En la foto: Julieta Álvarez
Carmencita es su nueva oda a lo femenino, aunque creemos que lleva compartiendo este mensaje desde su primera colección, hace ya más de doce años. Julieta Álvarez, una de las ceramistas más sublimes del panorama del diseño y la creación actual, tiene una nueva propuesta. En este caso se trata de un sensible homenaje con nombre propio, que se hace realidad a través de una selección de piezas de joyería artesana que muchas y muchos soñamos ya con llevar encima.
¿Cuándo decidiste que era el momento de sacar esta nueva colección y que este sería el tema a defender por cada una de sus piezas?
Carmencita es una colección que lleva unos tres años en la recámara, he ido pasando por un montón de ideas diferentes, hasta que caí en que podría funcionar perfectamente con las formas de lo que más me gusta hacer ahora, flores de cerámica.
¿Cómo es la colección? Háblanos de sus colores, de sus formas, de la inspiración.
La nueva colección Carmencita es florida, primaveral, alegre, colorida. He añadido el verde oliva para combinarlo con tonos pasteles y marrones metalizados. Las formas son todo flores: lirios, girasoles o lantanas. Me gustan las flores que crecen en la naturaleza de forma silvestre, desordenada, libre y hermosa.
Años con las manos en la masa, en el barro, mejor dicho. ¿Te has planteado trabajar con otros materiales? ¿Qué otras disciplinas podrían captar tu atención?
Sí, a lo largo de estos años se me han ido ocurriendo varios cambios de material e incluso de disciplina. Espero que la próxima colección ya esté realizada en estos nuevos materiales, será una combinación de técnicas de artesanía tradicional y nuevas tecnologías.
Hemos visto tus pendientes XL en pasarelas, portadas de moda, museos internacionales, ¿Dónde más te gustaría verlos? ¿Alguna mujer icónica que querrías que los llevara?
Me encanta verlos en la gente, mujeres de cualquier edad, muy diferentes en varios aspectos. Me encanta que las piezas les acompañen en fiestas, bodas y momentos de celebración y festejo.
Un negocio que perdura y prospera durante más de una década, ¿cómo se hace eso? ¿trucos?
Dentro de nada, en diciembre, la marca cumplirá 12 años, una barbaridad. En este tiempo he pasado por un montón de fases, momentos arriba y abajo, un montón de alegrías y dificultades. Creo que lo que me ha hecho mantenerme hasta el día de hoy es el hecho de trabajar con un material que me enamora y con el que puedes aprender eternamente. También me encanta la libertad y flexibilidad que te da tener tu propio negocio y disfrutar de lo que haces.
¿A dónde quieres llevar tu firma con el paso del tiempo?
Sigo con muchas ganas de hacer piezas grandes y meterme en el mundo de la instalación artística. Lo genial es que la cerámica te permite todo esto y mucho más.
Carmencita. Hemos leído que era tu abuela, pero ¿qué más cosas era Carmencita? Háblanos de ella y de lo que os unía.
Carmencita era una mujer maravillosa, divertida, coqueta, inteligente y que nos quería muchísimo a todos los de su familia y amigos. Pero, esta colección es un homenaje también a las mujeres que han influido en mi vida y mi trabajo, algunas las conocí, con otras convivo y a otras las he leído o disfrutado a través de su obra.
¿Qué otras grandes mujeres han inspirado tu trabajo y qué huella ha dejado cada una en tus creaciones?
Mi abuela María, psicoanalista y escritora. Desde muy pequeñita me enseñó con su ejemplo que una mujer autónoma podía valerse perfectamente por sí misma, siempre bien rodeada de los suyos, claro.
Todas las mujeres de mi familia, mi madre, mis hermanas, primas, sobrinas, tías. Y por supuesto artistas cuya obra me fascina como, Ruth Asawa, Georgia O’Keeffe; Barbara Hepworth, Pina Bausch, Yayoi Kusama o Helen Frankenthaler.
El arte y la moda siempre han tenido una conexión poderosa. ¿Cómo ves la relación entre la cerámica y la alta joyería? ¿Qué aporta tu trabajo a esta fusión?
Sí, siempre ha sido una combinación poderosa, como en la unión de Schiaparelli y Dalí, Yves Saint Laurent y Mondrian o Takashi Murakami y Vuitton. Colaborar con grandes marcas como Lladró me ha aportado una manera distinta de pensar el diseño cerámico y los propios procesos técnicos.
En tus colecciones siempre hay una fuerte carga de emociones, de significado y de simbolismo. ¿Qué mensaje crees que transmite alguien que se pone una de tus piezas?
La verdad es que no tengo ni idea, trabajo de una forma súper intuitiva y bastante caótica con muy poca autoconciencia sobre lo que hago o pretendo contar. En el proceso de trabajo me muevo más bien por impulsos y por necesidad, sin tener muy claro lo que esto llegará a transmitir.