Especie tótem: (María) Vicugna pacos / alpaca y Capra aegagrus hircus / cabra; (Víctor) Cynomys / perro de las praderas. Subespecie: Novis vestibus Hábitat: Moda invadida por Japón, la serie B, los inicios de Internet, el anime y el mundo del motor. Rasgos característicos: Transgresores, jóvenes, de alcance internacional y especial aceptación entre las celebrities. Avistamiento más reciente: Durante el primer T-Cross Creativity Fest, organizado por Volkswagen en Matadero Madrid. Presentan su próxima colección en julio, en un desfile público durante los Veranos de la Villa de Madrid (8 de julio, 22:30 Puente de Toledo)
¿Cómo fueron vuestros inicios?
Victor: Yo estudié ciencias ambientales y cuando estaba terminando la carrera conocí a María. Fue el año en que ella estaba terminando moda. Nos fuimos juntos a mi Erasmus, a Grecia, a dar de comer a los peces. Allí, empezamos a ver que conectábamos mucho en nuestros universos creativos y a pensar en María Ke Fisherman como una marca o un proyecto creativo. “Ke” significa “y” en griego, así que María Ke Fisherman es María y un pescador, una historia inventada que al final se convirtió en el nombre de la marca. Un juego nuestro, como casi todo lo que hemos hecho en nuestra carrera: buscar ideas contradictorias, analizar el underground, las tribus urbanas… Y, a través de la artesanía, de materiales técnicos, de innovación y de darle vueltas, hemos creado el universo de nuestra marca. María: Cuando volvimos a Madrid hicimos tres Egos de Cibeles, la plataforma para jóvenes diseñadores más importante en España; nos llamaron de la segunda plataforma oficial de Nueva York, y desfilamos allí, algo que ni siquiera éramos capaces de afrontar en ese momento, y lo hicimos dos veces seguidas. Luego empezamos a desfilar en IFEMA y a tener mucho contacto con tiendas de Estados Unidos y de Asia, a tener peticiones de celebrities como Miley Cirus, Lady Gaga, Kate Perry… Vestimos a muchísimas, en momentos además donde las redes sociales estaban cada vez más presentes, donde la imagen de la mujer fuerte se imponía, y por eso nos llamaban a nosotros… El momento más especial, el que más recordamos, es el de Miley Cirus, ya que nos llamaron para ayudar al cambio de personaje: Hannah Montana pasó a ser Miley Cirus.
¿Se puede vivir de la moda en España?
M: Los primeros años estábamos más fuera de España, vistiendo a celebrities. Poco a poco se nos fue reconociendo nuestro trabajo aquí, ganamos el Premio Nacional de Moda y el Vogue Who’s on Next, el primero que ganó alguien joven y un poco transgresor. Y ahora estamos encantados aquí. La escena está cambiando y cada vez hay mayor aceptación y te entran más ganas de quedarte; hay cada vez más gente joven, el grupo es más grande y estamos todos superunidos, no competimos, y, aunque tengamos el mismo cliente, cada uno ofrecemos una cosa distinta y siempre nueva. V: Vivimos en un mundo globalizado y yo creo que no importa dónde estés, sino con quién hablas. Además, en España se vive y se come muy bien, y hay mucho solecito.
¿Cómo es vuestro proceso creativo?
M: Muy intenso. Es horrible, es bueno, es malo, todo a la vez… V: Nos ponemos de acuerdo en una cosa, nos peleamos en otra, nos volvemos a pelear sobre la primera cosa en la que nos habíamos puesto de acuerdo. Casi todo es como una especie de lucha que al final da un producto que nos ha costado mucho esfuerzo emocional, pero que para nosotros es perfecto.
¿Qué tipo de materiales utilizáis?
M: Siempre ha habido una parte importante en nuestras colecciones de prendas hechas a mano, siempre nos ha encantado la artesanía porque hemos sido capaces de reinterpretarla. Son retos, porque son cosas muy puras, muy tradicionales y es difícil hacerlas nuevas e innovadoras. V: Cada vez utilizamos más los materiales naturales en nuestros tejidos.
¿Abrís vuestro trabajo a otras disciplinas?
V: bueno, nos gusta hacer instalaciones, dirección de arte, crear universos, trabajamos el lenguaje corporativo, pero principalmente hacemos moda.
¿Vuestro animal totémico?
M: La alpaca, porque quiero tener una granja de alpacas, y estoy obsesionada con ellas. Y la cabra, porque cuando Víctor y yo volvimos de su Erasmus en Grecia, nos fuimos a vivir a la Sierra de Madrid y nos compramos dos cabras enanas. V: Hoy me siento muy perrito de las praderas.
*Al inscribirte en la newsletter de El Duende, aceptas recibir comunicaciones electrónicas de El Duende que en ocasiones pueden contener publicidad o contenido patrocinado.