En la foto: Roi Porto
Roi Porto es versátil y creativo a la hora de plasmar su esencia en nuevas formas de expresión. Nos confiesa que a la hora de crear no se queda con las ganas de casi nada, todo lo intenta y aprende en el proceso de desarrollar diferentes disciplinas. Aunque hay algo que nunca cambia: ser fiel a sí mismo, trabajando sin concesiones y dejando un mensaje importante en cada nuevo proyecto.
DJ, productor, diseñador y activista LGTBIQ+, ha construido una carrera en la que reivindica la pista de baile como un espacio de libertad, diversidad y resistencia. Fiel creyente de la música como un manifiesto y con una trayectoria que abarca desde el pop noventero hasta la electrónica más folclórica.
En esta conversación por escrito, donde la espontaneidad, dulzura y buen humor quedaron reflejados en cada respuesta, Roi Porto nos comparte su visión sobre la música, el arte y la vida.
¿Dirías que la música es el hilo conductor que une todas tus facetas? ¿Qué otra cosa es común entre el Roi empresario, DJ, diseñador, compositor, activista LGBTIQ+?
La música debería de ser el hilo conductor de absolutamente todo en la vida.
La otra cosa común soy directamente yo mismo, soy mi propia empresa y trato de dar coherencia a todo lo que hago, que quede natural y que coexistan cosas de lo más dispares. No es fácil, pero es muy divertido y gratificante, aunque requiere mucha dedicación, profesionalidad, paciencia, seguir a delante, a veces sin resultados, caerse, volverse a levantar, sentirse agobiado, tener miedo, preocuparse en exceso de que todo funcione, la cabeza centrifugando 24/365. Y tiempo. Mucho tiempo.
Pero sobre todo, lo que recalcaría de principio a fin, y en todas las facetas, es algo muy sencillo: no tomarse demasiado en serio. Y para ciertas cosas me ayuda mucho a seguir adelante: prefiero hecho que perfecto.
Desde que empezaste como DJ a pinchar en salas de fiestas, ¿cómo ha ido evolucionando tu estilo hasta hoy?
¡Qué buena pregunta! Ha ido evolucionando mucho y de manera radical.
Empecé pinchando en el bar de mi tío en Coruña con un lector de CD y un lector de DVD. Al principio no había ni mesa, por aquel entonces era música divertida, pop, algo electrónico, petardeo… un mix ecléctico pero que funcionaba muy bien.
De ahí al pop, que es algo que me aburría en secreto muchísimo, empecé a camuflarlo con música de los 90 y dance.. algún hit actual pero que no acababa de ser lo mío. Hasta acabar rompiendo con todo (incluyendo una repre que hacía de Paquita Salas, una genia) y de ahí me pasé a la música electrónica: house, tech house. Eso lo que me gusta pinchar a día de hoy en sitios como Lula Club, por ejemplo…
Si me tengo que “bajar las bragas” lo hago con hits pop pero remixeados en house o techno, algo más cañero. Es fácil perder la identidad, sobre todo en el pop, teniendo que mezclar canciones para contentar a la pista y no mezclando lo que te gusta. El difícil equilibrio…
Igualmente es un gusto pinchar electrónica, el publico viene “abierto de oídos” a bailar buena música, sorprenderse y dejarse llevar. El mundo del pop es un “walking dead” de peticiones, exigencias o amenazas incluso. La tiranía del hit.
En tu show «Activista de la Pista», reivindicas la pista de baile como un espacio seguro para el colectivo LGTBIQ+. ¿Qué te inspiró a crearlo?
Pues buscándole el sentido metafórico, haciendo perspectiva a través de los años ya que la pista de baile siempre ha sido una aliada, posiblemente para resarcirnos de tanta represión de una manera libre en la que poder entablar relaciones de forma segura, y también literal, ya que lo que dio lugar a los prides actuales fueron los disturbios de Stonewall en los que el colectivo se unió y plantó cara a los abusos policiales directamente desde la pista de baile a las calles. Me parecía necesario y coherente visibilizar esa parte de la historia y de la música sobretodo, éxitos asociados al colectivo LGTBIQ+ desde la música disco a lo actual, es algo que directamente ha caído prácticamente en el olvido.
