Y ahí se encuentra con David Rodríguez sentado al lado. Comienzan a hablar, congenian. Se dan cuenta de que comparten el sentido del humor y una forma similar de ver el mundo. Ambos, además, y de forma del todo azarosa, van vestidos de una forma complementaria, como de dúo artístico, piensan. Y barruntan que podrían formar una buena pareja musical. El resultado de aquella potencialidad pretérita es Contigo (Elefant Records), una extravagancia country conceptual.
Primero compusieron un tema: Hacer el amor. Que fue lanzando a finales de 2020. La idea era la de crear un disco más monocromático, que se basara en la idea del amor antiguo, aquello de aguantar carros y carretas por defender un amor pasado de moda, a largo plazo. Y de ahí es donde surgen también los ritmos antiguos: el country, el bluegrass. Músicas viejas para un concepto vetusto del amor; el traje adecuado. Pero pronto se dieron cuenta de que no se encontraban cómodos en ese papel y ello les hizo pensar que un disco así no se podría sostener, porque “primero crees que ese tipo de amor es posible, pero luego te das cuenta de que no, y que acaba necesariamente en divorcio”, afirma David. De ahí la evolución narrativa del disco, su afán por cartografiar la nostalgia de una idea caduca del amor, aquella que hace del callo su virtud, del sufrimiento su bandera y del transigir y claudicar su norma.