Escritora todoterreno, articulista, novelista guionista de cine, ahora, Elvira Lindo llega al teatro, y por partida doble. Por un lado, se reestrena La ley de la selva (1996), que regresa a los escenarios con Mariola Fuentes como protagonista, en el Teatro Arenal a partir del 10 de marzo. “Me encanta que la obra siga teniendo vigencia pero la verdad es que he tenido poco que ver con este proyecto”, explica la dramaturga desde la ciudad en la que vive la mitad del año, Nueva York. “Les deseo mucha suerte y creo que lo están haciendo muy bien pero poco puedo añadir a una obra que escribí hace tanto tiempo”.
El nuevo material, Algo más inesperado que la muerte, llega al teatro Lara, el próximo 24 de marzo. Con dirección de José María Mestres y Álvaro Luna, Carmen Ruiz o Esperanza Elipe en el elenco, se trata de una adaptación de su novela homónima que ha realizado la propia Lindo junto a Borja Ortiz, y eso que la escritora no ha vuelto leer el texto que publicó en Alfaguara hace ya siete años: “Se la leyó Borja y él me la iba contando.Yo iba tomando notas. Por supuesto, tenía una idea general bastante exacta aunque algunos detalles se me habían olvidado”. Los fans de la escritora se encontrarán sobre las tablas con una trama con muchos elementos propios de su universo creativo como la ascensión social y las relaciones de pareja. “La dificultad principal ha sido moverse en ese terreno de la tragicomedia que tanto practico y que es tan delicado”, dice Lindo. Porque, como es habitual en su obra, hay humor y también alegría aunque se traten temas de calado, además de una reflexión sobre la propia figura del escritor e intelectual: “Parece que el verdadero compromiso tenga que ser triste y desgraciado. Lo mismo nos sucede a los escritores, si no parecemos tristes o deprimidos es como si no fuéramos serios. Yo reivindico la felicidad como actitud. La búsqueda de la alegría es el empeño más noble que existe”.
“Siempre he disfrutado mucho escribiendo diálogos”, explica Lindo. “Disfruto especialmente con los personajes de extracción social baja, tienen unas expresiones geniales. Con ellos te puedes permitir una espontaneidad y crudeza que es más difícil con otro tipo de personaje más intelectual”. Ese personaje está representado por Tere, la asistenta, una mujer que como la propia protagonista quiere prosperar en su vida: “Siempre he entendido muy bien el deseo de tener un piso mejor, una posición social más elevada. En España a veces parece que la ambición está penalizada, pero en muchos casos no me parece censurable en absoluto”.
Y está el amor entre una periodista bella y decidida y un hombre de letras que casi le dobla la edad: “Alguna gente sospecha de este tipo de relaciones, como si las ganas de subir fueran los únicos motivos de que una mujer se enamore de un hombre tan mayor. Yo creo que es más complicado. Las personas pueden resultar atractivas por muchos motivos, y el querer acceder a una vida mejor es uno de ellos”.
La ley de la selva, desde el 10 de marzo. Teatro Arenal
Algo más inesperado que la muerte, desde el 24 de marzo. Teatro Lara
Texto: Juan Sardá