Los últimos premios de la Academia del Perfume, que reconocían las mejores fragancias del sector, se entregaron en el Auditorio Nacional de Madrid. La ceremonia fue un concierto disfrazado. Su órgano, uno de los mayores del mundo de 18 toneladas, dirigía la velada con voz femenina en compañía de la Orquesta Musicalis. Toda una gala que mezclaba, a un ritmo exquisito, notas de pentagrama y olfativas.
El sillón jazmín de los académicos del jurado lo ocupa Alberto Morillas, considerado el mejor per-fumista del mundo. Este sevillano ha creado más de 500 fragancias como si se trataran de peque-ños recitales. Sus melodías, muchas para la casa suiza Firmenich, las hemos tarareado todos. CK One de Calvin Klein, Acqua di Giò de Giorgio Armani, 212 de Carolina Herrera, Daisy de Marc Jacobs… Alberto es experto en crear moléculas de aromas que nos transportan a recuerdos y sentimientos a los que volver en cada pulverización.
¿Cuál fue su «ópera prima»? Si hablamos de ópera: La flauta encantada de Mozart. Si hablamos de perfumes, CK One.
Ese perfume rompió sin pretenderlo en 1995, la barrera de los géneros. Hoy con la transexualidad, el feminismo… ¿Se trabaja más en fragancias unisex? Personalmente, en el principio de la creación de un perfume no pienso en los géneros. Solo pienso encontrar el equilibrio, una firma que corresponda a la petición del cliente. Es después cuando añado las connotaciones femeninas, masculinas, unisex pero es el perfume está ahí para acompañar a cada personalidad. Es algo muy íntimo ya que va sobre la piel.
Su sensibilidad por los olores le viene de niño. ¿Las nuevas generaciones se van a perder notas olfativas? No. Siempre hay jóvenes apasionados que quieren ser perfumistas. Además, hemos encontrado nuevos olores gracias a las moléculas sintéticas que nos dan grandes oportunidades de formular nuevas emociones, imposibles de recrear 50 años atrás. Por ejemplo la Calone (se utiliza para dar la impresión olfativa de una orilla del mar fresca) o nuevas formas de extracción de las especies como Poivre rose con SFE (un gas especial que realiza una extracción con fluidos supercríticos).
¿Los perfumes hoy son mayormente artificiales? Personalmente en mis creaciones uso pro-ductos naturales con ingredientes de síntesis sin las cuales no podríamos crear nuevas emociones olfativas. Un ejemplo es Aqua Di Gio, sin la Calone nunca habría podido crear esta fragancia que recuerda las vacaciones. Pero desde siempre olores como la rosa, la flor de naranjo, jazmín… son cultivados naturalmente para la perfumería.
¿Un sevillano fuera de España a qué olores renuncia? Sobre todo a los olores de la primavera como la flor de naranjo. O a los churros con chocolate.
¿Ha viajado detrás de algún olor para una creación? Sí. Entre otros viajes fui a la India para encontrar el Jazmín Sambac, y lo extraje de una nueva manera para seleccionar las partes más modernas [el nariz puede tardar años en crear un perfume y probar hasta 2.000 veces una fórmu-la, como en Flower de Kenzo]. Así lo empleé para Gucci Bloom.
Alberto Morillas ha creado una marca de fragancias nicho bautizada como Mizensir. Estos olores de autor son más abstractos que cualquier perfume que imaginemos. Indult Paris imita el olor de la túnica papal. Escentric Molecules fantasea con el aroma de después de un encuentro sexual, mezclando sangre y metal con wasabi. Cuir de Russie incluye castóreo, una secreción de las glándulas anales del castor, olorosa y oleosa.
¿Los perfumes nicho son objetos de coleccionista o encajan en el día a día? Son a menudo perfumes de olores primarios o muy figurativos. Pero encontramos tantos que algunos se parecen mucho a perfumes comerciales.
¿A qué huele el mejor perfumista del mundo? Siempre uso creaciones que son encargos de clientes para poder controlar la difusión, el equilibrio técnico y emocional. También suelo llevar perfumes que me son muy queridos, creaciones mías. Cambio muy a menudo de perfume.
¿Con qué nos sorprenderá el universo olfativo en el futuro? Los acordes muy extravagantes o raros son casi siempre rechazadas de primeras, ya que son demasiado invasores y no muy bien comprendidos. Otra vez aquí es donde, gracias a las moléculas de síntesis, puedo añadir toques de creatividad que marcan la diferencia.