El tono agridulce del éxito y las contrariedades de la vida han dado algunos de los discos más interesantes de la música alternativa de raíces. El batería y miembro más impredecible de Felice Brothers, Simone Felice, lidera este nuevo intento de marcado lirismo country y enérgicas canciones.
Hace apenas tres años, el combo de los hermanos Felice irrumpía en España con un tema ideal para fiestas beodas, conciertos con el público a favor y sonido para todos los públicos, Frankies’s gun. El debut en nuestro país del grupo de la parte montañosa de Nueva York, el páramo de Catskill Mountains, rehizo el prestigio y el gusto por el rock de raíces de una audiencia que con Wilco colmó todas las expectativas generadas por el country alternativo hace apenas un lustro.
The Duke & The King, que estarán girando por España a lo largo de este mes (“Estuvimos en Barcelona en septiembre”, recuerda Felice, “y fue tan bien que tenemos muchas ganas de ver la reacción en el resto de España”), se aleja casi por completo de lo hecho con el grupo madre pero no decae en intensidad. “Con mis hermanos me sentía que era como un ancla, y yo quería hacer algo distinto –comenta Simone-. Ahora tengo mi propio barco, y no hago más que avanzar”. Se refiere, claro, a Nothing can stay, uno de los debuts más prometedores de los últimos meses. Y es que Felice se ha revelado como un brillante intérprete de country-folk que llena de matices claroscuros al folk. De nuevo cuño, el que huye de los clichés.
La ristra de referencias y nombres que vienen a la memoria con The Duke & The King es tan larga como cualitativamente fuera de toda duda. Ciertamente, ésta podría ser la relación más tópica del mundo pero en esta ocasión se antoja la mejor medida para calibrar la calidad de este proyecto. Felice, acompañado de su amigo Robert Burke, le da la vuelta a Crosby, Still & Nash (con o sin Neil Young), adultera el sónido psicodélico de Arthur Lee y sus Love, y no para de recordar a la poesía oscura de Leonard Cohen. Aunque, dice, “las principales referencias son literarias: me encanta Pablo Neruda, es mi poeta favorito, y Hemingway, y tantos otros escritores que me han inspirado”. Tanto es así, que el evocativo nombre que utilizan, El duque y el rey, está directamente inspirado por la clásica novela de iniciación norteramericana, Las aventuras de Huckleberry Finn, de Mark Twain. “Es un libro que cambió mi vida. Es una metáfora muy importante sobre los valores de la vida que te puede servir para avanzar y conseguir tus objetivos”.
El tono grandilocuente de Felice se justifica ante los acontecimientos que ha vivido durante el último año. Perdió al hijo que esperaba en un aborto inesperado, lo que le llevó a tomarse la vida de manera diferente. “Al fin y al cabo, a pesar del sonido luminoso, hablo de cosas tristes. Son éstas las que me han llevado a hacer este disco. Es el resultado de un invierno nefasto”.
Antes que músico, Simone es una contador de historias, y como es el caso, la que mejor cuenta es la suya. Además, entre otro proyecto en solitario y la inminente gira, tiene pendiente la publicación de su primer libro. “Es lo que mejor se me da: contar historias”.
Texto: Jaime Casas
Foto cedida por Heinekenpro
The Duke and The King tocarán el 17 de noviembre en el Teatro Circo Price junto a Micah P. Hinson y Black Joe Lewis & The Honeybears dentro de la V Edición Heineken Greenspace