Pere Pinyol (Barcelona, 1952) es la combinación perfecta de gestión eficiente y calidad cultural. El director del Circo Price ha elevado la entidad a referente circense en España y demostrado que es factible programar calidad con presupuestos ajustados.
Pinyol ha diversificado el espacio incorporando al Price a todos los eventos culturales de la ciudad y realizado funambulismo económico para seleccionar y atraer los mejores espectáculos del circuito cultural: Conciertos hiperrentables han permitido programar joyas circenses. Y joyas circenses han viajado al Price gracias a los taquillazos musicales.
¿Resurgirá el resplandor del circo? Sí, pero será necesario crear escuelas superiores, circos estables, mejorar las estructuras y las infraestructuras con el apoyo de los municipios, etcétera. En definitiva, el resurgir pasa por la inversión y por la calidad más que por la cantidad de circos en gira. Las nuevas compañías se crean para escenarios a la italiana (elevado y con un solo plano de visión) y, en consecuencia, los teatros municipales jugarán un papel fundamental en la proyección del circo en España.
¿Existe futuro profesional para jóvenes artistas o el futuro es salir de España? Actualmente existen dos escuelas de circo de formato grande – Barcelona y Madrid- que preparan a sus alumnos para poder ingresar en escuelas superiores en Europa o Montréal. Empiezan a regresar, ya formados, y hay síntomas leves de creación y compañías entre estos artistas. El presente es salir de España, creo que el futuro será distinto.
¿Esta situación ha sido un elemento desmotivante o, por el contrario, ha visto a más artistas reinventándose para poder vivir del arte? Es una lástima no poder disponer de partidas que permitan resolver problemas estructurales del edificio, pero no hay desánimo en el equipo y tampoco lo veo en los artistas. El circo está cada vez más presente en España. La crisis “desaparecerá” y no volveremos a las “alegrías” de cuando pensábamos que éramos ricos, pero entre todos encontraremos fórmulas para transitar. A veces es un estímulo para encontrar nuevos caminos y reinventarnos.
¿Todavía no existen suficientes espectáculos para programar circo todo el año? Intentamos revertir la situación planificando programación a largo plazo (2013, 2014), incorporándonos a proyectos que empiezan a gestarse y coproduciendo o haciendo encargos que permitan a las compañías presentarse en el Price.
Alrededor de 200.000 personas visitan el Price anualmente. ¿Es un buen resultado? El Price es muy joven, está tierno. Hemos de explicarnos más y mejor para conseguir que el público confíe en una programación que normalmente carece de referencias o de artistas conocidos. La palabra circo todavía asusta y confunde a un sector del público. Poco a poco van entendiendo que en el Price se pueden ver espectáculos de gran calidad sin necesidad de etiquetas o apellidos.
¿Es complicado ajustar el presupuesto a la programación artística? El dinero siempre es poco, uno siempre querría disponer de más para poner en marcha nuevas propuestas, pero el presupuesto, ajustado, permite tener la programación que tenemos. No hemos caído en la tentación de traer espectáculos de menor calidad o más comerciales. No es el trabajo de un espacio público. Hemos incrementado los ingresos por patrocinio y los recortes se han ido compensando con mayores ingresos de taquilla.
¿La programación circense llegará a ser tan rentable como la musical? No.La programación musical es muy rentable. Precios más elevados, tan sólo un día de actuación, aforos al 100%, medios de comunicación con mejor disposición que hacia el teatro, etcétera. El circo, en un espacio público, no puede ser rentable, a lo sumo aspiramos a que, en un futuro, los ingresos en taquilla equivalgan a los costes de representar un espectáculo.
Un artista que haya querido programar y se le haya resistido… James Thierrée, nieto de Chaplin, uno de los hombres con más talento que he visto jamás. Hay problemas de adecuación de su espectáculo a nuestro espacio pero, tarde o temprano, los ciudadanos tendrán el placer de verlo. Un sueño por cumplir… Organizar el acto de inauguración de unos juegos olímpicos. ¿En Madrid?
Texto: Rebeca Queimaliño. Foto: Fuerza Bruta
Fuerza Bruta se representa en el Teatro Circo Price de Madrid del 11 al 23 de octubre.