La portada de esta edición es obra de El Chico Llama, pseudónimo que adoptó hace cinco años Javier Navarrete cuando decidió “abrirse una ventana al mundo en Instagram”. Le marcó el color de su pelo: “soy hijo del fuego”. De pequeño “le hacía sentir diferente e inseguro, pero llegó el día en que decidí verlo como algo positivo y convertirlo en mi valor diferencial”.
Conoce más de Javier Navarrete en www.elchicollama.com
¿Quién es el Chico Llama? ¿De dónde viene ese nombre? Intuyo que tiene algo que ver el color de tu pelo…
El Chico Llama es el pseudónimo que adopté hace 5 años cuando decidí abrirme una ventana al mundo en Instagram con mis ilustraciones. Su nombre se debe, evidentemente, a que soy hijo del fuego. Esto es algo que, desde que era pequeño, me ha influido y me hacía sentir diferente e inseguro respecto a los demás, pero llegó el día en que decidí verlo como algo positivo y convertirlo en mi valor diferencial.
¿En qué momento de tu vida decides emprender como ilustrador? ¿Por qué?
Poco a poco, lo que comenzó siendo una vía de escape a mis inquietudes artísticas, se transformó de la noche a la mañana en mi forma de vida a base de proyectos con marcas y agencias, mercados de diseño y colaboraciones con otros creativos. Es en 2018, en un momento de insatisfacción laboral, cuando decido pedir una excedencia en mi trabajo para así dedicarme 100% a un proyecto propio. Se me hacía cuesta arriba el simple hecho de invertir dos horas y media en transporte público para ir y volver de la oficina, así como el sentirme encorsetado en un puesto que no me permitía explorar nuevas vías.
¿Quieres contar historias con tus ilustraciones, quizá reflejar instantes concretos?
Me interesa la idea de captar instantes concretos que he experimentado yo mismo, pero que, a su vez, puedan servir como deja vu de los demás. De esta manera, voy creando una especie de cuaderno de bitácora donde guardar mis recuerdos y poder revivir momentos pasados en cualquier momento. Tengo muy mala memoria y siempre me olvido de la calle que más me gustó cuando visité Copenhague, la exposición de arte pop que vi en la Tate Modern de Londres o, por ejemplo, la sensación de aislamiento que tuve durante el confinamiento. De esta manera, cada vez que echo mano de mis ilustraciones consigo revivir esos instantes.
Ahora la mayoría estamos obligados por las circunstancias a trabajar en casa. En tu caso, ¿cómo es el entorno te gusta ponerte a trabajar? ¿Eres de los que se ponen en un café a trabajar o en un coworking o en casa?
Desde el primer momento decidí trabajar desde casa, ya que, por suerte, tengo mucha luz y un espacio tranquilo para desarrollarme. No descarto en un futuro alquilar un espacio de coworking porque sí que echo en falta el contacto directo con otras personas del sector de las que enriquecerme y aprender. Mi “estudio” es muy sencillo. No me gustan los excesos e intento que esté todo lo más despejado posible para evitar distracciones. Me rodeo simplemente de plantas e ilustraciones de mis artistas favoritas que me ayudan a mejorar y encontrar nuevas formas de inspiración.
¿Te decidas profesionalmente de lleno al mundo de la ilustración o lo compatibilizas con otra ocupación? ¿Hasta qué punto ha afectado esta crisis sanitaria a tu trabajo?
Llevo dos años dedicándome enteramente a la ilustración y el diseño gráfico realizando proyectos para diferentes marcas, colaboraciones con agencias de comunicación y dirección de arte con clientes particulares. Asimismo, participo en mercados de diseño en Madrid, Valencia y Barcelona donde expongo y doy a conocer mi trabajo personal en forma de láminas y prints. Con la crisis del Covid19 muchos de los proyectos que tenía en vuelo se han suspendido o pospuesto hasta nuevo aviso, los mercados son impensables ahora mismo y las tiendas con las que trabajo han estado cerradas. Sin embargo, al igual que te digo que muchas acciones se cancelan, surgen otras que no te esperabas. Es difícil vivir con la incertidumbre del autónomo y más en una situación así, pero de todo se aprende y se sacan cosas buenas. He aprovechado bastante el tiempo para dibujar y sacar nuevas colecciones, crecer en redes sociales, aprender nuevas técnicas y herramientas y mejorar y definir mi estilo.
En tu web describes Madrid como “La ciudad de la que estoy enamorado”, ¿qué significa para ti esta ciudad?
Madrid es mi ciudad. Me encantan sus contrastes, la vida de sus calles, lo luminosa que es, sus barrios y su forma de recibir a todos independientemente de dónde procedan. Creo que tengo la suerte de vivir en una ciudad abierta, tolerante e inclusiva, tremendamente amable y solidaria y con una riqueza cultural enorme por ser residencia de gente de todas partes. Me apasiona su orgullo, la Paloma y San Isidro, su 8M, sus mercados de barrio, su vermut y su tapa, su triángulo del arte, sus cines Ideal y su Palacio de Cristal.
