Vestido con una pajarita del color de la marca y con esa energía contagiosa que le caracteriza, nos habla sobre la nueva botella, su infancia en Angers, el mundo de la coctelería y la historia y evolución de este licor francés de naranja tan emblemático.
Si hablamos de Cointreau, hablamos de Angers, ciudad situada en el departamento de Maine y Loira, de la región Países del Loira, que ha vuelto a ser elegida por segunda vez consecutiva como la mejor ciudad para vivir. La historia de esta localidad francesa está directamente relacionada con el nacimiento de la marca, hasta tal punto que puede saborearse en el licor. “Angers es una ciudad muy importante para la familia”, enfatiza. Tanto que su madre, que no vivía en Angers estando embarazada de Alfred, fue trasladada a la ciudad días antes de dar a luz a petición de su padre, que quería estar seguro de que su hijo naciese ahí. Y es que “antes que embajador de Cointreau, soy embajador de Angers”, recalca. “Mi abuela ha educado a todos sus nietos sobre cómo utilizar Cointreau en los cócteles”.
En Cointreau podemos percibir esa “dulzura de Angers” tan característica, en consonancia con su agradable clima y su temperatura. No solo se intuye en el sabor del licor, también en el diseño de la botella. “Los habitantes están muy atados a esta empresa”, subraya. Hace unos años, el periódico local hizo un sondeo para averiguar cuál era la empresa que representaba mejor la región, según los habitantes. El 75% de la población respondió Cointreau. “Hoy en día, no tenemos ninguna obligación de quedarnos en Angers, podríamos destilar las naranjas aquí en Madrid o en Asia. Es una elección familiar”.
“Guardamos el ADN de la botella”, asegura Alfred que aprovecha para contarnos todo acerca de la historia y la evolución de la botella de Cointreau. La primera generación creó la destilería con dos objetivos: por un lado, trabajar con ingredientes naturales de la región, y por el otro, replicar los rosetones de la catedral. Fue la segunda generación quien quiso crear algo nuevo y hacer algo único. Decidieron trabajar con la naranja porque en aquella época, en Europa, era una fruta poco común y exótica que Édouard Cointreau quiso popularizar. Rompiendo con todos los códigos, decidió crear una botella con una dimensión de exportación optimizada para que no se quedase solo en Francia, “por eso es cuadrada”. En el siglo XIX todavía había personas que no sabían leer, por lo que no podían ver el contenido de las etiquetas. A través del diseño, buscaban vehiculizar los mensajes, creando así una botella cuadrada con cuatro esquinas que representan los cuatro ingredientes del licor: agua, alcohol, azúcar y piel de naranja. “Un packaging que cuenta una historia”, apunta Cointreau.
La nueva botella mantiene su formato cuadrado y los cristales en color ámbar. Se han incorporado ilustraciones de naranjas, además de un guiño a los alambiques de cobre donde se destila y varios elementos en relieve que mejoran su usabilidad. Destaca también una ilustración de la puerta de la primera destilería de Angers. Además, la botella es cuatro milímetros más alta que la anterior, pero mantiene el mismo peso del vidrio, sin impacto en su huella de carbono. El nuevo packaging conserva el medallón con el año de nacimiento de la casa, y en la parte trasera se ha introducido un código QR con acceso a cientos de recetas, clásicas y contemporáneas, además de varios trucos sobre cómo preparar deliciosos cócteles. La botella al completo se ha fabricado con dos tercios de vidrio reciclado y materiales procedentes de Francia.
Cointreau está presente en más de 500 cócteles en la actualidad. Alfred asegura que “la coctelería hace parte de la historia y del ADN de la casa”. Fueron los alemanes, los belgas y los ingleses quienes por primera vez utilizaron el Cointreau en los cócteles, más que como un digestivo. Este licor vivió un boom en la coctelería durante la ley seca, cuando la tercera generación ya estaba dentro de la empresa. Empezaron a cargar cajas de licor en barcos que navegaban hacia los Estados Unidos para que, antes de alcanzar la costa americana, un barco pequeño de una asociación no oficial recogiese las botellas que luego se venderían de manera clandestina en los casinos. Cuando finalizó la ley seca, el Cointreau se había quedado en el imaginario americano. “Hoy en día, es nuestro primer mercado de exportación”.
Lo cierto es que el Cointreau es una bebida muy versátil: se puede beber solo, con hielo, en cóctel e incluso en la cocina. Hay mil maneras de apreciar el licor, dependiendo del contexto en el que se beba. “No voy a beberlo igual si estoy con mi mujer en una cena o con mis amigos en verano en la piscina”, señala. El cóctel más común elaborado con Cointreau es el clásico Margarita, creado por Margaret Sames en 1948 en Acapulco. “Es el primer cóctel que mi abuela me ha enseñado a hacer. Es muy importante para mi y de hecho lo tengo tatuado en el brazo”, confiesa Alfred. “Yo soy un ‘pequeño barman’ e intento probar cosas nuevas”. Fiel a la coctelería, la marca organiza una competición internacional con los bármanes de todo el mundo. Participan un total de 67 países y los finalistas compiten directamente en Angers.
Bélgica es el país per cápita que más Cointreau consume. Históricamente, España ha estado muy cerca de Francia. Además, una parte de las naranjas utilizadas para la receta vienen del sur de España. “El consumo de licor está muy desarrollado aquí y la cultura del cóctel está mucho más avanzada que en Francia. El clima es más exótico, hay más ingredientes para la creatividad de los bármanes”. En nuestro país es Amer quien distribuye el licor, “una empresa familiar que conoce muy bien su terreno”.
A lo largo de los años, este exitoso licor triple-sec ha sabido reinventarse para mantenerse en la primera línea de los productos más deseados del mercado. El objetivo de ahora es rejuvenecer la imagen de marca. “La abuela antes de ser abuela fue una mujer joven. Y cuando probó Cointreau, lo mantuvo a lo largo de su vida. A la gente le gusta este licor por la receta”, finaliza el empresario. “Cuando lo pruebas, está muy bueno, es agradable, así que lo recuerdas y lo mantienes en tu subconsciente el resto de tu vida”.