El aterrizaje inminente de ‘Superlópez’ en las pantallas grandes (protagonizada por Dani Rovira) ha convertido 2018 en el año de Jan, creador del personaje en los tebeos. Veterano autor de historietas de humor, superviviente de una industria desaparecida, ha sido capaz de mantener la parodia en las librerías durante cuarenta y cinco años. Se desentiende con naturalidad de la autoría y la responsabilidad de la película y sigue a lo suyo: haciendo historietas.
¿Eres de hacer regalos?
Tener que elegir un regalo es una tortura mental: nunca se acierta, en realidad y detesto malbaratar las cosas. Pocas veces sé qué demonios voy a regalar e intento evitarlo. Cuando lo hago me baso en el interés del destinatario, pero esa información la tenemos raras veces y no soy tan sabio. A mi compañera sentimental le suelo decir “vamos a la joyería y eliges”, pero también resuelvo con una cena. Personalmente me son indiferentes los regalos, pero valoro muchísimo el gesto, y si conservo el regalo es por recordar ese mismo gesto. Por ejemplo, ahora mismo miro una figurita de Nintendo que tengo encima del router. Le das a un botón y gira… y me acuerdo con cariño de la cara de quién me la regaló… Que, si no, la tiraba.
Me pregunto si, después de tantos años, todavía te queda alguna duda del tipo “¿Quién soy? ¿A qué me dedico?” ¿Dibujante o contador de historias? ¿Cronista paródico de los sinsabores de la vida moderna y los problemas del hombre de a pie?
Las dudas de ese tipo generalmente se desechan al salir de la adolescencia, cuando te das de bruces con la realidad, al estilo de Mister Bean. Soy lo que he podido ser considerando mis limitaciones, y dentro de estas he sido quién he querido ser en cada momento, principalmente autor de historietas. El contenido de estas varía según circunstancias pero me determina, ya que no soy ajeno a la vida.
Siempre has manifestado que en Superlópez la parodia del superhéroe te dejó de interesar bien pronto en favor de otras parodias sociales, cotidianas, contemporáneas… ¿Quedará tu obra como un compendio del desastre humano y el fútil intento del por llegar a fin de mes?
El superhéroe americano es parte de una cultura que no es la nuestra, pero en todo el mundo esa influencia es muy fuerte: el cine, los cómics, la CocaCola, los McDonald’s, etc. Incluso la forma de vestir dominante nos viene de allí. Yo no quería contribuir a eso, más bien al contrario, soy europeo. Pero reconozco que utilicé esa parodia para lanzar y consolidar mi personaje. En Superlópez no doy directivas, solo expongo lo que hay, como lo veo, y cada uno que piense lo que quiera, no pretendo nada más
Acabas de recuperar el asunto del yihadismo en Nuevas Aventuras de Mambrú y continúas con una cuestión menos geopolítica y más humanista en Robinson. Pero antes, en Menguante, te permitiste una idea más de género que además parecía un álbum de estilo, un juego narrativo y gráfico delicioso, en el que te alejabas de tramas más elaboradas.
Las tramas más elaboradas son las que tenía antes, cuando contaba con 62 páginas por álbum. Actualmente solo cuento con 46 y no me da para muchas virguerías. Las temáticas siempre las baso en la actualidad, las noticias y sucesos más recientes. Tardo cuatro o cinco meses en dibujar cada álbum y de cinco a diez meses en publicarlo. Supongo que, por eso, a veces, me da por jugar con ideas más relajantes. Pero lo de Menguante, en su momento, lo concebí a raíz de noticias científicas reales acerca de los agujeros negros…
Gracias al estreno de la película se reeditan las primeras aventuras de Superlópez, pero también hemos recuperado El Supergrupo, tus primeras historietas cubanas, las reediciones de Don Talarico, Los Cuentos de Din Don, la gran exposición en Barcelona, el libro de Toni Guiral (que nos explica la historia de Superlópez, desde sus inicios, en 1973, hasta 2018)… Habrá sido una ardua y peculiar tarea recuperar todos estos trabajos y, quizá, haya sido interesante repasar tu trayectoria.
Todas esas “recuperaciones” se las debo a terceros, no he tenido nada que ver y las he considerado verdaderos regalos de los que estoy muy agradecido a sus autores. Aprecio mucho el trabajo que les ha debido costar. En lo personal, mi empeño está en continuar sin mirar atrás.
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