¿Cuáles son tus locales o restaurantes favoritos de Madrid? ¿Nos recomiendas, por ejemplo, algún museo, galería o espacio de arte que sean los que más frecuentas? O cualquier otro lugar de Madrid que esté entre tus favoritos.
Desde un indio y un senegalés de Lavapiés hasta una tasca de Chamberí pasando por un bar de Malasaña o una terraza de Carabanchel. Cualquier sitio es bueno para vivir momentos increíbles y disfrutar la esencia de cada distrito. Me gusta un atardecer en las escaleras bajo el acueducto de Segovia, un paseo por Madrid Río, salir a correr por Pintor Rosales y un helado por la glorieta de Bilbao. Me sigue poniendo nervioso el hacer cola para entrar al Prado, me reconforta sentarme en el patio del Reina Sofía después de pasar horas por sus instalaciones, me encanta sentir el peso del arte contemporáneo sobre tu cabeza al entrar al Caixaforum, descubrir exposiciones temporales en la Helga de Alvear o pasear entre las planchas de Goya en la Calcografía Nacional de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
¿Tienes aficiones creativas más allá de la ilustración?
Cuando era pequeño quería dedicarme a la cocina, pero odiaba las verduras y cambié de idea porque me daba miedo afrontarlo si empezaba poniendo peros desde el principio. Ahora, la disfruto como afición y pongo en práctica los muchos años que pasé viendo Canal Cocina y leyendo recetarios que había por casa. De hecho, una expresión muy típica de mi familia era: ¡ya está con el huevo puesto! Junto a esto, me pasaba horas dibujando, pintando y haciendo mil manualidades, por lo que, con los años, decidí estudiar Bellas Artes. También me apasiona la fotografía y, aunque no saque como antes la reflex a pasear, soy adicto a sacar fotos con el móvil de todo aquello que me llama la atención, llenando la galería de mil perspectivas, retoques y composiciones.
¿Cuáles son tus fuentes de inspiración?
Soy un apasionado de la arquitectura y la naturaleza. Me gusta incorporar en mis ilustraciones referencias a edificios y arquitecturas que me marcaron en algún momento, muebles con personalidad y paisajes diversos. Me interesa cómo el individuo interactúa con los diferentes elementos y cómo complementa la composición. Tengo en mi cabeza infinidad de nombres de flores y plantas e intento enriquecer mis imágenes con ellas. Cuando era pequeño, mientras otros jugaban en el parque, yo pasaba las tardes leyendo libros de plantas y haciendo herbarios, secando hojas y flores en libros y periódicos. Asimismo, me gusta profundizar en la vida de artistas de diferentes décadas que me han marcado para descubrir cómo evolucionaron y vivieron su obra, descubrir música, leer su letra y entender su fondo y ver películas, series y documentales de cualquier estilo.
¿A qué artistas, de todos los ámbitos, admiras más?
Como referentes más icónicos tengo la obra de David Hockney, Edward Hopper y Andy Warhol. Me gusta el cine de Wes Anderson, la música indie folk de Vance Joy, la arquitectura de Luis Barragán y Ricardo Bofill, la cocina de Martín Berasategui, la novela de Miguel Delibes y la personalidad y estilo de Joaquin Phoenix y Meryl Streep.
¿Qué plan tienes para este verano? ¿Te quedas aquí o te vas a algún sitio?
Tal y como está la situación, es complicado tener un plan fijo durante este verano. Tengo programados varios viajes por España con mi pareja y mis amigos, pero siempre atentos a cómo avanza la situación del Covid19 para intentar ser lo más responsables posibles. Si éste nos lo permite, pasaré unos días por Andalucía y Valencia. Tengo muchas ganas de hacer el Caminito del Rey y ver la Alhambra bajo la luna. También disfrutar de alguna cala de Moraira y ver el atardecer con un tinto de verano con bien de limón.
Por último, ¿cómo te ves en diez años? ¿Un sueño que ver cumplido? (¡o antes!)
Cada día que pasa me resulta más complicado verme en dos, cinco o, ya no te digo, diez años. Con todo el tema del coronavirus te das cuenta de que todo cambia en un instante. Un día estás tan normal vendiendo tus láminas en la calle Campoamor y al día siguiente te ves viendo el mundo a través de una videollamada. Lo que sí tengo claro es que no me gustaría echar la vista atrás y arrepentirme de las decisiones tomadas, ya sea a nivel personal o profesional. Sé que es difícil encontrar el equilibrio entre sueños a cumplir y facturas, pero quiero intentar conseguir un modo de vida que me permita llegar a fin de mes con mayor estabilidad económica, pero sin dejar de lado lo que realmente me apasiona. Ojalá llegar a dibujar una portada de The New Yorker, hacer una exposición individual con mis obras, editar un libro con mis ilustraciones o diseñar una campaña publicitaria y verla por las marquesinas de Madrid.
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