Nuestros sentidos están siendo constantemente bombardeados con estímulos. Muchos de ellos ideados para generar en nuestro sistema nervioso central emociones dirigidas, como hacen los tan mencionados y criticados algoritmos que siguen determinados creadores de contenidos. Pero, si te detienes a pensar cuándo fue la última vez que tu piel se erizó de manera espontánea ante una obra artística de cualquier naturaleza, estarás de acuerdo en que no es una reacción tan frecuente. Queremos que creadores de múltiples disciplinas nos hablen de cómo se emocionan y cómo consiguen emocionarnos.