Las imágenes de las portada y guardas de ESTA tercera edición del Libro Rojo han sido alumbradas por uno de los ilustradores españoles de mayor proyección de nuestro país. Las obras de Ricardo Cavolo (Salamanca, 1982) respiran fuego “como un elemento positivo, no negativo o destructor. Para mí es luz, energía, vida. Así que donde pongo fuego, normalmente es porque hay buena energía”, nos comenta.
En tu carrera como ilustrador estás subido en una ola creciente. ¿Sabes a dónde te lleva? Me conformo con mantenerme en ella, este ha sido mi sueño desde pequeñito y no me querría bajar, por eso trabajo muy duro cada día en esto.
Te gusta contar historias a través de tus obras. Tras el telón rojo que vemos en la apertura de esta revista, ¿qué te gustaría que sucediera? Necesitaría que fuesen muchas cosas a la vez… Quizás una historia de amor en el centro, pero con varias historias satélites que complementan a la principal y viceversa… Que mires donde mires haya algo que descubrir.
Cuando escoges un tema, sin un encargo por delante, ¿qué te planteas? Cada vez es más difícil ese momento, porque no tengo tiempo… Pero siempre necesito hablar de la parte outsider de la vida, de la cara B, y plantearlo de manera que se entienda que, por raro que sea, todo es aprovechable y admirable.
Además de ilustrando infinitos soportes, ¿qué otras ramas creativas te apetecería explorar? La literatura me encanta. Sería muy feliz escribiendo, porque es un medio donde puedo exponer también todas las historias que guardo en mí y que trato de narrar con mis ilustraciones… Algún día tendré que intentar escribir, pero veo muy complicado hacerlo medianamente bien.
En tu obra se observan muchos aspectos iconográficos que tienen relación con elementos típicos del arte ruso y hebreo, ¿qué relación tienes con ellos? Bueno, la cultura rusa siempre me ha atraído mucho, quizá porque creo que allí encuentras mucho de lo outsider que hablaba antes, y siento gran admiración por lo que allí sucede y su manera de tomarse la vida. Considero que en general el Este de Europa representa muy bien de lo que quiero hablar en mi trabajo.
Te gusta mucho el fútbol. ¿A qué equipo te gustaría diseñarle la imagen de su vestuario? Soy muy culé, así que sería feliz haciendo lo que fuera para el Barça.
Y si, por ejemplo, la familia real te encargase un retrato, ¿qué aspecto tendría? Bueno, el cuerpo me pediría hacer algo un poco salvaje, a lo art brut, para desencorsetar un poco esa imagen que tienen.
¿Entiendes tus ilustraciones de la misma manera que un tatuaje? Para mí, el tatuaje es una biografía convertida en símbolos y que llevas de por vida en la piel. Cuando tatúo a un personaje mío, lo que estoy haciendo es contarle a la gente quién es y qué ha vivido… Es como tirar de la wikipedia para ver quién es alguien, y por qué está entonces en esa situación en la que lo presento ahora. Y el tatuaje tiene también una faceta mágica, de talismán.
¿En qué proyectos estas trabajando? A corto plazo estoy terminando de ilustrar un libro para Santi Balmes; empezando una novela gráfica sobre Daniel Johnston y estoy preparando una exposición (11 de octubre, en Monkey Garden. C/Barco, 38) A más largo plazo preparando exposiciones para principios del año que viene en las Américas.
Texto: EDM. Ilustraciones: Ricardo Cavolo.