Paolo Pinamonti (Venecia, 1958) afronta su primera temporada como director artístico del Teatro de la Zarzuela, tras tomar el relevo de Luis Olmos. Ex director artístico de La Fenice de Venecia y ex director general y artístico del Teatro São Carlos de Lisboa, su principal ambición es atraer nuevo público, modernizando el teatro con la emisión de obras en streaming o creando una web tv, y «quitándole a la zarzuela los tópicos gracias a la mirada nueva de directores musicales y de escena contemporáneos».
Mucha gente se pregunta: ¿qué hace un italiano dirigiendo algo tan castizo como el Teatro de la Zarzuela? Reconozco que es raro. Teniendo en cuenta que un reglamento de los teatros de 1807 decía que no se podían representar obras de autores que no fueran españoles, ni con actores que no fueran españoles, para eliminar la influencia italiana… (risas).
¿Está la zarzuela en peligro de extinción? En absoluto. Y creo que está bien valorada. Lo que pasa es que quisiera apostar por los valores teatrales y musicales contemporáneos para eliminarle ese tono de casticismo rancio que se le suele dar. Por ejemplo, Herbert Wernicke supo minimizarlo muy bien y destacar los valores ibéricos en Ay, amor, la obra con la que hemos abierto en septiembre y en la que reunió dos óperas de Falla, El amor brujo y La vida breve.
También le interesa atraer nuevo público a través de actividades complementarias. Para mí, el futuro de los teatros líricos pasa por colaborar en diferentes áreas culturales, con diferentes disciplinas y con actividades originales. Por ejemplo, no todo el mundo sabe que Falla escribió El amor brujo para Pastora Imperio. Y yo pensé en invitar a Tomatito y Miguel Poveda, que son, digamos, las «Pastora Imperio» de nuestros días, para analizar aquella colaboración. También se podrá ver una muestra sobre Falla en el ambigú del teatro.
Falla tiene la culpa de que usted ame España. En gran medida sí, soy un gran apasionado de este autor desde que, cuando estaba en la Fenice de Venecia, produjimos una de sus obras, junto con el Teatro de la Zarzuela y el Festival de Granada. Y a partir de él fui descubriendo la música española.
Habla de valores teatrales contemporáneos. Me imagino que se refiere, por ejemplo, a Andrés Lima, que esta temporada dirigirá una zarzuela de José De Nebra. En efecto. Andrés Lima se encargará de la dirección escénica de Viento es la dicha de amor, que dirigirá musicalmente Alain Curtis, quien ha destacado la altísima calidad de esta partitura, que merece la misma atención que una de Vivaldi o que una de Haendel.
También le interesa revalorizar las partituras musicales. Sí. Es que en algunas zarzuelas hay tan solo 20 ó 25 minutos de música sin parlamentos, y eso hace perder el interés a los directores. Pero hemos conseguido una lista muy interesante de directores para esta temporada: Juanjo Mena, que dirigirá Ay, amor alternándose con otro director español con carrera internacional, Guillermo García Calvo, o José María Moreno.
Y ha puesto en marcha un canal televisivo en la web del teatro. Sí, ya ha comenzado a funcionar y en él se pueden ver las conferencias que se organicen en el teatro, los archivos que hay digitalizados, las entrevistas y el making of de las producciones. Un proyecto audiovisual al que se suma este otro: pretendemos proyectar en directo, en streaming, los títulos de la temporada para alumnos de universidades con las que hemos firmado convenios. Serán actividades optativas para los alumnos pero les darán créditos.
Y ha iniciado colaboraciones con la Filmoteca. Allí se proyectarán películas que se han inspirado en títulos de zarzuela, como La reina mora o Alma de Dios, a la vez que estén en cartel aquí. Además de la cantidad de guiones cinematográficos que parten de zarzuelas, pensemos que este género fue fundamental en el desarrollo del cine mudo en España. Por otro lado, siguiendo con el cine, hemos programado un ciclo dedicado a Chaplin, que incluirá el estreno mundial de partituras originales de Timothy Brock reconstruidas. Y en navidad, se proyectarán A Burlesque on Carmen, una parodia de la Carmen de Cecil B. DeMille, Luces de ciudad y Tiempos modernos.
Y todo, con un recorte importante de presupuesto, imagino. Claro, no podemos hacer todo lo que nos gustaría. No obstante, con el repertorio que tiene este teatro, es un placer apostar por las reposiciones, como El juramento. Es una reposición de la magnífica versión de Emilio Sagi-Barba que se ofreció en este mismo teatro en 2000, con un magnífico vestuario de Jesús Del Pozo, a quien vamos a rendir un homenaje.
Una cosa que suele decir el público español es que la cultura en nuestro país es cara. Creo que es un falso problema. Por supuesto que hay gente que no tiene para comer, mucho menos para la cultura. Pero quienes dicen eso son gente que puede gastarse muchas decenas de euros en ir al fútbol o en comprarse una camiseta de Ronaldo. Quince euros por un libro no es un precio desorbitado, es el que tiene que tener.
Ay, amor (El amor brujo + La vida breve) se representará hasta el 20 de octubre en el Teatro de la Zarzuela.
Texto: Julieta Primoy. Fotos: Ay, amor ©Jorge Guerra.