Nos encanta Fetén Fetén, y que no pare de sorprendernos. Los burgaleses Jorge Arribas y Diego Galaz restauran, renuevan, miman, sorprenden y, en definitiva, juegan con la música popular para demostrarnos que sigue muy viva, y que goza de gran salud.
Este viernes 23 han ofrecido uno de sus conciertos en el Auditorio Paco de Lucía, en Alcobendas, en el marco de la VII edición de Inverfest: festival de música en directo patrocinado por cervezas San Miguel que cuenta con más de 40 conciertos de artistas como Depedro, Marwán, Xoel López, Pasión Vega, Sidonie, Carlos Sadness, Pablo Milanés, El Niño de la Hipoteca o, por supuesto, Fetén Fetén; y que se celebra hasta el 7 de febrero.
Hemos hablado con Fetén Fetén acerca de su trabajo, y de por qué propuestas como la suya, que nos hace un bonito tilín en las raíces, son especialmente importantes en un momento como el actual.
¿Cuándo os disteis cuenta de que la música era “lo vuestro”?
Cada uno en su momento, pero fue bastante prematuro. Yo (Diego Galaz) con 6 años ya estaba estudiando música y Jorge lo hizo con 12 o 13 años. Es algo que, si en tu familia y en tu entorno te lo ponen cerca, pues es difícil que no te interese un poco. Así que a una edad muy temprana.
¿Cómo empezasteis vuestras carreras?
Yo comencé tocando en muchos grupos de Burgos, y sobre todo la carrera profesional tocando por los pueblos, en las orquestas. Jorge empezó tocando en varios grupos, pero luego estuvo con Celtas Cortos muchos años y a partir de ese comienzo vino todo lo demás.
¿Cómo os conocisteis? ¿Y cómo surgió este proyecto?
Nos conocimos en Burgos con un grupo, una tarde en un concierto, y luego a Jorge le propuse estar en La Musgaña. Y a partir de estar en La Musgaña muchos años y de muchas giras por el mundo, decidimos poner sobre el tapete nuestras melodías y, sobre todo, lo que nos apetecía hacer, que era un proyecto diferente y con nuestras propias composiciones.
Los dos sois de Burgos. ¿Qué opináis sobre la llamada España vaciada?
Bueno, La España vaciada es un drama. Y el drama está, no solo en que la gente se está yendo, sino que muchas veces (yo vivo en un pueblo, en Atapuerca) en los pueblos se pone difícil que la gente joven vaya a vivir. Al fin y al cabo, yo creo que, aunque es grave, todo lo que está sucediendo en el mundo va a hacer que la gente vuelva al campo y vuelva a los pueblos.
¿Creéis que todo lo que está pasando con la pandemia puede cambiar el papel de los pueblos?
Sí, precisamente, es lo que hablaba antes. Los que vivimos en los pueblos, a pesar de que en mi caso estoy al lado de una ciudad como es Burgos, vivimos más cercanos al ideal de lo que tendríamos que hacer para no estar tan mal como estamos. Es posible que la gente que dé un giro y se vaya a un pueblo a vivir le vaya mejor.
Vuestra música nos trae renovada la fuerza de la tradición. ¿Subyace alguna reivindicación, o es solo una cuestión estética?
Por supuesto que subyace una reivindicación: lo popular es necesario. Estamos aquí todo el mundo, da igual el rockero, el indie, que el heavy… Todo es porque nuestros antepasados se echaron un baile y si no, no hubiéramos estado aquí. Lo tradicional y lo popular tienen que ver con la identidad, que es algo que está mucho más lejos que el patriotismo y es mucho más profundo. La identidad. Nosotros reivindicamos que lo popular es más necesario ahora que nunca.
Hay alguna influencia concreta que podáis destacar, que haya marcado la formación de Feten Feten?
Hay muchísimas: todos los artistas con los que hemos tocado, todos los músicos con los que hemos colaborado… Pero toda la música popular, con todo lo que eso implica, de todo el mundo. Sobre todo, toda la música de los años 20, años 30, años 40… tiene mucho que ver en la estética. Y sobre todo la música tradicional de España tiene mucho que ver con nuestros ritmos.
Habéis recorrido medio mundo con vuestra música. ¿Hay alguna anécdota que os apetezca recordar con nosotros? ¿Algo, alguna situación, algún país que os haya llamado especialmente la atención por algo?
Todos los viajes han sido increíbles. Pero nos llamó mucho la atención el viaje a la India, fue especial. La anécdota divertida fue que allí, cuando Jorge sacaba la escoba y el recogedor, se creaba un revuelo… Nosotros tocamos la escoba y el recogedor y nos explicaron que esos elementos solo los tocan la última casta: la gente más pobre que limpia la mierda de los demás, y que nosotros lo estábamos de alguna manera dignificando y fue una cosa como muy espectacular lo que pasó en el teatro.
También creo que os gusta inventar instrumentos, sobre todo usando objetos comunes. ¿Buscáis el sonido adecuado para cada canción, o es a partir de los sonidos que surgen de donde creáis las canciones?
Muy buena pregunta. Muchas veces una canción surge de un instrumento: el serrucho te da la idea de poder componer algo, hacer algo; pero también suelen ser las propias canciones las que te dictaminan un poco qué timbres queremos usar… ‘fifty, fifty’.
La mayoría de las formaciones musicales tienen estructuras muy similares, y es posible que estemos acostumbrándonos a llamar “música” solo a ciertas expresiones comerciales. ¿Creéis que propuestas como la vuestra, en la que se experimenta con instrumentos diferentes, pueden provocar una reflexión acerca de qué es la música? ¿Qué es para vosotros?
Bueno, no sé. Hay cosas buenas, hay cosas malas… Pero sí que es verdad que hay unos cánones que siempre han valido durante siglos, de por qué algo estaba bien hecho y algo mal, y últimamente eso se está perdiendo. Ahora parece que vale cualquier cosa y cualquier cosa que tenga que ver con subirse a un escenario, con grabar un disco, es válido. Bueno, lo es, porque todo el mundo tiene nuestros respetos. Pero sí que es verdad que, como poco, detrás de cualquier estilo musical tiene que haber trabajo, mucho trabajo, tiene que haber mucho conocimiento y tiene que haber talento, también. Y eso yo creo que en España hay mucha gente, mucha gente, que lo tiene, aunque no siempre son las más escuchadas.
¿Cuáles son los mayores desafíos a los que os habéis enfrentado en vuestra carrera musical?
Bueno en España cuando tienes un dúo musical, instrumental, el mayor desafío es sobrevivir. Por suerte, sobrevivimos y bien, y esperamos que esto sea una larga vida para nuestro proyecto. Pero la supervivencia en la música es el mayor desafío. Una vez que ya lo puedes ir superando, el resto son desafíos artísticos, que siempre son gustosos de enfrentarse a ellos. Muchísimas gracias.
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