Como un bolero ambientado en la Habana de los años 40 y 50. Así es Chico & Rita, un musical animado que surge de la feliz conjunción de tres genios creativos: el cineasta Fernando Trueba, el artista gráfico Javier Mariscal y el músico Bebo Valdés. El resultado es un colorista, sensual y original festín para los sentidos que recoge lo mejor de los universos creativos de cada uno de ellos. Hablamos con los dos primeros.
“Parece un pensador anarquista” dice Fernando Trueba sobre Javier Mariscal. Y remata: “Aunque en realidad nunca ha pensado”. El artista, alma mater del Estudio Mariscal y padre de la mascota olímpica Cobi, no se da por aludido. Parece despistado y disperso, aunque solo es una apariencia. Este breve diálogo refleja el buen rollo que existe entre ambos creadores, cuya amistad se remonta a hace una década, cuando Mariscal diseñó toda la gráfica de Calle 54: el documental, la discográfica y el club. Y hasta hoy, pese a sus diferencias. “Trueba es muy racional, muy académico. Mariscal es todo lo contrario”, apostilla Tono Errando (hermano del segundo), en las notas de producción del filme.
“El deseo inicial por hacer Chico & Rita proviene de mi amor por el trabajo de Mariscal. Para mí, Javier es un hijo de Picasso. Es Mediterráneo en estado puro. Muy sensual, muy vital. Había soñado cómo sería una película pintada íntegramente por él”, comenta Trueba, que ha ejercido las labores de guionista, director y productor musical de un filme que es un modélico (y anómalo) ejemplo de intertextualidad de lenguajes y sensibilidades afines. Una preciosidad.
Mariscal, por su parte, añade: “Mi trabajo fue encontrar la manera gráfica de contar una historia de amor que es como un bolero, en la Cuba de los 40”. Y prosigue: “Vi que tenía que ser algo más realista de lo que normalmente hago. Y a partir de ahí tenía que encontrar un puzle de técnicas: 3D, dibujo tradicional, cómic, etc…” Aunque ambos coinciden en una cosa: ninguno tenía experiencia en el medio. “A mí, hacer una película de animación me ha abierto una puerta más en mi cerebro. Hasta entonces sabía que había dos maneras de contar: la ficción y el documental. Ahora sé que hay otra”, comenta Trueba. Mariscal, sin embargo, habla de uno de los talones de Aquiles del medio: “Salvo los aficionados al género, en el resto de la Humanidad hay un prejuicio o rechazo hacía la animación que, yo creo que se va a vencer, porque está habiendo un cambio con la gráfica, las nuevas películas, etc…” (y se enzarzan en una guerra de títulos que confirma que están al día y no han sido ajenos a fenómenos como Pixar).
Chico & Rita narra una de esas historias de amor que los americanos definen como bigger than life: la que surge entre un joven pianista y una joven cantante cuyos destinos se irán entrecruzando hasta el final de sus días, con paradas en Nueva York, Los Ángeles, París o Las Vegas (ciudades que, bajo la colorista mirada de Mariscal, se convierten en una postal inédita y deliciosa). Y, como no podía ser de otro modo viniendo de Trueba, lo hace con una narrativa heredera del Hollywood clásico (guiños a títulos como Casablanca incluidos). “El pasado está asociado a una manera de contar. Por eso creo que sería muy absurdo contar una película ambientada en los años 40 con una narrativa pop”, aclara. “Como la película es profundamente original, usar muchos clichés en determinados momentos era muy bonito, porque lo que hacíamos era interpretarlos, convirtiéndose en otra cosa”.
En la historia, La Habana de la época es un personaje más. “Como tan bien ha contado mi amigo Cabrera Infante, tenía una vida nocturna tremenda de cabaret, juerga, mujeres, vicio. Me hubiera encantado estar ahí. Creo que la vida nocturna es una de las mejores cosas de la vida” dice Trueba, cuyo próximo proyecto será El artista y la modelo (sobre un guion co-escrito junto a Jean-Claude Carriére que lleva manoseando dos décadas). “Es el momento dorado de la música cubana”, añade Mariscal, “y cuando empieza a configurarse nuestro mundo: el de la comunicación, el marketing, la publicidad, el diseño y todas las estrategias del brand. Algo que por edad conozco bastante. Mi infancia transcurrió en un país completamente negro con coches como ataúdes y armarios oscuros y, de repente, ¡zas!, llegan los plásticos, la formica, el fluorescente, el bikini y los Beatles. Y cambiaron todos los colores”.
Uno de los puntos fuertes de Chico & Rita es la música, algo en lo que Trueba demostró un buen oído con documentales como Calle 54 o discos como Lágrimas negras. En su banda sonora encontramos las colaboraciones ilustres de Bebo Valdés o Estrella Morente. “La música es la expresión artística más potente, porque te llega al sitio que más me gusta: la piel”, comenta Mariscal. “Fernando tiene en la cabeza todos los discos metidos como si fuera un jukebox”. La conversación fluye. Y podría seguir durante horas. Tanto, que ya tienen otra colaboración animada rondando por sus desbordantes mentes.
Texto: David Bernal. Imágenes: Chico & Rita
Chico & Rita Exposición: en Fnac Callao (Madrid), se llevará a cabo una exposición de dibujos y bocetos originales de Javier Mariscal del 21 de febrero al 25 de marzo y que será presentada en conferencia el 25 de febrero, día del estreno.