Grandes nombres del diseño de moda, de la gastronomía, la música o el cine; en general en todas las facetas de la cultura francesa, han sido aliados o colaboradores de una aerolínea que siempre ha querido distinguirse por su mimo en los detalles y exquisitez.
Gran embajadora de la gastronomía francesa, su colaboración en los años 70 con “La grande cuisine française”, asociación de diez grandes de la cocina (Paul Bocuse, Gaston Lenôtre, etc.) supuso el inicio de un trabajo constante junto a Estrellas Michelin. El afamado Joël Robuchon (25 estrellas Michelin), desaparecido este año, creó exquisitos menús para La Prèmiere (la clase más exclusiva de la compañía). En 2005, Olivier Poussier (mejor sumiller del mundo en 2000) comienza a asesorar a Air France en la selección de vinos. Hoy, colabora con 17 prestigiosos chefs para elaborar sus más selectos menús. Ofrece productos de la tierra y platos refinados, cuidando el origen sostenible de sus ingredientes, frescos y de temporada e incluyendo siempre platos vegetarianos.
A partir de los años sesenta, Air France comenzó a colaborar con grandes nombres de la moda para el diseño de los uniformes de su tripulación: desde Dior, con su director artístico Marc Bohan o Balenciaga, a Nina Ricci o Christian Lacroix (sus diseños se siguen utilizando en la actualidad). Con motivo de este aniversario el diseñador Xavier Ronze, jefe de talleres de vestuario del Ballet de la Opera de Paris, presentó en septiembre pasado cinco espectaculares vestidos que reinterpretan la filosofía de la compañía y que fueron expuestos en las Galerías Lafayette de París.
Para el diseño de todos los elementos, desde la vajilla a bordo, las salas VIP y muchos elementos de la cabina, ha contado con talentos como los de Jean Picart Le Doux, Raymond Loewy, Andrée Putman, Philippe Starck, Eugeni Quitllet, Radi Designers, Charlotte Perriand (colaboradora de Le Corbusier), Eric Gizard, Jean-Marie Massaud… Y ha recibido premios por ello. El más reciente, el Oro en los premios Stratégies du Design Global por el diseño de cabina de su Airbus A220 realizado por SGK Brandimage, firma con la que lleva más de 20 años de colaboración.
La aerolínea ha colaborado desde sus inicios con ilustradores, cartelistas, grafistas, cineastas y fotógrafos de renombre a lo largo de casi un siglo: Tabuchi, Paul Colin, Albert Solon, Roger de Valerio, Raymond Savignac, Jean Carlu, Georges Mathieu, Paul Jenkins, Sonia Delaunay, Camille Hilaire, André Masson, Serge Poliakoff, Zao Wou-Ki, Nathaniel Goldberg… En 2010, se inauguró una galería de proyección en tres pantallas a bordo del A380, en colaboración con grandes museos del mundo.
Su vinculación con el cine es muy relevante. Colabora con el Festival de Cannes desde 1987 y en sus vuelos ofrece cerca de 350 películas, apoyando de manera especial el cine francés.
Quizá la asociación más célebre sea con la mítica Casablanca (1942) en la que el caballito de mar alado que tenía en su primer logo la compañía aparece en la mítica escena final. El aeropuerto Orly Sud (1961) ha sido decorado real para películas de grandes como Godard, Tati o Truffaut. También la flota de Air France ha formado parte de sus secuencias, desde El distraído, de Pierre Richard (1970), a Moonraker de Lewis Gilbert (1979) o El Cairo, nido de espías de Michel Hazanavicius (2006). Para sus campañas Air France ha contado con el talento de cineastas de prestigio como Michel Gondry o Hou Hsiao Hsien.
Todos tenemos en mente los retratos de las grandes estrellas de la música bajando por las escaleras de un avión en sus giras: ya en los años 30, la gran Joséphine Baker era una cliente habitual del vuelo París-Londres. Desde 1966 la música está presente en sus vuelos. Al principio fue solo música clásica, en la actualidad Air France ofrece a bordo una amplia y variada playlist que abarca todos los géneros musicales.
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