Mi relación con la bicicleta es de casi veinte años, y puedo asegurar que no hay mejor forma de llegar a cualquier parte. Madrid, es maravillosa, y en movilidad, compleja. No hay que olvidar que una cuesta (ese tópico) se recorre en ambos sentidos. El esfuerzo para subirla se hace menor si uno piensa en el regreso, que será un disfrute. Además, tengo un secreto que contar: todas sus cuestas tienen un trayecto alternativo más amable. Y si queréis seguir poniendo pegas, os recuerdo los avances tecnológicos. No solo asistencia eléctrica al pedaleo, también los materiales ligeros y de gran eficiencia mecánica…
Desde la cabina de una furgoneta de reparto, Madrid es maravillosa, también. He tenido la oportunidad de conocerla en profundidad. Por duro que haya sido, he disfrutado. Porque la difusión de esta revista es un asunto serio. Estamos hablando de repartir por la ciudad varias toneladas de papel de calidad y excelentemente impreso proveniente de bosques sostenibles. Con una rapidez de la que he llegado a sentirme orgulloso la entregamos en comercios, restaurantes, galerías de arte, teatros y cines, salas de exposiciones, bares…; con diferentes horarios y por toda la ciudad. Este sistema ha funcionado perfectamente durante más de una década.
Madrid lleva años en riesgo de colapsar y lo he vivido en la calle. Y la solución la tenía entre las piernas. Estaba ocurriendo en todo el mundo, a la mensajería convencional en bicicleta se añade la capacidad de carga ligera gracias a diseños que no son nuevos pero que se han mejorado. Tuve claro que había que experimentar con bicicletas de carga. El sector de la logística disfrutó aquí en los últimos años del impulso renovador municipal y las sinergias que el proyecto Mares Movilidad desplegó hasta el año 2019. Un proyecto social y colectivo que me sirvió para confirmar que estaba en el camino correcto y para encontrar a otros que remaban en la misma dirección. La mensajería en bicicleta no es trabajo para águilas solitarias, es trabajo para una bandada. La Pájara Ciclomensajería es una cooperativa que nació como alternativa local a las grandes plataformas digitales de reparto de comida a domicilio. Fundada por riders que apostaron por una opción laboralmente justa, pusieron en funcionamiento una plataforma tecnológica propia, una selección de restaurantes de comida increíble, añadiendo la mensajería convencional y la paquetería. Siempre con la bicicleta y la cargobike como herramientas sostenibles.
Integrado en La Pájara hemos transformado el sistema de reparto de El Duende, al cien por cien en bici, dando otro paso más en la reducción de la huella ecológica de su proyecto editorial y de comunicación. Y marcando el camino para esa tan necesaria transformación de la movilidad urbana que, tenedlo claro, necesita apoyarse de manera importante en este sistema de transporte.