En 2009 recibió el primer premio de fotografía en la Feria Estampa y el de Creación de la Fundación García Jiménez. La fotógrafa Cecilia de Val se autorretrata en sus obras como una heroína moderna. La literatura y el cine de ciencia ficción, el cómic y la pintura, le sirven para imaginar decorados o escenarios donde resolver cuestiones acerca de la identidad del individuo. Bosques encantados o arquitecturas periféricas, casi inasibles, en los límites del subconsciente. En su último trabajo, presentado recientemente en Cámara Oscura, ha centrado el discurso en las ruinas como archivos de la memoria e historia colectiva.
Además de hacer fotos, eres vocalista del grupo Garygeld and the Dead Monegros. ¿En qué se parecen tus canciones a tus fotos? De alguna manera, todo lo que hace una persona de forma creativa guarda una misma identidad. En todo caso, yo no escribo las canciones, me limito a interpretarlas, aunque supongo que hay algo de mí también en ellas…
Se suele decir de tus imágenes que son muy teatrales, que cuentas una historia en cada una de ellas. ¿Cuesta condensar una narración en una sola escena? Me sale de manera casi instintiva.
Muchas de esas escenas resultan inquietantes o incluso fatalistas. ¿Prefieres el drama a la comedia? Creo que hay una línea muy difusa entre ambas, así que yo todo lo veo un poco tragicomedia…
¿Tus imágenes son simbólicas? Sí, son bastante simbólicas. Y al mismo tiempo, muchas de ellas están abiertas a diferentes interpretaciones en función de quien las mira.
¿Qué cosas te inspiran para crear? Muchas cosas. Todo lo que tengo alrededor: la música, el cine, la literatura, la obra de otros artistas…
La mayoría de las veces, tú eres quien posa en tus fotos. ¿Por qué? Porque me resulta más fácil expresar lo que yo quiero. Y el realizar, posar e interpretar la fotografía aporta un carácter de performance que me divierte e interesa creativamente.
¿Con qué dificultades se encuentra una artista joven y española para arrancar? Está claro que España en este momento no es el país ideal para dar salida a una carrera artística, y aunque hay varias instituciones que apoyan el arte y al artista, su trabajo no es suficiente porque faltan recursos para internacionalizar el arte de nuestro país, para que lo valoren más allá de nuestras fronteras. Yo no puedo quejarme ya que por el momento no lo he tenido tan difícil, y tengo unas galerías detrás que creen en mi trabajo y lo difunden. Pero sé que esta carrera es dura y que requiere mucho trabajo y aguante.
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Texto: Ana Berruguete y Paloma Fidalgo. Fotografía: Cecilia de Val. First anniversary, serie “El otro reino”, 2008. Lambda print. 110×150 cm y 75×100 cm. Ediciones: 5. Cortesía de la artista y Cámara Oscura galería de arte, Madrid.