En su vida caben muchas vidas. Los 22 años dedicado a la cocina le han llevado a China, San Sebastián o a Londres. Ha regentado un restaurante con estrella Michelin, pero también se ha cansado y ha renunciado a ella porque necesitaba la cercanía con el comensal. El resultado de todos estos viajes y riesgos es Doppelgänger, un restaurante heterodoxo, con espacio para 25 personas por turno, donde puede hablar con su característico ‘ejque’ y dejarse la piel a gusto. Foto: Lucía Zapata para El Duende
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