Ahora acaba de llegar a la plataforma la segunda temporada. Con la misma esencia, él ve que el proyecto se ha enriquecido. «La serie ha crecido, pero sigue teniendo la misma esencia que tenía», declara. La trama sobre los estudiantes de Las Encinas es una parada más de la sustanciosa y variopinta trayectoria de este joven cineasta. Tras la mencionada dupla romántica llegaron El pregón o El mejor verano de mi vida.
¿Ha tenido suerte? Quizá un poco de todo: «Supongo que ha sido una mezcla de energía, talento y estar en el lugar adecuado en el momento adecuado. Todo suma, pero no he parado de currar», afirma. Esto último ha sido su constante. Da igual la envergadura del proyecto. Ni que sea cine o televisión. «En Elite, al tener episodios de una hora te favorece tener las mismas capas que podría tener una película».
Acomodarse a cualquier presupuesto: «aunque tenga mil medios sigue siendo igual de complicado el proceso porque hay que ver los resultados. Contar algo siempre cuesta. No basta con poner una cámara con un trípode. Será más cómodo o menos, pero la narrativa no depende de eso».
Como prueba estaban sus dos ‘Barcelonas’. Con ellas, este director trasladaba el esquema tan al estilo de Hollywood a las calles de la ciudad condal.
¿Retomará la saga? “Una tercera desde luego que sí. Una cuarta no sé, aunque haya cuatro estaciones. Deben tener cierta distancia, porque son dos películas que van muy ligadas a la vida personal que teníamos en ese momento y me gustaría que siguiera siendo así. Ahora mismo no puedo por trabajo, pero de aquí a cuatro años me gustaría retomarlo. Las tramas serían más grandes, de hecho».
¿Qué es lo que le ha inspirado? La combinación es heterogénea: «Me gusta mucho la trilogía de Richard Linklater. Vi Antes del atardecer antes que Antes del amanecer, cuando tenía 12 años. Me sorprendió porque estaba acostumbrado a Transformers y al cine de acción, que me encanta desde siempre. Pero de repente conecté con una película de una pareja hablando durante hora y media. Me chocó», explica. «En general me gustan directores de todo tipo. Es muy difícil que no me guste una película. Me encantan géneros muy diversos, desde lo más indie hasta las cintas de acción. Yo siempre diré que Armageddon, es mi película favorita. Por tanto, la acción y el romance no están reñidos en su filmografía. Tampoco las segundas partes. «Me encantaría seguir con cualquier saga. Es uno de mis sueños», confiesa. Aunque los remakes no le terminan de convencer, se decantaría por rehacer algún clásico de acción, «pero con los medios de ahora. Si no, no tendría mucho sentido. Al final lo que quiero es hacer películas que emocionen, sean pequeñas o grandes pero con un motivo para hacerlas, que no se vaya todo por la floritura del espectáculo».
Ahora acaba de estrenar Litus, un dramedia sobre una serie de personas que tienen que despedirse de alguien. Una película pequeña pero que dejó muy buen sabor de boca en el Festival de Málaga. La trama retrata a una historia sobre un grupo de amigos que se reúnen tras la muerte de su amigo Litus meses atrás. Esa cita servirá para que afloren cuentas pendientes de ajustar.
Junto a sus ‘Barcelonas’, de la Orden considera que es la cinta más personal de las que ha hecho, «quizás por eso de los dramas generaciones de gente que está en la treintena, que no saben decirse las cosas y que van a la deriva».