Desde su residencia en Tours nos habló sobre Chronologic (Lone Diggers, MVKA, 2019), el cuarto disco de los franceses Caravan Palace, lanzado este verano, que la propia Zoé considera como su “disco más mainstream”. Descubrimos a una mujer inquieta (también es actriz y tiene su propia compañía, Les 3 soeurs), de conversación agradable, que desprende un frescor muy similar a la música de su banda.
Su actualidad, antes de la gira que comienzan en octubre por EEUU, se completa con su presencia en el cartel del DCode, el pasado 7 de septiembre y su próxima visita a Barcelona (22 de noviembre). “Ya tocamos en Madrid hace tiempo, con el primer disco. Venir a España es un placer. Nos gusta la comida y la marcha”.
En la pista de baile: “Sí, la música electrónica que hacemos incita a ello. Pero también nos gusta mucho la música más triste. Y hacemos canciones más chill. Es muy distinto escuchar música en tu casa qué en un concierto, dónde la gente está más dispuesta o tiene más ganas de bailar”.
Los cimientos: “La base de nuestra música es mezclar las influencias. Mucha gente se ha quedado con la historia del electroswing, pero nos gusta fusionar música moderna con música antigua, sea de los años 80 o de los años 20. En la french touch ya había mucha influencia de la música disco de los 70 y 80. A los chicos [de la banda] les gusta más la música de gypsy swing. Arnaud es un apasionado de la música de Django Reinhardt, indagaba y exploraba en este estilo. Así hemos ido evolucionando”.
Autora de las letras: “Escribo una parte de las letras. Tenemos amigos estadounidenses que viven en París y nos ayudan con los textos para estar seguros de que son expresiones comprensibles y de uso común. Como tenemos un buen grupo de fans estadounidenses, cuidamos eso. Hacemos un intercambio de ideas, y vamos añadiendo cosas, los productores también se implican en el fraseo o en que cuadren los versos. Es un proceso lento que va creciendo poco a poco”.
Otras músicas que influyen a Caravan Palace: “Stromae es un buen ejemplo de originalidad: rap cantado y muy de la pista de baile. Ahora hay más raperos que siguen esa línea. De Bélgica me gustan mucho Damso y Jeanjass et Caballero. La producción está a un nivel tan alto que si no cantasen en francés podríamos decir que son estadounidenses. Un artista francés increíble al que no hay que perderse en directo es Chassol. De mujeres artistas te diría: Natalia Lafourcade, Sarah Vaughan, Jane Added, Lizzo y Salami Rose Joe Louis. Y nos encantaría trabajar con gente como Anderson .Paak, Mark Ronson o Damon Albarn”.
El nombre de la banda fusiona una caravana, que nos lleva al viaje humilde, con el palacio más elevado: “Sí. Es exactamente eso. Al principio nos sonaba bien. Pero también es un guiño a Duke Ellington, un artista que nos influye mucho. Y por su canción Caravan. Y luego Le Palace es una discoteca parisina de culto, muy conocida. Así que tiene ese lado jazz y ese lado dancefloor. Lo vintage y lo moderno. El lado cutre y el lado de clase.
Si tuviera que dar un consejo a un joven que comienza a tocar y quiere montar un grupo ¿Qué le recomendaría? “No daría un consejo. Le diría algo que nos aplicamos a nosotros mismos: intentar siempre ser lo más auténticos posible con nuestro gusto. No hacer la música que gusta a tal o cual persona, o que sea de tal estilo para que funcione. Sino hacer lo que te provoca buenas sensaciones, sean de alegría o tristeza, pero sensaciones sinceras. Lo que te hace feliz en la música es estar orgulloso de tocar, y no hacer dinero. Pensar en la música y en las emociones positivas que te provoca no en el negocio. Y que esas emociones lleguen a la audiencia que te escucha. De hecho, es algo que puede aplicarse casi a la vida en general”.