En mi libro, Cambia el Mundo:10 pasos hacia una vida sostenible (Zenith), planteo estas preguntas: ¿En qué momento basamos nuestra existencia en el consumo? ¿Desde cuándo es más importante tener que ser? ¿Cuándo empezamos a relacionar el ocio, el estatus, el éxito, la esencia del ser humano o la felicidad con el consumo? ¿Qué nos ha llevado a tener nuestros hogares abarrotados de objetos y prendas que apenas utilizamos?
Nos reafirmamos a través de la ropa que vestimos, del bolso de marca que llevamos, del coche que conducimos, etc. El mensaje que nos envía la sociedad de excesos en la que vivimos es claro: eres lo que tienes.
Sin embargo, sabemos que no es real.
Pero, ¿qué hay detrás del consumismo? Hay muchas razones por la que acabamos cayendo en el consumismo y es importante identificarlas:
Reafirmarnos y proyectar una imagen de éxito.
Tapar vacíos, emociones y frustraciones internas. ¿Quién no se ha comprado algo cuando tenía un mal día o como premio?
Comparación con otra persona y aspirar a algo mejor
Como solución a “problemas”. Ej. Crema antiedad para combatir el envejecimiento.
Cuando nuestro ocio está ligado demasiado al consumo. Ej. Ir a dar una vuelta a un centro comercial.
Y ahora pensarás, y ¿qué puedo hacer para consumir de manera responsable? Mi objetivo con este artículo no es culpabilizarte o hacerte sentir mal. Todos en mayor o medida hemos hecho alguna compra compulsiva.