Las Merindades, provincia de Burgos, son buena prueba de ello. Bosques de hayas y robles rebollos, ríos, cumbres y valles, pueblitos encantadores, ermitas románicas, un sinfín de zonas para practicar senderismo, deportes de aventura y OJO GUAREÑA, con mayúsculas, declarado Monumento Histórico Artístico en 1970, en 1991 Bien de Interés Cultural y en 1996 Monumento Natural. Un alucinante complejo kárstico, el mayor de España, formado por 18 cuevas y más de 100 kilómetros de desarrollo que datan del Paleolítico medio, hace 70.000 años, que albergan 190 especies de invertebrados en su interior -algunas de ellas únicas en el mundo. Una de sus entradas de acceso es una majestuosa ermita rupestre, la de San Bernabé, un lugar inigualable con unas particulares pinturas murales en su bóveda natural interior, además de otros tantos tesoros.
Otra de las entradas, más exclusiva, por la mayor dificultad de su recorrido y por su control de acceso, es la Cueva Palomera. Explorar sus túneles excavados por el agua a través de los tiempos, en estado natural, sin acondicionar, durante alrededor de unas cuatro horas (el recorrido largo), en grupos muy reducidos y con tan solo la iluminación de la luz frontal de un casco, lo convierte en una experiencia altamente recomendable y maravillosa. Una ruta espeleológica que se puede completar con la visita a la Casa del Parque de Quintanilla del Rebollar.
Pueblos como Frías, Puentedey, Medina de Pomar, San Pedro de Tejada, Oña, Peñaladros, Espinosa de los Monteros y otros tantos, son una gran opción para hacer aún más redonda esta experiencia. Nosotros los recorrimos, muy a gusto, a lomos del nuevo Peugeot Rifter, perfecto para esta aventura.
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