Foto de cabecera. Fotograma de Amanece © Raúl Villaverde
Parecía una premonición. Garrido me contaba que cuando “Juanfran” le propuso participar en la película, «quedamos para hablar, pero de lo que menos hablamos fue de esta». Y de alguna manera, es lo que nos sucedió en nuestra conversación telefónica, por mi culpa.
La actriz madrileña, habituada a proyectos de cierta envergadura decidió probarse a sí misma para interpretar el papel de Alba: «el guion me pareció muy particular, muy poético. Era un proyecto muy personal. Es importante saber que te puedes entender con la persona que te va a dirigir y enseguida me embarqué. Me interesa cada vez más el cine que no necesariamente me explica todo. Para mí es un soplo de aire fresco cuando veo una película en la que no tengo que entenderlo todo. Me interesaba mucho explorar una película menos clásica en formato, más sensorial…».
Los paisajes de Almería en los que está rodada la película tienen un papel también protagonista. De hecho, su director y autor, se adaptó en cierta medida a ellos en el desarrollo de la trama.
En ella, una familia de tres mujeres, una madre y sus dos hijas (Isabel Ampudia, que interpreta a la madre de Alba, e Iria del Río, a Candela, su hermana), tratan de encontrar el camino de una reconciliación. El espectador debe ir atando cabos a lo largo de las tres partes en que se divide la película, cada una dedicada a una de ellas. Es una historia plagada de simbolismos, silencios y miradas rotas. Como sugiere la actriz, la historia está muy conectada con uno de los cinco cortos rodados previamente por Viruega (Postales desde la Luna; tras verlo en internet le doy la razón).
De su familia de ficción pasamos a la real, aprovechando que su personaje toca la guitarra y canta en dos escenas «en las que Alba trata de reconectar con los momentos felices del pasado». Al igual que su personaje, a ella no le gusta hablar de su vida privada. De hecho, se borró de las redes sociales: «Hubo un momento en el que necesité priorizar, por salud mental… Cuando estás expuesto es complejo gestionar el odio que puedes recibir… Si te pilla en determinados momentos vitales…». Y al contrario que en el caso de Alba, creció feliz rodeada de sensibilidad artística: su padre es músico y director de orquesta; (ella, de hecho, estudió piano), y su madre, pintora.
También hablamos de que tiene pendiente el estreno de la miniserie, Invisible (Disney +) que está en posproducción, basada en la novela homónima de Eloy Moreno y dirigida por Paco Caballero, cuya trama gira en torno al bullying en el colegio. Y también que de Disney fue la primera película que vio en su vida, Blancanieves y los siete enanitos: «Tengo la imagen de la bruja y la impresión de ver esa pantalla tan grande, que se me quedó grabada». Y fue una de las razones por las que quiso dedicarse a esta profesión.
También hablamos de viajar: «Te abre la vida, igual que el arte, la literatura o el cine. Viajar hace que se expanda tu pensamiento, tu capacidad de escucha. He tenido la suerte de haber viajado mucho y la obsesión de convertirlo una prioridad en la vida. Desde que era niña quería buscar una profesión que me permitiese viajar y usar todos mis ahorros para eso, conocer otras culturas, otros paisajes». Y destaca un viaje por encima de cualquier otro: «Creo que fue un antes y un después en muchas cosas, tuve la suerte de hacer la Ruta Quetzal en Perú de adolescente. Estaba obsesionada con ir a la selva desde niña. Estar en la reserva de Pacaya-Samiria o en Iquitos fue una experiencia fundacional en mi vida».