Aunque no sea fácil salir a flote entre tantos grupos y cuando la industrial musical nada en aguas movedizas, Clara, Mikel, Martí, Irene y Javier, bajo el nombre Underwater Tea Party, destacaron en 2006 como uno de los grupos revelación. Su salvavidas ha sido Metronome Suburban, un disco empapado de referencias literarias y musicales que ha quitado la sed a la escena indie española. ¿Por qué un nombre acuático? Martí: Saliendo del local de ensayo siempre había carteles con “no sé qué party”; Clara dijo Underwater Tea Party porque es fan de Alicia en el País de las Maravillas. Sonaba bien. Mikel: Barajamos varios nombres y como a Clara le gusta el surrealismo francés, decidimos que así estaría justificado y que además, no nos aburriría porque nos sentimos identificados. Os llamáis Underwater…, el disco es Suburban Metronome; todo por debajo. M: Este disco se nos ha quedado un poco debajo del nivel del mar. MK: Al decidir el nombre de una canción, un acorde… cada uno tiene una idea, pero al final hay una común de la que no eres consciente hasta que pasa el tiempo. ¿Cuál ha sido la velocidad de crucero desde la salida del disco? MK: Muy rápida. Nos ha ido muy bien, pero no han cambiado nada nuestras vidas; creía que nos iban a poner alfombras rojas y que vendrían a buscarnos en limousine, pero seguimos igual y encantados. A mucha gente le ha gustado el disco musicalmente y tiene interés en escuchar el siguiente. Segundo disco. MK: Para principios de 2008. Tenemos muchas canciones y queremos que sea un disco evolucionado, que suene a UTP, aunque no tenemos muy claro qué es. M: Estamos cambiando la forma de afrontar las canciones y lo que tenemos suena bastante diferente. ¿La “Música” hace aguas? MK: La música está en un momento muy bueno porque hace años hacían música los que podían comprarse una guitarra o tenían un talento muy especial, y la mayoría no somos el caso. Hoy hay muchísimos grupos, en Madrid todas las semanas tienes mogollón de conciertos, la gente no compra discos pero escucha música por la calle. Lo pasan mal las discográficas o al menos, no lo pasan tan bien como hace años. M: La música está superviva. La chica de la portada del disco está en el agua… MK: Es Alicia absolutamente colocada en un país contemporáneo surrealista. M: El agua es rosa porque, a lo mejor, Alicia se estaba tomando un helado de fresa y se le cayó al agua. Es un dibujo de Higinia Garay. ¿Sois peces de agua dulce o salada? MK: Me encanta ser un poco chulo de piscina. Intenté hacer surf y era muy malo, y como todos los amigos éramos feillos no funcionaba. Pero soy más de agua dulce. Soy de San Sebastián y el agua salada ha significado señoras, pañales flotando, medusas, surfers pegándose por pillar la ola, un montón de gente desnuda –que estaba bastante bien-. Cuando dos personas se meten en el agua y se miran, es de una forma que mola mucho pero no se sabe lo que está pasando, está distorsionado de manera continua. M: El agua es un distorsionador de la realidad. Reivindico el agua dulce porque se puede beber, nunca me ha atraído el agua salada. Texto: Mónica Caballero Foto: Andrés Cabanes |