El primer chapuzón de nuestro recorrido está en el corazón de Madrid. Allí se ubica uno de los hoteles más emblemáticos de la ciudad, el Emperador (Gran Vía, 53). Su gran piscina, se presta a recorrerla a golpe de braza, una y otra vez. Además, teniendo en cuenta su ubicación y la gran altura del edificio, las vistas que se ofrecen son difícilmente superables. Acceder a ella de lunes a jueves os costará 58Ä; los viernes, sábados, domingos y festivos, 75Ä. En ambas opciones se incluye una copa de Moët ICE, hamaca y toalla. Caminando escasos 350 metros llegamos a nuestra segunda parada, un lugar impregnado de estilo caribeño y sabrosón, porque en el rooftop del Gymage (Luna, 2), el gimnasio de moda de Malasaña, hay agua, vegetación, atmósfera lounge y una exquisita carta de cócteles. Destaca su versión del Porno Star Martini, elaborado con vodka, fruta de la pasión, sirope de vainilla y zumo de limón natural. Aquellos que no sean socios del gimnasio podrán acceder a su piscina cualquier día de la semana abonando 25Ä, precio en el que se incluye una consumición.