Este “emprendedor reincidente” nació en Alemania, pero pronto se estableció en Tenerife. Huérfano de padres en la adolescencia, tuvo que aprender a sacarse las castañas del fuego por sí mismo y harto de trabajar para otros, a los 27 años, se lanzó a la aventura por su cuenta. En su gran mochila emprendedora lleva más de 20 proyectos de lo más variopinto, entre ellos la publicación de dos libros, Empezar de Nuevo -20Top ventas en Amazon en negocios y finanzas- y 365 reflexiones: un año para aprender y crecer, recién salido del horno y que, en tiempos difíciles, nos ofrece una píldora de motivación y aprendizaje para cada día del año.
En tiempos de incertidumbre, ¿tus libros?
Yo creo que en Empezar de Nuevo y en 365 Reflexiones hablamos de realidades que no se tocan. Es un poco tabú el hablar de fracaso, de las cosas negativas… Todo el mundo habla de lo guay y lo rico qué es, lo que le ha llevado al éxito. Y obviamos la otra realidad, esa cara oculta. No quiero poner glamur al fracaso, pero muchas veces es inevitable y es importante aprender de ello. En Empezar de Nuevo el lector logra ver cómo personas de éxito han pasado por situaciones muy difíciles y han salido adelante, y si ellos pueden, ¿por qué yo no? Y en 365 Reflexiones lo que vemos experiencias reales, personas con nombre y apellidos que comparten sus aprendizajes de vida, lo cual nos sirve para hacernos pensar, algo fundamental para expandir nuestras mentes y crecer con ello.
¿Qué más encontraremos en tu nuevo libro?
Además de unificar gran parte de las reflexiones que he ido compartiendo en redes sociales, me acompañan diecisiete valientes amigos que aportan sus propias reflexiones sobre el mundo del emprendimiento, finanzas, desarrollo de proyectos, motivación, etc. La idea es que el lector pueda encontrar cada día, una lectura rápida de uno o dos minutos en la que pensar. Es muy importante reflexionar para encontrar alternativas a los problemas. Es muy bueno poder contar con otros puntos de vista y no quedarnos estancados con los habituales.
¿Cómo has seleccionado a esos valientes?
Son amigos míos, a algunos no los he visto nunca, pero mantenemos amistad en la distancia. Además, son amigos altruistas, eso ha sido fundamental. Por suerte, tengo una red de contactos muy amplia en diferentes idiomas y algunos se han quedado ganas de participar, pero estarán en futuros libros. Ahora, de hecho estoy preparando un nuevo libro donde tres profesionales compartirán sus conocimientos de forma desinteresada, pero no puedo avanzar mucho más.
Has montado negocios de todo tipo, desde una tienda de animales pasando por la hostelería hasta un portal de compraventa de coches. Para comenzar una empresa, ¿hay que ser un experto en el terreno en cuestión?
Desde mi experiencia, no. Lo que sí tienes que saber, es resolver de manera satisfactoria el problema que tiene el cliente al cual te diriges, hacerlo de forma correcta y mejor que los demás, porque si eres mediocre o no lo haces bien, acabarás por desaparecer del mercado. Por tanto, experto no hace falta que seas al principio, ya tendrás tiempo de serlo con formación. Mucha gente se autodenomina «experto», y olvidamos que quien tiene que valorarlo es el cliente. Los autodenominados expertos, muchas veces, son vendehumos que, en el fondo no saben tanto como predican. Y ocurre todo lo contrario con los verdaderos entendidos, no suelen decir que son expertos porque simplemente saben, aplican, resuelven, ayudan, dan y logran cosas.
¿Para montar un negocio qué hay que tener?
Ganas de resolver cosas y de ayudar creando soluciones, tener ciertas dotes de atención al cliente, y no tener como principal motivación ganar dinero. Pero el principal requisito es tener intención de resolver un problema, trabajar por ese problema y esforzarse por ser el mejor. ¿Podemos ser mediocres y tener un negocio? Sí, pero si quieres tener éxito es fundamental que te involucres, que aportes valor real a la gente. Si tu solución al problema de un cliente es la más efectiva, automáticamente tendrá éxito.
¿Un empresario nace o se hace?
Yo creo que el empresario se hace y el emprendedor nace, aunque hoy en día todo emprendedor es empresario se tiende a pensar que el emprendedor es alguien que empieza y el empresario suele ser alguien que ya tiene cierta estabilidad en los negocios. En España, la palabra empresario tiene connotación negativa y a ello han contribuido los antiempresarios de la izquierda con la visión de que un empresario es un explotador que se aprovecha de la gente, que habrá casos en los que sí sea verdad, pero en muchos otros no es así. Para mí un empresario es un gestor, y un emprendedor es alguien creativo que está constantemente con la rodilla en el barro, y por eso yo me considero más emprendedor que empresario a pesar de mis años en el mundo de los negocios. A mí, los negocios, cuando ya están funcionando, me llegan a aburrir, el día a día burocrático me desmotiva y es cuando delego la empresa en otras personas para dedicarme a mi mayor motivación, generar ideas. De ahí que me defina como «emprendedor reincidente». Pero la faceta de emprendedor se puede también aprender en el sentido de descubrir que eres eso, porque en tu entorno lo han bloqueado desde pequeño.
