Citándome a mí misma: “Los conciertos o festivales son experiencias colectivas en las que se produce un contagio emocional que nos lleva a la liberación y desahogo individual”. Este artículo que escribí hace unos meses sobre las propiedades terapéuticas de la música en directo no podía tener más sentido después del bolo de Sexy Zebras del sábado 22 de marzo. Una de las incógnitas que no contemplé al hablar de ello fue la increíble experiencia de los pogos. Y no lo hice porque no lo había vivido en concierto; hasta ahora.
Hace exactamente tres meses, un 22 de diciembre en la misma Riviera, alguien me preguntó si conocía Sexy Zebras. Desde entonces sus temas no han salido de mis listas de reproducción y durante esta última semana sus letras no han dejado de hacer eco en mi cabeza.
Sexy Zebras. Himnos de una generación
Después de una semana con el mismo tema en bucle –y no solo musical–, María y yo nos presentamos en el concierto de Sexy Zebras. Como siempre, entramos las últimas, con el tiempo muy justo. La energía y fuerza del público fue in crescendo, por etapas. Abrieron con Bailaremos, pasando por Libres, Mañana no existe o Puñales y claveles, hasta llegar a Quiero follar contigo, donde la cosa empezó a calentarse.
Gabi se enorgullecía del significado que su propio público estaba dando a los versos de sus canciones. Y de esto va precisamente la crónica. Letras de amor y desamor que, llevada por la emoción y los sentimientos del momento, hice –y hago– mías, para acabar cerrando el ciclo.
Crónica de un pogo anunciado
Llorar, saltar, bailar, gritar, cantar a todo pulmón y, ahora, meterse en un pogo. Lo que parece que empezó como un tipo de baile en los clubs de baile jamaicanos, hoy es todo un arte y una manera de desahogarse durante los eventos de música en directo. Que os lo cuente Deivi Ruiz, amigo y creador del proyecto @_pogología.
Se desconoce el origen real de esta práctica que se está viviendo cada vez más en conciertos de artistas indie como Carolina Durante, Alcalá Norte o Cala Vento. A este último asistí yo misma sin saber que iba a suponer un antes y un después. Aparentemente el pogo se originó entre los 50 y los 60 con la música ska y el skanking («baile que consistía en el movimiento de brazos de una persona corriendo mientras se alternaban codos doblados y golpes de puño a derecha e izquierda»). Posteriormente fue mutando durante la escena británica punk de los 70 y extendiéndose a otros géneros como el heavy metal o el hardcore. El término hace referencia al pogo stick, un juguete con forma alargada para saltar de pie con ayuda de un muelle. En otras partes del mundo se utilizan otros nombres como slam o mosh.
Volviendo al concierto, llegó el turno de Pogo, el nuevo tema de Sexy Zebras que vio la luz hace tan solo un mes. Y, aunque en Cala Vento no lo hice, esta vez sí me atreví. Yo sí me atreví. Cogidas de la mano –malísima idea–, María y yo entramos en uno sin pensar en el después. Y fue en ese momento cuando entendí todo: el calor de la gente que no conoces de nada, los reproches y la rabia representados en cada uno de los choques –sin agresividad, por supuesto, una de las máximas de cualquier pogo– y un caos ordenado al ritmo de las canciones. Por una vez todos los males que llevaba dentro salieron por los poros de mi piel y no a través de las lágrimas.
Nos abrimos, nos miramos, saltamos al vacío y, o coincidimos o nos alejamos.
Días de Mierda en Madrid
No es casualidad que este haya sido el mes de marzo más lluvioso de la historia de Madrid, ni tampoco que con Sexy Zebras por fin haya salido el sol después de esta última semana de tormenta. Con un Manzanares desbordado, Gabi, José y Jesús nos dieron tres de las mejores noches musicales del año. La última parte del concierto estuvo marcada por temazos como Charly García, Jaleo, Nena, Días de Mierda o Tonterías.
Suenan los primeros acordes de una de las canciones más esperadas por el público. Ninguno de los dos somos el bueno o el malo. Ninguno de los dos estábamos equivocados … Deja que pase lo que tenga que pasar, nena. Deja que pase, porque va a pasar igual. A buen entendedor, una canción basta.
Han quedado tantas cosas que te quería contar. Pero ya da igual, ya no importa. … No pude verlo venir. Qué mierda acabar así. Como si fuéramos dos desconocidos. No voy a escribir con rencor. (Solo para desahogarme). No voy a culpar al amor. Solo teníamos que haberlo hablado. Los coros de los asistentes se escuchaban en Marte.
Otro de los momentos estelares de la noche fue cuando apareció en el escenario la melena rosa de la invitada más especial. Marisol llegó para cantarnos lo más importante: Algunas veces gana el amor, Marisol, Marisol. Algunas veces gana el amor. Y otras no, y otras no.
Y con verdades, mentiras, palabras –y audios– que sobran y demasiadas tonterías, Sexy Zebras cerró los tres conciertos de La Riviera en Madrid.
Novedades de Sexy Zebras. Nuevo tema y nueva fecha.
Además de tocar su nuevo tema Bravo, el grupo anunció su bolo más importante hasta el momento: un Movistar Arena el 24 de enero de 2026 “para hacer el pogo aún más grande”. Un concierto enmarcado dentro de la programación de Inverfest, el festival del invierno madrileño.
[Entradas]
Sexy Zebras. 22 de marzo de 2025 (La Riviera). Terminamos donde empezamos.
