un momento único y mágico en el Lope de Vega protagonizado por un silencio absoluto entre un público que contenía la respiración. Ni una sola pantalla –o casi ninguna- encendida para grabar. Todas las miradas fijas en Ed, que se alejaba y acercaba al micrófono mientras interpretaba la canción. Magnético, emocionante, tierno, profundo.
Fue en ese preciso instante cuando me vino a la cabeza la palabra ‘artesanía’. Un concepto que parece que no tiene sentido en esta industria pero que en este caso encaja más que nunca. Un trabajo bien hecho, sin prisas, con mimo; un disco producido ‘a mano’. Después de este 5 de mayo puedo decir que Maverick es, no solo artista, sino artesano de la música.
Ed Maverick, ¿próximo disco?
Al acabar La Nube en el Jardín nos deleitó con algunos de sus temas anteriores; la mitad elegidos por él y la otra mitad por el público, que los pedía a gritos. Sonaron siete canciones a modo de repaso de sus otros álbumes: Acurrucar, Fuentes de Ortiz, Contenta, Ropa de Bazar, Siempreestoypati, Ensenada y Hoy somos seres nuevos. Entre una y otra, afinaba la guitarra y nos contaba alguna que otra anécdota como la de su álbum Mix: “ya no me gusta, lo hice con 16 años”. Esa conversación que pudimos tener con él durante el show fue otra de las cosas que lo hizo tan especial.
Entre los comentarios del público, se coló por el micrófono de Maverick una pregunta sobre un posible nuevo disco. Afortunadamente la escuchó y contestó: “no tiene nada que ver con lo que he hecho hasta ahora, pero será bonito”. No hay fecha concreta; probablemente para el año que viene. Lo que si nos pudo asegurar es que volverá a España más adelante.