¿Qué significa empezar de nuevo? ¿Estamos educados y preparados para ello?
En el fondo, todos podemos pero muchas veces lo tenemos oculto o limitado por cuestiones culturales o personales, porque el riesgo y el fracaso no está bien visto y todo esto va de la mano del emprendimiento. No hay emprendimiento de negocio sin riesgo, es imposible, lo único que puedes hacer es intentar limitar el riesgo pero nunca eliminarlo. Por eso creo que es fundamental prepararse y educarse para tener que volver a empezar si se da el caso y, por desgracia, en nuestra sociedad no estamos educados para esto. Aunque están cambiando ya las cosas poco a poco. En el mundo anglosajón no se estigmatiza a quienes fracasan, en EEUU por ejemplo si no has fracasado no te toman en serio porque la transformación como persona y empresario viene cuando has superado un fracaso y vuelto a empezar. Allí la gente valora muchísimo la superación de obstáculos, el aprendizaje y el crecimiento profesional.
¿Por qué está tan demonizado el fracaso?
En la cultura hispana está mal visto porque vivimos en una sociedad que tiene la creencia de buscar seguridad, no salirse del status quo, hay que estudiar y hacer una carrera, buscar un buen trabajo, mucha gente aspira a ser funcionario para tener un sueldo fijo, comprar una casa, tener familia, coche, etc. Por suerte, hay cosas que están cambiando y mucha gente se está dando cuenta que no tendrán un trabajo fijo y para ello hay que aprender a adaptarse, es fundamental. No digo que fracasar tenga que ser obligatorio, pero es importante experimentarlo, si es posible en pequeña medida, ya que aprendes mucho de ello.
¿Qué cambiarías del sistema educativo?
Para mí es fundamental que los gobiernos saquen la mano de él. La educación no debe estar politizada ni vinculada a creencias. En España tenemos un problema, cada vez que cambia un gobierno se cambia el sistema. La educación debe ser libre e imparcial, pero a los partidos les interesa porque ellos forman ahí a sus votantes. En una educación libre hay que pensar y el ser humano hoy en día no quiere estrés, agobios, no quiere salir de su zona de confort. A la educación le sobra totalmente la politización y la religión y le falta libertad de criterio individual.
¿Qué cualidades personales favorecen el fracaso y el éxito?
El optimismo es fundamental para llegar al éxito. La perseverancia, la creatividad, la resiliencia son otras capacidades que hacen faltan para sortear los problemas que te encontrarás, sí o sí, en el camino del emprendimiento.
¿Lo mejor y lo peor que te ha pasado en la vida?
Lo mejor, obvio, el nacimiento de mi hija y lo peor la muerte de mis padres en plena adolescencia. Todo lo demás, no le veo mayor problema porque todo tiene solución menos una cosa que ya sabéis.
¿Qué sucedió en 2002?
Quebré. Bancarrota total. Lo perdí todo: la empresa, la casa, el dinero, los coches. Nos quedamos en la calle con una hija de dos años. Fue muy duro. Tuve un impago de 150.000Ä en mi empresa de construcción y entró en un espiral que no se pudo salvar. Es algo que no le deseo a nadie.
¿Crees que se da la suficiente importancia a los equipos y a la selección de personal?
No. Se contrata demasiado por currículum o por cuota, en vez de por criterio de productividad o aporte a la empresa. Tenemos a los calientasillas que es algo muy común. La covid-19 ha demostrado que las empresas han podido seguir trabajando, pero para ello ha hecho falta gente con motivación y proactividad. Los que están anclados en el pasado y son ineficaces, lo están pasando mal. Pero para que un trabajador sea eficiente también tienes que darle incentivos para que sea productivo. Creo que las empresas muchas veces no tienen claro para qué se contrata a una persona, es bueno definir tareas y los objetivos que tiene que alcanzar una persona. Si esto se hace, da igual que se trabaje en la oficina, en casa, o que inviertas diez o 5 horas trabajando esa tarea.
Hay un perfil muy preocupante y poco divulgado, que componen cerca del 13% de nuestra sociedad, son las personalidades psicopáticas, que arrasan con todo lo que se pone en su camino sin remordimiento alguno. ¿Te son familiares?
Ese perfil son personas tóxicas y los hay por todas partes, en las empresas, la familia, amistades y son de lo peor. No aportan nada y hay que quitarlos de en medio. Si no puedes quitarlo porque es más difícil, como en el caso de la familia, entonces debes alejarte lo más posible. Las personas tóxicas solo hacen daño.
¿Hacia dónde camina el mundo empresarial?
El modelo de empresa con empleados de por vida no va a existir nunca más. Por ambas partes. Las empresas ya no aguantarán a personal que no aporta nada ni la hace crecer. Y los trabajadores tampoco aguantarán en empresas que no los dejen evolucionar ni crecer profesionalmente. La covid-19 ha cambiado el mundo empresarial, hay perfiles que no existirán dentro de cinco años y nacerán otros que aún no existen.