¿Qué ha significado para ti llevarlo a Orgullo de Pueblo?
Vengo de hacer tres veranos consecutivos la gira de Orgullo De Pueblo de J&B, en la que recorremos España a lomos de una despampanante carroza llena de travestis, al más puro estilo Priscilla Reina del Desierto, con la que llevamos el Pride a dónde más lo necesitan: a los pueblos. Y eso ha sido una de las mejores experiencias de toda mi vida… Viendo la buena acogida y lo bien que funcionaban me pareció coherente montar concepto como Activista de la Pista, que va con visuales, un manifiesto, shows.. Vaya que si algún ayuntamiento se anima.. que me llame! 🙂 🙂
Este diciembre nos regalaste el nuevo sencillo No Soy Ningún Santo, un tema que fusiona géneros y lleva detrás un mensaje que te toca personalmente, cuéntanos de ello…
Es una rumba electrónica que llevaba años en un cajón. Me decidí a sacarla ahora porque habla de verdad, es algo que sé defender y me siento cómodo defendiendo.
Pese a lo festivo y bailable de la rumba, el trasfondo es duro ya que habla de maltrato psicológico y relaciones tóxicas, algo que me tocó vivir en primera persona.
La canción es autobiográfica y cuenta, a grandes rasgos, la tortura que pasé con un maltratador psicológico de manual. Ha sido terapéutico, mucho más de lo que esperaba, y supone traer luz a la etapa más terrorífica de mi vida, en la que me vi anulado como persona, me convertí en alguien gris y sin ganas de vivir, me daba igual morirme, para mal.
Ahora me daría igual morirme mañana, pero para bien, de todas las cosas increíbles que he vivido después de eso, es decir que es algo totalmente superado y que he convertido en algo positivo, en el sentido que salí de ahí valorando mucho más que nunca lo que siempre he defendido y encarnado: la libertad más absoluta y ganas de comerme el mundo.
¿Qué te llevó a dar ese paso?
Decido exponerlo alto y claro también para tratar de ayudar a quien se encuentre en una situación similar… un poco dando las claves de lo que puede ser maltrato y animando a que, de manera determinante y definitiva, salgan corriendo de ahí.
Para el ictus todos sabemos los síntomas, algo como el maltrato psicológico tiene claras señales y por lo general no las sabemos: ignorarte, chantaje, menosprecio, humillación, hacerte responsable de sus problemas, culpa, control, silencio como ataque, intimidación, etc. Esos son algunos de los síntomas. Si crees que estas en una situación de abuso, te animo a que pidas ayuda cuanto antes.
¿Qué pueden esperar tus seguidores de próximos proyectos? ¿Hacia qué dirección artística quieres ir?
Ahora mismo estoy centrado en la música. He dejado de pinchar de noche por unos meses, para estar tranquilo y centrado.
Estoy trabajando en nuevos temas con Juan Sueiro, espero sacar un par de sencillos de aquí al verano. Esta vez será algo más electrónico pero lo que seguirán encontrando, seguro, es verdad en todo lo que hago.
Un artista (o varios) de cualquier sector con el que te gustaría colaborar…
Me encantaría colaborar con Belén Aguilera, con Soleá Morente, Asier Etxeandia, Okuda… seguro que muchos más.
¿Hay alguna otra vertiente artística que te gustaría explorar y que todavía no hayas tenido la oportunidad de hacerlo?
Por lo general soy dicho y hecho, no suelo quedarme con las ganas de casi nada. Disfruto mucho descubriendo nuevas habilidades, podría definirme como un alma renacentista con espíritu punk.
El do it yourself absolutamente pasional. Tengo a medias un proyecto de joyería artística, en vidrio y en metales, que es algo que me viene a raíz de hacer escultura en neón, de vidrio soplado… y bueno, ahora que me acuerdo, tengo ganas de meterle mano a la soldadura de metal para escultura 🙂
