Encontramos a Carlos Díez con la maleta hecha. “Me voy de vacaciones a Budapest”. A la vuelta pergeñará su nueva colección para que esté a punto en la Cibeles Madrid Fashion Week. “Al diseñar mi ropa no pienso en un destinatario concreto, ni siquiera si un estampado es para hombre o mujer. Me encanta vérsela a todo tipo de gente”. Lo suyo es tirarse a la piscina, “echo de de menos una mayor escena underground en la moda española, está todo demasiado institucionalizado”. Y es tan viajero: “creo que en Japón es donde mejor se viste”, como noctámbulo, “me encanta salir de copas…”
“Suelo salir tarde, y casi nunca los sábados. Prefiero hacerlo entre semana, por ejemplo los miércoles, que se han puesto muy de moda, o los viernes, cuando casi siempre voy a El Diamante (Ventura Rodríguez, 7), a Nasti (San Vicente Ferrer, 33), a El Fabuloso (Estrella, 3) o a Charada (Bola, 13). Pero sobre todo me gustan los domingos, porque no hay que trabajar en todo el día. Mi sitio preferido es el Week End (Pza. Callao, 4), que solo abre este día de la semana. Y si el lunes no tengo mucho trabajo en la tienda, acabo en un after hours, porque estoy muy cómodo en el ambiente, solo va gente a la que le de verdad le gusta salir, como a mí. Una vez al mes, me paso por el Goa (Mesonero Romanos, 13) con mis amigos. Vamos hasta allí todos juntos, en autobús, y me lo paso muy bien ya en el trayecto, con los nervios de la noche que nos espera”.
Texto: Paloma F. Fidalgo. Foto: Markus Rico