Todo el mundo valora el 2020 como un año pésimo… Según tu teoría, de que el fracaso y las inclemencias son necesarias para poder avanzar… ¿Cuál sería tu balance?
Sí, 2020 ha sido para muchos un año pésimo. Lamentablemente 2021 no va a ser mucho mejor. Creo que no debemos tirar las campanas al vuelo. La economía va a sufrir muchísimo (ya lo está haciendo), sobre todo la de países más débiles en ese sentido, pero todos vamos a vivir una parte de esto de alguna manera. Respecto a 2020 creo que ha sido un aprendizaje muy fuerte para mucha gente. Hay que diversificar, crear alternativas. Me gusta pensar que la gente que ha estado “parada” en cuanto a trabajo ha aprovechado el tiempo para aprender, para estudiar, para mejorar…Y si no, pues nunca es tarde 😉
¿2020 supone un antes y un después?
Para mí este evento de Cisne Negro que hemos tenido me ha dado una visión de qué preparaciones y qué planes han podido estar bien y cuáles no. Para mí el hito, el punto de inflexión, es darme cuenta de la facilidad con la que se nos quitan nuestros derechos fundamentales, nuestra libertad. Pero más todavía con qué facilidad nos la dejamos quitar. Yo he tratado de salirme de todo y no dejarme, por todos los medios. Estar encerrado en Madrid supuso para mí la gota que colmó el vaso para en cuanto abrieron la veda, salir escopeteado para no volver a verme en esas. Me duele ver con qué facilidad se admiten estas cosas y con qué ganas continúan haciéndolo: encerrar a niños durante semanas y semanas, los problemas psicológicos post-encierro de tanta gente. Así es que para mí, ese “después” necesariamente, debe incluir una reflexión para analizar lo manipulados y sometidos que estamos al gobierno.
¿Una recomendación para alguien que ha trabajado toda su vida como empleado y necesita reinventarse y emprender?
Curiosidad, aprendizaje, tenacidad, perseverancia, resiliencia… Prepararse para lo peor, idear planes alternativos (plan B, C, D… hasta la Z; soy muy pesado con esto). También focalizarse mucho en el cliente, en la solución de cómo le vas a ayudar. Y por supuesto ser proactivo, no reactivo como sucede en la mayoría de los casos.
Si tuvieras que elegir una, con cuál te quedarías: idea, desarrollo, equipo, marketing, ventas, hábitos y productividad, psicología, finanzas.
Me quedaría desarrollo. Sin él no hay nada. El marketing es pura teoría también; si no lo aplicas y lo desarrollas no hay nada. Equipo necesita desarrollo… Al final, como digo, todo necesita desarrollo, una puesta en marcha, una aplicación de todos los componentes. Para mí es fundamental y ha sido donde me he centrado, en desarrollar esas ideas de personas que no saben cómo hacerla real.
¿Un libro de cabecera, personas y proyectos que te inspiran cada día?
Muy difícil. Me encantan los libros, y normalmente son tipo autoayuda, motivación, conocimiento, empresa, gestión… Digamos que el libro que más me ha impactado es La Semana Laboral de 4 Horas, de Tim Ferris. Es un libro muy famoso, sobre todo en el mundo emprendedor. Fue mi forma de salir adelante, de crear un negocio en remoto, algo grande con muy pocos recursos y con mucha tracción. ¿Personas que me inspiran? Más complicado aún. Tengo una serie de personas a las que me gusta escuchar para motivación, como Tony Robbins, Ray Dalio para finanzas e inversión… ¿Y proyecto? Ser libre, que no me controlen los Estados y me quiten mi intención de vida, el poder disfrutar y hacer lo que quiera, sin perjudicar a nadie y poder crecer en el camino.
No podrías vivir sin…
Libertad. El confinamiento, las limitaciones, las restricciones me vuelven loco, me agobian. Y doy gracias a que me he ido de España. Ahora en Portugal estoy viviendo de una manera muy libre en el sentido de que apenas me afecta en mi día a día el confinamiento ni las limitaciones asociadas. Sí me limita en cierto sentido el no poder viajar como antes (por cuestiones de negocios la mayoría de las veces), que es algo que me encanta, y aunque podría, es tal el estrés que supone en estos momentos que prefiero estar tranquilo trabajando, escribiendo, creando cosas, aportando valor y contenido desde mi pequeño paraíso donde estoy ubicado, entre olivares, e intentando vivir con la máxima libertad posible.
¿Algún extra “tip” que te gustaría compartir con El Duende?
Ya está bien de lamentarnos, de llorar por las esquinas, de quejarnos de cosas en las cuales no tenemos ningún tipo de influencia. Quejarnos del gobierno y actuar sí sería lo correcto, pero nadie lo hace; nos quejamos en voz baja y maldecimos, pero después no pasamos a la acción. Es momento de actuar, de aprender, aprovechar todas las posibilidades para crecer personal y profesionalmente, de darnos cuenta de cómo queremos vivir e ir a por ello. Para mí un placer el haber hecho esta entrevista, y agradezco mucho la oportunidad para compartir mis ideas y mi visión de las cosas. Gracias y a seguir! www.christiankorwan.com
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