África posee mucha riqueza cultural, aparte de todas las materias primas que desde Occidente tratamos de arrebatarles. El continente africano padece numerosas guerras que ensombrecen sus bonanzas y su progreso. Pero entre ese clima bélico, Malí incluido, la música surge como revulsivo, resistencia y energía poderosa que transmite todo el esplendor africano. Oumou Sangaré nos ofreció una buena ración de baile, ritmos seductores y mensajes esperanzadores y luminosos. Venía de Estados Unidos y reconocía que el ‘jet lag’ les tenía un poco confundidos, pero estaban encantados y con muchas ganas de tocar en Madrid. Venía a presentar ‘Timbuktu’ (2022) su séptimo disco, junto a su banda de 5 músicos (un cuarteto francés y su maestro de la kora) y dos coristas africanas. Oumou (1990) fue el primer disco que nos descubrió a una cantante arrebatadora con que hoy sigue predicando el poder de la música de Malí, y concretamente de su estilo wassalou.
Desde entonces la música de Sangaré nos ha transmitido parte de esas raíces en forma de ritmos que quieren mitigar la tragedia de la guerra, y nos conquista con la sonoridad y la magia de la kora. Todo lo que crea su música refleja pura luminosidad, que Sangaré es lo que quiere ofrecer de su país, Malí, porque la música genera espacios de paz y comunidad, de encuentro y baile. Su concierto de Madrid tuvo mucho de baile, y algo de introspección, la fortaleza y el frenesí de la guitarra eléctrica con lo envolvente de los teclados, de la kora, de un bajo melódico, y la batería lanzando ritmos endiablados para dejarse llevar por la libertad del cuerpo. Dedicó también a las mujeres, y a su capacidad de dar vida, alguna de sus canciones.
Se centró en ‘Timbuktu’ aunque recorrió parte de su discografía, desde sus primeros discos de la década de los 90, con canciones como ‘Diaraby Nene’, ‘Kounadia’ hasta envolventes como ‘Kamelemba’. Acabó su concierto madrileño con ‘Yala’, de su disco de debut, una canción de ritmo adictivo y coros muy adecuados para hacer partícipe al público. Un concierto de esos que te conectan con el universo y con el poder transformador de la música. Ojalá la música acallará las armas.